- Maquillaje + Piel
Sobreexponerse al sol sin ningún tipo de protección puede causar muchos problemas. Mira cuáles son y cómo protegerte este verano.
Amamos el verano, pero en esta época en que vamos a la playa y hacemos salidas al aire libre, es necesario proteger la piel de los rayos ultravioletas.
Sobreexponerse al sol sin ningún tipo de protección puede causar resequedad en la piel y deshidratación en el cuerpo. También provoca quemaduras solares, daños al ADN, fotoenvejecimiento, cáncer de piel de tipo no melanoma, melanoma y púrpura actínica. Por lo tanto, es importante utilizar bloqueador solar de más de 50 SPF y retocarlo cada dos horas, si se está en exposición constante; así como proteger el cabello con productos especiales y sombreros. Además, es fundamental el uso de medidas físicas como sombreros de ala ancha, gorros con protección auricular, lentes oscuros, ropa con factor de protección solar, etc.
A continuación Mayo Clinic detalla los daños que puede ocasionar el sol en tu piel.
Pigmentación despareja
Para protegerse de los efectos perjudiciales del sol, la piel aumenta su producción de un pigmento marrón oscuro llamado melanina. La melanina adicional hace que la piel se vea más oscura o bronceada. En algunos casos, el sol causa un aumento desparejo en la producción de melanina, que ocasiona una coloración irregular (pigmentación) de la piel. El sol también puede causar un estiramiento permanente de los vasos sanguíneos pequeños, lo que hace que la piel parezca manchada y enrojecida.
Daño en la piel más oscura
La melanina es el pigmento marrón oscuro de la capa superior de la piel (epidermis) que le da el color a la piel. Este pigmento protege las capas más profundas de la piel frente al daño ocasionado por el sol. Cuanto más melanina hay en la piel, más oscura se pone la piel y mayor es la protección que tiene frente al daño ocasionado por el sol.
Las personas de tez media u oscura tienen una protección natural mayor que las personas de tez más clara. Sin embargo, también pueden sufrir daños por el sol. La cara de este hombre presenta signos de daño por el sol: áreas mayores de pigmentación irregular y arrugas.
Lentigos solares en la frente
Los lentigos solares son manchas planas con una mayor pigmentación. Suelen ser de color marrón, negro o gris, y varían en tamaño. En general, aparecen en las áreas más expuestas al sol, como el rostro, las manos, los brazos y la parte superior de la espalda. Estas manchas, también llamadas manchas hepáticas o de edad, son frecuentes en adultos mayores. También ocurren en personas más jóvenes que pasan mucho tiempo en el sol sin protegerse la piel.
Lentigos solares en la espalda
Los lentigos solares se multiplican con las repetidas exposiciones solares y con el avance de la edad. Algunas veces, se manifiestan en grandes cantidades, como se puede ver en la parte superior de la espalda de este hombre. Son similares a las pecas, pero estas últimas tienden a ser más pequeñas y aparecen a una edad más temprana.
Lentigo labial
Puede aparecer una lesión marrón oscuro en los labios, llamada lentigo labial, después de una repetida exposición al sol. En la mayoría de los casos, el lentigo labial es una sola mancha que se forma en el labio inferior.
Elastosis solar
La radiación ultravioleta rompe el tejido conectivo de la piel (fibras de colágeno y elastina) que se encuentra en su capa más profunda (dermis). Sin el tejido conectivo de sostén, la piel pierde su tonicidad y su flexibilidad. Esta afección, conocida como elastosis solar (e-las-TOE-sis), se caracteriza por pliegues verticales, arrugas profundas y piel sin firmeza o flácida.
Melasma
También conocida como la «máscara del embarazo», la melasma es un oscurecimiento de la piel facial. Probablemente, la melasma ocurre por una combinación de factores, que incluyen la exposición a la luz del sol y un aumento de las hormonas femeninas estrógeno y progesterona.
La melasma suele afectar mujeres que:
· Tienen piel oscura
· Toman anticonceptivos orales o están realizando una terapia hormonal
· Están embarazadas
Las manchas oscuras suelen aparecer en las mejillas y la frente. En general, la melasma pierde intensidad durante los meses de invierno en las latitudes del norte, pero reaparece en primavera. Además, tiende a apagarse después del embarazo o cuando dejas de tomar anticonceptivos orales o recibir terapia hormonal
Poiquilodermia
La poiquilodermia se caracteriza por áreas irregulares de pigmentación marrón rojiza. Es más frecuente en el cuello y el pecho, en áreas expuestas al sol en forma crónica.
Queratosis actínica
La queratosis actínica se manifiesta en forma de manchas abultadas, ásperas y escamosas, cuyo color varía de casi blanco a moreno, rosa oscuro o marrón. También llamada queratosis solar, estas manchas suelen aparecer en la cara, las orejas, la parte inferior de los brazos, las manos, y la parte inferior de las piernas de las personas de piel clara cuya piel se ha dañado por el sol. Si no se trata, la queratosis actínica puede avanzar y convertirse en un cáncer de piel conocido como carcinoma escamoso.
Lentigo maligno
El lentigo maligno es un tipo de crecimiento que se desarrolla en zonas de exposición prolongada al sol, como la cara, las manos o las piernas. El lentigo maligno comienza como una mancha plana y oscura que se oscurece y agranda lentamente. Finalmente, la mancha puede convertirse en un melanoma, un tipo de cáncer de piel que comienza en la capa superior de la piel y luego invade la capa subyacente. Consulta a tu médico si notas lo siguiente:
· Un nuevo crecimiento en la piel
· Un cambio molesto en la piel
· Un cambio en el aspecto o la textura de un lunar
· Una úlcera que no cicatriza o un hematoma que desaparece y luego regresa