A casi la mitad de todas las mujeres se les niega su autonomía corporal

Jue, 04/15/2021 - 09:40
Según el nuevo informe del UNFPA, Mi cuerpo me Pertenece, las vulneraciones incluyen la violación, la esterilización forzada, las pruebas de virginidad, la mutilación genital femenina y más.

A casi la mitad de las mujeres en 57 países en desarrollo se les niega el derecho a decidir si desean tener relaciones sexuales con sus parejas, usar anticoncepción o buscar atención de la salud, de acuerdo con el informe del Estado de la Población Mundial 2021 del UNFPA, publicado el pasado 14 de abril.

 

Por primera vez, un informe de las Naciones Unidas se centra en la autonomía corporal: el poder y la capacidad para tomar decisiones sobre nuestros cuerpos, sin temor a la violencia o a que alguien más decida por nosotros. Esta falta de autonomía corporal tiene implicaciones enormes más allá de los grandes perjuicios para las mujeres y las niñas en lo individual: una potencial depresión de su productividad económica, el menoscabo de sus habilidades, y los costos adicionales resultantes para los sistemas judiciales y de atención de la salud.

  

 

Principales hallazgos: mi cuerpo, pero no mi decisión

 

A través del informe, el UNFPA está midiendo tanto el poder de las mujeres para tomar decisiones acerca de sus cuerpos como el grado en que la legislación en los países apoya o interfiere con el derecho de una mujer a tomar estas decisiones. Los datos muestran que existe un fuerte vínculo entre el poder para tomar decisiones y los niveles educativos más altos.

 

El informe muestra que en aquellos países en los que existen datos disponibles:

 

  • Únicamente el 55 por ciento de las mujeres están totalmente empoderadas para tomar decisiones relacionadas con la atención de la salud, la anticoncepción y la capacidad para decir sí o no a tener relaciones sexuales.
  • Únicamente el 71 por ciento de los países garantizan el acceso a servicios de maternidad integrales.
  • Únicamente el 75 por ciento de los países garantizan legalmente un acceso pleno y equitativo a la anticoncepción.
  • Únicamente alrededor del 80 por ciento de los países tienen leyes que apoyan la salud y el bienestar sexuales.
  • Únicamente alrededor del 56 por ciento de los países tienen leyes y políticas que apoyan la educación integral en sexualidad.

 

“El hecho de que casi la mitad de las mujeres aún no puedan tomar decisiones acerca de si desean o no tener relaciones sexuales, usar anticoncepción o buscar servicios de salud debería indignarnos a todos”, afirma la Directora Ejecutiva del UNFPA, la Dra. Natalia Kanem.

 

“En esencia, cientos de millones de mujeres y niñas no son dueñas de sus propios cuerpos. Sus vidas son gobernadas por otros”.

 

El informe también documenta muchas otras maneras en las que se vulnera la autonomía corporal de mujeres, hombres, niñas y niños, al revelar que:

 

  • Veinte países o territorios tienen leyes que obligan a casarse con el violador, lo que significa que un hombre puede escapar de un proceso penal si se casa con la mujer o niña que ha violado.
  • Cuarenta y tres países no cuentan con legislación que aborde el problema de la violencia sexual durante las relaciones de pareja (la violación por parte de un cónyuge).
  • Más de 30 países restringen el derecho de las mujeres a desplazarse fuera del hogar.
  • Las niñas y los niños con discapacidad tienen casi tres veces más probabilidades de padecer violencia sexual, y las niñas son las que corren el riesgo más alto.

 

En Panamá hacen falta garantías

En Panamá, parte de los indicadores claves se tomaron en base a la Encuesta Nacional de Salud Sexual y Reproductiva 2014 – 2015, segunda encuesta que se realiza en Panamá de este tipo desde 2009. La misma evidencia que en la República de Panamá persisten diversos desafíos en materia de políticas públicas para garantizar la salud sexual y reproductiva de los hombres y mujeres.

 

Por ejemplo,  en el Istmo 20.8% de las mujeres entre 15 y 19 años reportaron ser madres al momento de la encuesta. Esto representa un incremento de 5% con respecto a la ENNASER en 2009.

 

Otros datos revelaron que 42.8% de los hombres y 27.2% de las mujeres en edades entre 15 y 19 años, tuvieron su primera relación sexual antes de los 15 años.

 

Estos datos que muestra la encuesta nos evidencia la urgente necesidad de establecer un programa de educación en salud sexual integral que permita a los y las adolescentes y a los jóvenes tomar decisiones informadas en beneficio de su salud.

 

Sobre planificación familiar y el uso de anticonceptivos, la ENASSER refleja que sigue existiendo una brecha entre la demanda y la oferta de los métodos anticonceptivos, especialmente, en las mujeres sexualmente activas o casadas en el rango de 15 a 19 años. En este segmento de la población la Demanda de la Planificación Familiar es de 95.3%. Estos datos nos revelan la necesidad de ampliar la oferta de este tipo de servicios en el país y analizar la demanda existente versus la oferta.

 

Además,60.3% de las mujeres y 52.4% de los hombres de 15 – 24 años, tuvieron relaciones de alto riesgo en los últimos 12 meses, previo a la encuesta. De este grupo, solamente 14.1% de las mujeres y 13.3% de los hombres usaron condón.

 

Sobre el empoderamiento de la mujer y violencia de género, el estudio reveló que 16.5 % de las mujeres entre 15 y 29 años ha indicado haber experimentado alguna vez violencia sexual.


Panamá cuenta con un marco legal que sustentan el ejercicio de los Derechos Sexuales y Reproductivos en el país, como la Ley 82 del 24 de octubre de 2013, que adopta medidas contra la violencia a las mujeres y reforma el código penal para tipificar y sancionar el femicidio; no obstante, el informe del UNFPA, Mi cuerpo me Pertenece, señala la necesidad de implementar soluciones para lograr el derecho a la autonomía y la autodeterminación, ya que los Derechos a la integridad corporal están formalmente reconocidos en los instrumentos de Derechos Humanos.


 

Soluciones: el poder de decir que sí, el derecho a decir que no

 

El informe muestra cómo los esfuerzos para hacer frente a los abusos pueden conducir a mayores vulneraciones de la autonomía corporal. Por ejemplo, para proceder judicialmente en un caso de violación, es probable que un sistema de justicia penal requiera que la sobreviviente sea sometida a la llamada prueba de virginidad, un procedimiento invasivo.

 

Las soluciones reales, encuentra el reporte, deben tomar en cuenta las necesidades y experiencias de las personas afectadas. En Mongolia, por ejemplo, las personas con discapacidad se organizaron para compartir directamente con el gobierno sus perspectivas acerca de sus necesidades en el ámbito de la salud sexual y reproductiva. En Angola, jóvenes educadas acerca de sus cuerpos, su salud y sus derechos han podido buscar servicios de salud, usar la planificación familiar, negarse a tener relaciones sexuales y exigir justicia después de actos de violencia sexual. 

 

“La negación de la autonomía corporal es una violación de los derechos humanos fundamentales de las mujeres y las niñas que refuerza las inequidades y perpetúa la violencia derivada de la discriminación por razón de género”, comenta la Dra. Kanem. “Es nada menos que una aniquilación del espíritu, y debe terminar”.

 

“En contraste”, afirma la Dra. Kanem, “una mujer que tiene control sobre su cuerpo tiene más probabilidades de estar empoderada en otros ámbitos de su vida. Se beneficia no sólo desde el punto de vista de su autonomía, sino también a través de los avances en los ámbitos de la salud, educación, ingresos y seguridad. Tiene más probabilidades de prosperar, y lo mismo sucederá con su familia”.

 

El informe del Estado de la Población Mundial es la publicación emblemática anual del UNFPA. Publicado cada año desde 1978, arroja luz sobre cuestiones emergentes en el campo de la salud y los derechos sexuales y reproductivos, al transversalizarlos y explorar los desafíos y oportunidades que presentan para el desarrollo internacional.

 

Mira el lanzamiento del informe con datos relavantes de expertos sobre la situación actual de la mujer, a continuación:

 

 

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