La crisis de los 30

Surge un periodo en el que ya no eres una joven adulta, en el que te conviertes simplemente en una adulta. Aquel en el que tus prioridades cambian, en el que salir de fiesta y de compras ya no es lo importante; y lo es pensar en el abono de una casa o un carro; ahorros, hijos, trabajo o hasta llegar a formalizar tu relación, es decir, el matrimonio. Usualmente sucede justo ahí, cuando tienes los treinta años. La presión por triunfar y ser exitosa son algunas de las situaciones que enfrentan las mujeres. Oliver Robinson, de la Universidad de Greenwich, en Londres, explicó que este fenómeno atraviesa por distintas fases; la primera sería la etapa de adulto joven. “En ella se siente atrapada en sus opciones; siente un fuerte deseo de cambiar; decide dejar su trabajo o su relación sentimental y probar nuevas experiencias y, finalmente, recupera el control. Empieza una nueva vida más centrada en sus intereses y valores”, dijo.

 

Contrario a lo que se piensa, esta situación es provechosa, ya que ayuda a las personas a tomar decisiones. El experto agregó que los adultos más vulnerables son aquellos que poseen educación superior, pues esto afecta directamente en sus expectativas de vida.

 

Mientras Esther Any Krieger, psicóloga y coordinadora del Capítulo de Psicoanálisis y Patologías Actuales, perteneciente a la Asociación Psicoanalítica Argentina, afirmó que hay otros factores que desencadenan esta crisis. 

 

Lo principal es asumir que se trata de presiones sociales que no son una obligación. “Hay que intentar ubicarse subjetivamente en una relación más sana. Esto implica pensar estas cuestiones y ver hasta dónde cada quien quiere conciliarse con esos mandatos sociales y hasta dónde uno dice: hasta acá llegué y más no”, afirmó Krieger. 

 

De igual manera, Beatriz González, psicóloga, mencionó que “es importante ubicarse y poder tomar decisiones desde la libertad, no tanto desde lo que la sociedad nos impone; de esta forma, podremos sentir que la vida que tenemos es la que hemos escogido. Generalmente, las personas que se dejan llevar por los ritmos de la sociedad sin tomar conciencia de los cambios suelen entrar en crisis más adelante”.

 

La supuesta crisis involucra síntomas como depresión, inseguridad y soledad. De acuerdo con el estudio, que fue presentado en la Conferencia Anual de la Sociedad Psicológica Británica en Glasgow, el estrés en el trabajo, las relaciones de pareja y de amistad y las expectativas son los principales factores que desencadenan el conflicto interno. 

 

Es importante perder los miedos y adquirir madurez para enfrentar los cambios que se dan con la edad. Mismos que vienen acompañados de experiencias positivas, mayores libertades e independencia. Sobre todo, debes entender que cada persona vive los procesos de su vida de forma diferente. No te compares con esa amiga que se va a casar, si tu hermana menor está embarazada de su segundo hijo o si alguna pareja que conoces está a punto de comprar otra casa. Trata de disfrutar cada tiempo y no te preocupes más de la cuenta. ¡Deja de pensar que te está dejando el tren! 

Abby Wilner, la autora de “Quarterlife Crisis”, acuñó la frase en 1997 en su libro, en el que identifica el fenómeno. Desde entonces, varias personas lo han acogido para ampliar tal crisis. Según Erik Erikson, psicoanalista, existen ocho diferentes crisis durante la vida del ser humano, y también propone la existencia de una crisis alrededor de los 21-29 años.