Literatura de cambio

Boom, explosión o en el buen castellano auge repentino, así fue la revolución que marcó la época de los años 50 y 60 en el rubro literario. Jóvenes e intrépidos escritores latinoamericanos se arriesgaron por una nueva manera de relatar historias; y es que en ese tiempo eran populares los autores americanos y europeos por idealizar a sus personajes y convertir sus obras en meros relatos de ficción; en cambio expositores como: Gabriel García Márquez, Julio Cortázar, Carlos Fuentes y Mario Vargas Llosa tomaban a personas cotidianas y formaban una historia entorno a ellas. Pero, ¿cómo la novela latinoamericana alcanzó esa proyección universal? Según el ensayo “Identidad latinoamericana en la Literatura del Boom”, de Tatiana Bensa, el motivo para que los escritores tuvieran tanto eco no solo obedece a la innovación estilística, sino a la fuerza temática. El llamar la atención sobre los problemas de Latinoamérica fue lo que resaltó en esta era.

 

En Madrid se realizó el Congreso Internacional “El Canon del Boom”, un evento literario organizado por la Cátedra Vargas Llosa para analizar la labor de dichos escritores. El simposio fue conformado por distintos escritores latinoamericanos, quienes examinaron y criticaron las obras. En la conferencia inaugural Vargas Llosa dijo: “El boom fue un reconocimiento de que América Latina no solo producía dictadores, sino también una narrativa que aportaba algo novedoso a la literatura moderna”, afirmando una vez más que los refrescantes elementos literarios que utilizaron fueron respaldados por las más importantes editoriales.

 

El espacio es realmente corto para narrar el trabajo hecho por estos maestros, pero a continuación nombraremos algunas de las obras que los han situado en la cima. Iniciando con La Casa Verde, de Vargas Llosa; Cien Años de Soledad, de García Márquez; Rayuela, de Cortázar; La Muerte de Artemio Cruz, de Carlos Fuentes. La lista seguiría, pero fueron estas las que los consagraron como protagonistas de un proceso creativo que deslumbró al mundo. Consolidaron la narrativa latinoamericana como una forma de mostrar un continente con problemas sociales que, sin embargo, se logró sobreponer a las dificultades de una región subdesarrollada.

 

Como alguna vez dijo García Márquez: “Un escritor puede escribir lo que le dé la gana siempre que sea capaz de hacerlo creer”, así queda de tu parte adentrarte a este maravilloso mundo de las letras.