Mantelería, cuál y cómo se pone

Mar, 10/06/2015 - 19:51
Debe cubrir al completo la mesa, pero sin colgar hasta el suelo. Hay uno para cada ocasión y estilo.

El mantel es el “vestido” principal de una mesa bien puesta. Salvo para una comida familiar (incluso en este tipo de comida deberíamos evitar usarlos), es mejor olvidarse de los mantelitos individuales y de los manteles de papel.

Una buena opción es utilizar un bajo-mantel o muletón, que sirve para varios detalles importantes: evitar que el mantel resbale, proteger la mesa de comidas calientes, evitar humedades por el derrame de líquidos, proteger la mesa de golpes y evitar ruidos durante el servicio de mesa. El muletón o bajo-mantel nunca debe ser mayor que el tamaño del mantel, para que no sobresalga. Tampoco debe ser muy grueso, para que no haga el efecto de estar debajo de una “colchoneta” y produzca una cierta inestabilidad a las copas, los vasos y otros elementos que conforman una mesa.

El mantel debe cubrir al completo la mesa, pero sin colgar hasta el suelo. La regla más seguida es aquella que indica que solamente debe colgar, como mucho, un tercio de la distancia que haya desde la mesa hasta el suelo. Por supuesto, tampoco debería quedar muy corto, dejando al descubierto una parte de la mesa o del muletón, o quedando al “ras” de la mesa, tapando justamente el borde de la misma. Si el mantel es calado es casi obligatorio poner un muletón o “fondo” para evitar que se vea la mesa.

Esta pieza debe ir en conjunto con la mayor parte de elementos que componen la mesa. Combinar bien con la vajilla, con los cubiertos, con los adornos, etc. El color más utilizado y elegante es el blanco, y los colores pastel suave o el color marfil. En determinadas ocasiones, como Navidad por ejemplo, se pueden utilizar manteles con diversos motivos referentes a la fecha. Las servilletas, deben combinar bien con el mantel, o al menos ir conjuntadas con él (si no pertenecen al mismo juego de mesa). Las servilletas se colocan a la derecha del plato, aunque en diversos libros de protocolo las sitúan a la izquierda también. Encima del plato, no se debería colocar aunque también se hace en muchas ocasiones.

Un mantel de calidad es un elemento imprescindible en toda mesa que se vista con cierto gusto y elegancia. Debemos contar con servilletas de recambio para poder cambiarlas a lo largo de la comida (sobre todo si vemos que hay algunas muy sucias). El tamaño más utilizado es de 50 x 60 ó 50 x 50 centímetros, aunque existen muchas variantes (servilleta de banquete: 60 x 60, servilleta de mesa, 50 x 50 ó 50 x 60, servilleta de buffet, 35 x 35, servilleta de té, desayuno o merienda, 30 x 30, servilletas de lunch, aperitivo, cóctel o similar entre 25 x 25 e incluso 20 x 20 -todas las medidas están expresadas en centímetros-). Aunque normalmente todas las servilletas son de forma cuadrada o de forma muy similar a ésta es posible encontrar servilletas rectangulares en algunos servicios de mesa.

Se doblan en forma de triángulo o de rectángulo y se dejan a la izquierda del plato (o la derecha como dijimos anteriormente). Los doblados artísticos solo están permitidos en fiestas familiares u ocasiones muy informales. Y nada de meter la servilleta en la copa, salvo en las ocasiones citadas como familiares o poco formales -aunque, ni estas ocasiones es muy recomendable hacerlo-.

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