Navidad y los niños: qué permitir y qué negar

Jue, 12/17/2015 - 14:29
En estos días festivos, atrévete a fijar límites para tus hijos y mímalos de manera saludable a la hora de ir de compras.

Probablemente, la inmensa lista de regalos de Navidad de tu hijo(a) ya esté dando vueltas en tu cabeza. No sabes de dónde obtendrás tanto dinero para hacerte cargo de todo lo que ha enumerado y, en realidad, no tienes idea de cómo enfrentarlo para hacerle saber que quizás no reciba todo lo que pidió.

Para las épocas festivas que ya se acercan, es sumamente necesario que establezcan, como familia, ciertos límites.

Un niño, por naturaleza, necesita ser guiado hasta que pueda conseguir su total independencia. Tu rol como madre, entonces, es marcar las reglas del juego.

Establecer normas

Según el portal Baby Center, el  primer paso para no malcriar a tu hijo(a) es “establecer límites claros y sencillos. Al establecer normas que no dejan lugar a dudas, te ahorrarás algunas discusiones más adelante”. El segundo, es respetar el límite que impusiste. “Si dices uno, tiene que significar uno, y no uno y medio, ni dos. Piensa en el efecto de tus acciones a largo plazo, una vez que te contradices, tu niño aprende que mamá dice que no, y más tarde cambia de idea”, aclara el portal en su artículo “Qué hacer para no malcriar a los niños”.

Para que puedas cumplir estas reglas en las fiestas, una buena idea es poner normas para la lista de regalos. Comunícale a tus hijos(as) la cantidad de regalos que pueden enumerar y el límite de precios. Es bueno que puedas conversar con ellos acerca de las posibilidades y limitaciones económicas que existen.

Es importante que también conozcas que los límites no se anuncian utilizando la palabra “no”. Cuando expliques la mecánica de la lista de regalos, trata de reemplazar las palabras negativas como “nunca” y “no”, por frases como “eso está fuera del límite", “estas son las reglas”, o simplemente explícale qué es lo que quieres de él o ella.

Durante las fiestas, es posible que puedas olvidarte de los límites ante dos situaciones muy comunes: la súplica constante de tu hijo(a) y el temor propio de todos los padres a decepcionarlo(a). Pero, ¿qué ocurre si cedes ante estas presiones? Lo primero es que tu niño(a) aprenderá que los berrinches y llorisqueos funcionan para conseguir lo que él (ella) quiere, y como bien lo dice la canción de los Rolling Stones, no siempre puedes obtener lo que quieres. En cuanto al temor que puedes llegar a experimentar, el portal Baby Center aclara que “los estudios indican que al aprender a aceptar pequeñas desilusiones, tu niño irá desarrollando importantes mecanismos que le ayudarán a sobrellevar situaciones de estrés emocional más adelante”.

Otra forma de responder a los deseos del niño(a) es recalcarle que debe esforzarse por conseguir lo que quiere. Muchos psicólogos creen que el malcriar a los niños se desprende cuando los padres les facilitan demasiado las cosas.

Esto puede traer como consecuencia, que tu hijo(a) no reconozca el valor y el esfuerzo que tú realizas para darle lo que él o ella quiere. Para esto, pueden establecer un sistema de recompensas a través del cual, ellos tengan el deber de realizar alguna tarea para con- seguir el regalo que tanto esperan, siempre y cuando este esté dentro de las posibilidades familiares.

Por último, trata de recalcar que la Navidad no se trata únicamente de regalos, sino que es una buena oportunidad para compartir en familia. Esfuérzate por propiciar momentos que queden grabados en sus memorias y que ayuden en la construcción de sus valores como personas. Una buena actividad puede ser la preparación o la compra de regalos para niños(as) que no tienen la posibilidad de recibir uno en estas fechas. Esto ayudará a que tu hijo(a) conozca una realidad diferente a la suya, y pueda reconocer, al final del día, el valor y privilegio de su situación familiar.

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