Carcinoma amenaza a jóvenes

Lun, 08/24/2015 - 18:22
Aunque en Panamá las cifras son algo bajas, cada vez más mujeres jóvenes -menos de 40 años- sufren cáncer de mama.

 

Hace siete años, la vida le cambió. Y aunque ya nada es igual, logró ganarle la batalla al cáncer de seno. Hoy a sus 40 años, Adamari López –actriz y presentadora de TV- cuenta su historia para servir de ejemplo a muchas jóvenes en todo el mundo…

 

Solo tenía 33 años de edad. Siempre se realizaba su autoexamen, pero un día su vida cambió, Adamari palpó una bolita en uno de sus senos. Acudió al doctor, y aunque en un principio el experto le dijo que podía ser un cambio hormonal, no fue así.

 

Le practicaron los exámenes correspondientes, la mamografía dio como resultado una masa en el seno. Sin embargo, por ser relativamente joven, Adamari se mostró positiva, pero lastimosamente la biopsia reveló que se trataba de un tumor maligno, le detectaron cáncer de seno. Aunque superó la prueba, confiesa que jamás pensó que sería una más en la larga lista de víctimas de esta enfermedad. “Yo sufrí el cáncer a una edad que no es común, y creo que cuando la gente ve lo que pasé, dice ‘pero es una muchacha tan joven y si le pasó a ella, también me puede pasar a mí, por eso yo debería ir a revisarme’”, declaró la artista puertorriqueña.

 

Situación en Panamá

En Panamá la realidad no es distinta. Sin embargo, el director del Instituto Oncológico Nacional, Aníbal Villa-Real, aseguró que en el país no son muy frecuentes los casos de tumores malignos en mujeres más jóvenes. Reveló que hace dos años solo se atendieron cuatro casos en mujeres entre 20 y 29 años de edad, mientras que 52 mujeres entre 30 y 39 años resultaron positivas y en el rango de 40 a 49 años hubo 125 casos. La mayor cifra está en edades de 50 a 59 años.

 

Las estadísticas en el país son algo alentadoras en comparación con otros, en mujeres de edades menor a los 30 años, es necesario que las jóvenes se realicen su autoexamen, diariamente mientras se duchan y cada mes, cuatro días después de la menstruación, debido a que resulta más complicado detectarles la enfermedad.

 

“Para la evaluación de patologías mamarias, el médico debe prestar atención a lo que su paciente le manifiesta, una exploración exhaustiva y ayudarse con los equipos a su alcance, en especial la ultrasonografía, la ductigrafía y en algunos casos seleccionados, la mamografía”, dijo el experto.

 

Villa-Real explicó que la mamografía pocas veces se realiza en mujeres menores de 40 años debido a que su juventud dificulta la evaluación por lo denso del tejido. En estos casos lo prudente es realizarle un examen clínico y un ultrasonido mamario de manera anual.

 

El objetivo de hacerse los estudios clínicos a tiempo es tratar de encontrar células cancerosas antes de que la persona empiece a desarrollar los síntomas. Por ello, las campañas que se realizan de manera mundial son para incentivar a la detección temprana, esta permite realizar un tratamiento más efectivo y a la vez salvar la vida del paciente.

 

Factores de riesgo

Diversas investigaciones han encontrado un grupo de factores de riesgo, o circunstancias, que hacen a una persona más propensa para desarrollar el tumor: 1. Edad: la mayoría de cánceres de mama se produce sobre los 50 años; a los 60 el riesgo es más elevado.

2. Sexo: las mujeres son más propensas a desarrollar cáncer de mama. Sin embargo, los hombres también pueden sufrirlo, pero la posibilidad es de 1%.

3. Antecedentes familiares: las probabilidades aumentan si una hermana, madre o hija ha sufrido esta enfermedad. Además el peligro es mayor si el familiar que ha padecido cáncer lo ha hecho antes de la menopausia, o si ha afectado los dos senos.

4. Haber sufrido otro cáncer: el riesgo aumenta si el cáncer padecido es de ovario o de colon, o un carcinoma lobular o ductal in situ (dos tipos de tumor maligno que aparecen en los lóbulos o en los conductos galactóforos de los senos, o conductos mamarios). Otro posible factor de riesgo es una hiperplasia benigna, una especie de tumor no maligno, que altera el tejido del seno.

5. Menopausia tardía (después de los 55 años).

6. No haber tenido hijos, o que el primer parto haya sido pasado los 30 años.

7. Factores medioambientales: se investiga la posible influencia de pesticidas, campos electromagnéticos o contaminantes en agua y comida.

8. Estilo de vida: algunas averiguaciones han encontrado un posible vínculo entre el consumo de alcohol y el desarrollo de cáncer de mama.

9. Obesidad: A pesar de no tener ninguna seguridad científica definitiva, muchos investigadores indican que seguir una dieta baja en grasas y rica en frutas y verduras, así como practicar ejercicio físico de forma regular pueden ayudar a prevenir la aparición de esta enfermedad y muchas otras.

10. Estrés: Una vida activa hasta límites excesivos no es conveniente ni beneficiosa. Llevar una vida estresante es nocivo para la salud y, en consecuencia, puede favorecer la aparición de enfermedades.

11. THS: ciertas investigaciones aseguran que a partir de los 10 años con terapia hormonal sustitutiva (THS) puede aumentar el riesgo de cáncer, mientras que otros destacan que no importa durante cuánto tiempo se ha tomado en el pasado, puesto que el peligro de cáncer existe entre las que siguen la terapia hormonal, no entre las que la siguieron en un pasado. Como todos los años, este mes se realizará la Campaña de la Cinta Rosada, diversas instituciones y empresas -en todo el mundo- se visten de este color para crear conciencia tanto en mujeres como en hombres. Es hora de poner en práctica cada una de las recomendaciones para gozar de muy buena salud.

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