Kit de supervivencia

Jue, 12/14/2017 - 15:46

Arrancan las fiestas y cada año veo cómo las personas empiezan a cambiar sus rutinas, sus prioridades y todo revuelve alrededor de las fiestas, compromisos y celebraciones. ¿Y por qué no? Todo suena muy bien. Pero luego vas escuchando que si “hay que cuidarse la línea para darse excesos el día de Navidad” o “hacer ejercicio antes de que llegue el verano” o las 3-4 horas en tráfico y filas para buscar los regalos perfectos.

 

El apuro trae cansancio… y desgasta, y el cuerpo es importante, pero ¿dónde dejamos nuestra mente? Nuestra salud mental también paga su precio. No es misterio que todavía estamos separando mente y cuerpo cuando hablamos de enfermedad, pero la ciencia  nos prueba que todo está entretejido y conectado. Lo malo es que eso de la “salud mental”, pues no se ve ni se mide ni se pesa, solo se “siente”.

 

Cuidar de ella es imprescindible, y lo que para unos pueda ser momento de felicidad y les brinde un nuevo sentido, para otros puede causar mucho estrés, sea por el ajetreo, presiones, expectativas, las relaciones tensas, las peleas maritales y familiares, y todo lo sedentario tiene su impacto.

 

Entonces por más raro que suena, cuidar de tu salud mental en estas fiestas puede ser el mejor regalo que te des a ti,  tu familia y amistades y para arrancar el 2018 con buenos ánimos.

 

Haz tu kit con los siguientes tips:

Hidrátate  siempre que puedas. La deshidratación causa malestares físicos y  emocionales. Remedio gratis e importante.

 

Ejercítate. Yo no pido maratones. Caminar puede ser más que suficiente si lo logras hacer aunque sea 2 veces a la semana. No esperes a que sea enero.

 

Duerme suficiente. Escoge solo los eventos que más te gustan y donde sabes que dormirás menos, no es necesario quedar agotada antes de Noche Buena.

 

 Cuidado con los excesos de comida. La indigestión y mala alimentación también afecta los estados de ánimo.

 

Planea un presupuesto. Las deudas causan estrés y el estrés siempre enferma. Regalar es un acto de dar, no de cantidad, marca, moda etc.

 

 Simplifícate.  Ajusta tus expectativas de lo que quieres lograr estas fiestas con lo que puedes hacer sin desgastarte. Vas a disfrutar mucho más.

 

Aprende a decir que NO. Uno de los retos más importantes en la vida de muchas personas. No siempre se puede cumplir con todo. Antepón lo que tú quieres hacer y con quién quieres compartir.

 

 Aléjate de las relaciones ‘resentidas’. Las energías de las fiestas a veces hacen que “temas” sin resolver con ciertas personas exploten en plenas fiestas, más si hay bebidas y espacios cerrados. Rodéate de quienes te sumen de buena vibra.

 

 Apoya. Tú puedes estar bien, pero de seguro conoces a alguna persona o varias que puedan sentirse solos, tristes o aislados en estas fiestas. Tiéndeles una mano, una llamada o una invitación. Intenta mantenerte  con ciertas rutinas u horarios lo más posible. En especial para los niños, que necesitan estructura para evitar berrinches.

 

Ante el tráfico,  las largas filas, las lluvias y compromisos difíciles, respira.  Nada de eso dura para siempre. No vale la pena enfermarse o perder la cordura por eso.

 

 Para todo lo demás, los buenos deseos, sonrisas y abrazos son el mejor regalo. ¡Felices Fiestas!

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