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El mundo en general, y la débil economía latinoamericana en particular, venía siendo advertida por diversos indicadores que hacían vaticinar que estábamos a las puertas de una recesión o incluso de una auténtica depresión.
Mercados bursátiles, Depositphotos.
Ahora que parece que el cerrojazo que el coronavirus ha obligado a dar a nuestra cotidianidad empieza a dar sus frutos en cuanto a contención, gobiernos y ciudadanos comienzan a preocuparse seriamente, ya que parece que costará bastante volver a los niveles económicos que disfrutábamos hace solo tres meses.
Llueve sobre mojado
El mundo en general, y la débil economía latinoamericana en particular, venía siendo advertida por diversos indicadores que hacían vaticinar que estábamos a las puertas de una recesión o incluso de una auténtica depresión.
Mientras Argentina se encontraba a principios de marzo a punto de iniciar una ronda de contactos con sus acreedores -el principal de los cuáles es el FMI- para renegociar los términos en que se iba a pagar la deuda, México venía de cerrar un año de pérdidas, rompiendo la tendencia ascendente que había experimentado últimamente. Aunque las previsiones del 2020 para el país hispanohablante más poblado del mundo eran de recuperación y crecimiento el coronavirus las ha echado por tierra.
Por su parte la otra gran economía latinoamericana, Brasil, ha visto en los últimos días como la agencia calificadora Fitch degradaba su deuda de estable a negativa y su nota continúa estando en BB-, muy por debajo de la calificación que señala a los países que son buenos pagadores, lo cual suponen más malas noticias para una golpeada Argentina, ya que el país más poblado de la lusofonía es a la vez el principal socio comercial de los albicelestes.
A pesar de que la firma del tratado T-MEC -firmado por México, EEUU y Canadá- prometía una nueva época de prosperidad para Norteamérica y la formación de un polo de desarrollo económico para el continente en general, ahora habrá que ver si el recién nacido acuerdo puede sobrevivir a las medidas que los estados tomarán para salvar sus economías del colapso, y si gana el avance y la interconexión de los mercados o se vuelve a la época de aranceles y proteccionismo en una especie de sálvese quien pueda.
El dinero no sabe dónde meterse
Pocas cosas más descriptivas de la incertidumbre que viven los inversores que el hecho de que la deuda pública alemana tenga tipos de interés negativos, es decir, quienes adquieran deuda alemana perderán dinero, y a pesar de ello habrá quién prefiera mantener el grueso de su dinero a salvo perdiendo una pequeña parte en vez de arriesgarlo en medio de la zozobra actual.
Los inversores que se decantan por el trading de Forex se encuentran con más de lo mismo, incertidumbre y fluctuaciones en los valores de las distintas monedas latinoamericanas, entre otras, que se deprecian con respecto al dólar por distintas razones, dependiendo de qué factor de la crisis les haya golpeado de pleno; el caos que vive el sector petrolífero ha servido de acicate para el aún mayor empeoramiento de la economía venezolana por ejemplo, la industria automotriz mexicana que se encuentra parada en estos momentos o aquellos países que cuentan con China como su principal socio comercial también han salido muy afectados, y con ello sus respectivas monedas nacionales. Y como colofón a esta depreciación no debemos olvidar la fuga de capitales a refugios más seguros en monedas más fuertes como el dólar.
En cualquier caso es de suponer que cuando la actividad vaya retornando a la normalidad los sectores económicos supervivientes vuelvan a atraer la atención y el capital de los inversores gradualmente.
Se reanudan las tensiones entre China y EEUU
Finalmente, por si no teníamos bastante ya, parece que la aparición y extensión del coronavirus ha reavivado las fuertes tensiones existentes entre China y los EEUU, cuya disputa ya se dirime no solo en el terreno económico sino también en el diplomático y en las instituciones supranacionales como la OMS, en la que aumenta la influencia china de forma considerable ante la retirada de fondos de la potencia norteamericana.
Las consecuencias han sido las previsibles, y en Latinoamérica la primera semana de mayo ha empezado con nuevas caídas en bolsa y retroceso del valor de la moneda en el subcontinente, lo cual agregado a las malas previsiones económicas de los motores regionales, como México o Brasil ensombrecen aún más el futuro de la zona.