Hábitos que te restan estilo

A diario miles de personas gastan mucho dinero comprando ropa y accesorios de marca, cortándose el cabello con el mejor estilista, en fin en todo con tal de lucir un fabuloso estilo.

Esto no es malo, al contrario siempre es bueno verse bien y preocuparse por mostrar una agradable apariencia. Sin embargo, existen ciertos detalles que tiran por la borda todo lo antes mencionado, así como lo lees, hay personas que al final, por ejemplo, con tan solo abrir la boca dañan todo.

La pregunta es ¿qué prefieres, la belleza física o el estilo? Definitivamente, es un hecho que una sin la otra, pierde sentido. Muchas veces nos topamos con personas bellísimas pero con cero personalidad, es todo un shock.

El problema real radica en que muchas veces, hay personas que no se dan cuenta de que hay ciertos hábitos que les restan puntos. Para que no estés en esta lista, te mencionamos algunos hábitos a evitar:

• Mascar chicle de forma muy vistosa. No tiene nada de malo masticar chicle, pero debes asegurarte de hacerlo sutilmente. Si de plano no puedes controlarlo, mejor opta por una pastillita.
• Hacer ruido al comer. Este hábito es un tanto parecido al del chicle. Esos ruiditos son un off total. Hacen que los otros pierdan por completo el hilo de la conversación que están teniendo contigo, es de muy mal gusto.
• Mala postura o sentarse chueca. Al sentarte derecha no sólo te verás mejor, sino que además ayudarás a desarrollar los músculos de tu abdomen, así que sin importar si la gente te está viendo o no, practica este buen hábito.
• Caminar sin porte. Nada te da más presencia que tu manera de caminar. Pon en práctica el caminar con libros en la cabeza, repite el ejercicio con tacones, da muy buenos resultados.
• Beber demasiado. Es divertido salir a cenar o a bailar con tus amigas o galán, pero no dejes que se te pasen las copas. Además de las terribles consecuencias que esto puede traer a tu vida, pocas cosas le dan un bajón mas grande a tu estilo. Si vas a tomar, asegúrate de alternar tu bebida con un vaso de agua y de nunca excederte.
• Hablar con groserías. Con la liberación de la mujer, muchas han optado por llenar su léxico de fuertes palabrotas. Evítalo a menos de que sean indispensables para expresar alguna idea. La verdad, es igual de molesto escuchar a hombres hablando de esa manera.
• Morderte las uñas. No hay mucho que agregar a este terrible hábito. Es de mal gusto para aquellos que te rodean, sin contar el daño que le haces a tus manos. Si la raíz de este problema es que te pones nerviosa, procura tener una pelota de espuma o algo que puedas apretar en tu mano.
• Dejar muy poco a la imaginación. Sin querer sonar como a las abuelitas, pero es un hecho que enseñar de más no siempre es agradable. Para siempre verte elegante, considera sólo mostrar un lugar en específico: si vas a usar un escote pronunciado, asegúrate que tus piernas no estén al descubierto. Si tienes ganas de ponerte una mini, no uses escote.
• Sentarte con las piernas abiertas. Cuánta razón tenían nuestras mamás cuando nos decían que cerráramos las piernas. Nada peor que tener vista panorámica a esa área.
• Hablar muy fuerte. La discreción reina cuando de estilo se trata. Si eres de esas personas, asegúrate de hacer tus llamadas desde el balcón o de tu auto para no molestar a nadie, tampoco es bueno gritar en el trabajo o lugar público.
• Hablar mal de otros. Aunque por naturaleza a todas las mujeres les gusta escuchar un buen chisme, siempre sabrás que la persona que habla mal de otros a sus espaldas, hará lo mismo contigo. Si estás sacada de onda por las acciones de alguna de tus amigas, tienes todo el derecho de hablar al respecto, pero sin que tus comentarios tengan veneno.
• Ser negativa. Todas pasamos por épocas difíciles, pero no dejes que esto nuble tus pensamientos al punto que te vuelvas una de esas personas que se quejan de todo, o ven lo negativo en lo bueno de la vida.