- Mente y Cuerpo
Te sientes cansada, realmente agotada y no sabes por qué motivo. Estás durmiendo lo necesario o justo, comiendo lo que usualmente consumías, y derepente te comienzan a ganar la fatiga, pereza, acompañadas de algo de desanimo.
Las razones pueden ser muchísimas, el cuerpo experimenta miles de procesos que pueden estar involucrados en esta sensación que tienes. Pero estos son 4 posibles:
Necesitas más vitamina D
Hasta el 40 % de nosotros somos deficientes en vitamina D, aquella que protege contra la osteoporosis y varias enfermedades autoinmunes y también puede ayudar a combatir el cáncer y la presión arterial alta. "Usted tiene receptores de vitamina D en sus músculos y en casi todos los órganos de su cuerpo, incluyendo el corazón y el cerebro", explica Sue Penckofer, PhD, profesora de la Escuela de Enfermería de la Universidad de Loyola en Chicago. Si definitivamente los niveles de vitamina D están bajos, puedes no tener ninguna energía.
Vias respiratorias interrumpidas
La sinusitis crónica afecta a alrededor del 12 por ciento de los adultos - o casi 30 millones de personas - de acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades. "Los senos paranasales se inflaman y se hinchan durante un período de semanas, lo que hace que el moco se acumule", explica Scott Stringer, MD, el presidente del Departamento de Otorrinolaringología del Centro Médico de la Universidad de Mississippi en Jackson. Los síntomas incluyen fatiga; congestión; Dolor y sensibilidad alrededor de los ojos, las mejillas y la nariz; Un menor sentido del olfato y del gusto; Y el mal aliento. La lucha contra la sinusitis te deja demasiado agotado para hacer mucho de cualquier otra cosa.
Tienes problemas de gluten
Comer cualquier cosa con gluten - que se encuentra en el trigo, el centeno y la cebada, desencadena una respuesta inmune en el intestino delgado, produciendo la inflamación que evita la absorción de nutrientes y le deja desnutrido y con malestar estomacal. Como resultado, usted no tiene el combustible para pasar el día, dice Peter Green, MD, el director del Centro de Enfermedad Celíaca en el Centro Médico de la Universidad de Columbia en la ciudad de Nueva York. La sensibilidad al gluten, que afecta a otros 18 millones de personas, también puede provocar fatiga.
Estás deprimida
Especialmente si te irritaa fácilmente, no puedes concentrarse, y has perdido el deseo de tener relaciones sexuales. La depresión y la fatiga están tan estrechamente vinculadas, que es difícil saber cuál activa la otra. "Los mismos desequilibrios químicos responsables de la depresión - bajos niveles de serotonina, norepinefrina y dopamina en el cerebro - muy probablemente afectan nuestro nivel de energía también", dice Sudeepta Varma, MD, un psiquiatra en la Universidad de Nueva York Langone Medical Center en Nueva York Ciudad.