Salud y emociones: el génesis de las enfermedades psicosomáticas

Jue, 08/04/2016 - 12:10

Cuando se habla de la salud, solemos asociarla con el símbolo de la salud, con la medicina, el color verde, algún gráfico sobre la alimentación o quizás aquella deportista de pelo recogido corriendo y ejercitándose. Solemos ubicar la salud en algo externo; en  nuestro cuerpo, pero muy poco en nuestra mente. Sin embargo, para tomar las decisiones de prevención y autocuidado, alimentarse de forma más balanceada o lograr ese peso ideal, nuestra mente juega un rol crucial.  A la actualidad, seguimos separando cuerpo y mente cuando hablamos de salud, así  solemos dividir las enfermedades físicas de las mentales, como si fuesen dos cosas  diferentes. Pero no es tema de hoy, sino de la antigüedad. Uno de nuestros primeros médicos cirujano, Hipócrates, lo decía: “No intentes curar el cuerpo sin antes curar el alma”. 

El estado psicológico de cada ser humano juega un rol importante en el bienestar físico. Cada vez más se hablan de las enfermedades psicosomáticas. Pero, ¿qué son? El término psicosomático se crea en 1920, por el médico alemán Felix Deustch, para definir aquellos padecimientos físicos relacionados con las dificultades emocionales.  

No es ningún secreto que nuestros estilos de vida sometidos a grandes cantidades de estrés y ansiedad están relacionados a padecimientos desde úlceras gastrointestinales, insomnio, hipertensión, bruxismo  hasta infartos cardiacos. Cada vez más nuestra salud emocional   está en peligro por no cuidar de cómo nos sentimos en nuestras vidas. 

Vivimos intentando tapar nuestras emociones, mostrando algo que no somos, enfocados en nuestros pensamientos,  pero estos son mecanismos que postergan lo que parece ahora prohibido: expresar cómo nos sentimos. Para quienes llevamos algún tiempo nadando en las aguas de la salud mental, aprendemos que eventualmente: “Lo que la boca calla el cuerpo lo termina diciendo”. Y es ahí donde surgen enfermedades que a primera vista presentan sintomatología física, pero explorando un poco más pueden aparecer dificultades emocionales no resueltas.

 En esa línea encontramos que el asma puede estar relacionado con el miedo al abandono de los padres, y algunas alergias en la piel relacionadas con rasgos de hipersensibilidad emocional en la persona. La fibromialgia, la migraña, problemas de la tiroide y obesidad son otras de las tantas dolencias físicas que hoy día también tienen relación con situaciones de estrés y dolor emocional.

Destaco que al momento de la evaluación siempre se deben tomar en cuenta los factores genéticos, socioculturales, ambientales y que estos padecimientos emocionales suelen ser rasgos, mas no la causa directa de las enfermedades.

¿Qué está pasando en tu vida en este momento? ¿Cómo te sientes? Dos preguntas sencillas que pueden brindar mucha información. Si queremos hablar de salud, hablemos también de emociones. El rescatar la expresión de las emociones es promover salud y permitir que el cuerpo vuelva a estar en sintonía con la mente; como siempre ha estado y como tiene que ser.   

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