Evita los riesgos de los mensajes de textos entre adolescentes

Mié, 09/19/2018 - 12:31
¿Te preocupa el envío de mensajes de texto de tu hijo adolescente? Comprende cómo hablar con tu hijo adolescente sobre los peligros del sexteo y del envío de mensajes de texto mientras conduce

[Escrito por personal de Mayo Clinic]

Para muchos adolescentes, enviar mensajes de texto es una forma esencial de comunicación. Sin embargo, la falta de madurez al enviar mensajes de texto podría meter a tu hijo en problemas. Ayuda a tu hijo adolescente a comprender y a evitar los riesgos asociados al envío de mensajes de texto.

Evita que los mensajes de texto interfieran en el sueño

Los mensajes de texto después de apagar las luces o irte a dormir pueden interferir en el buen sueño nocturno, especialmente si los mensajes son estresantes o emocionales. Además, algunas investigaciones sugieren que pasar tiempo frente a pantallas antes de ir a dormir interfiere en el sueño. Como resultado, los adolescentes pueden perder tiempo de sueño, y tener dificultad para conciliar el sueño, una mala calidad de sueño y somnolencia durante el día. Trabaja con tu hijo adolescente para establecer horarios razonables para los mensajes de texto, por ejemplo, que no se envíen después de cierta hora las noches de los días de clases. Para que la regla se cumpla, mantén el teléfono de tu hijo fuera de su habitación por la noche.

Sé honesto acerca del sexteo

El «sexteo» es el envío de imágenes sexuales por celular u otros medios electrónicos. Explica las consecuencias emocionales del sexteo a tu hijo adolescente. El sexteo puede ser incómodo para la persona que lo envía, en especial si la presionaron para hacerlo, y también para quien lo recibe.

Las posibles repercusiones a largo plazo del sexteo también son importantes. Una imagen o un mensaje destinado a una persona se pueden reenviar a toda una lista de contactos, y, una vez que comienzan a circular, no hay manera de detenerlos. Una fotografía o un mensaje pueden reaparecer años más tarde y provocar situaciones embarazosas o problemas en el trabajo o en la escuela. Si bien las leyes y su grado de aplicación varían entre los distintos estados, asegúrate de que tu hijo adolescente comprenda que la posesión de imágenes sexuales explícitas de un menor de edad es un delito. Las consecuencias pueden ser graves e incluir antecedentes penales, suspensión de la escuela o acciones legales.

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Presta atención al ciberacoso

El ciberacoso implica el uso de medios electrónicos para amenazar o dañar a otros. El hostigamiento infantil se ha vinculado con problemas de salud mental, un desempeño académico deficiente, el abuso de sustancias y la violencia. Asegúrate de que tu hijo adolescente entienda que es inaceptable difundir rumores o intimidar a alguien a través de mensajes de texto o por cualquier otro medio. Recuérdale a tu hijo adolescente que cada mensaje de texto que envíe se puede guardar o reenviar a alguien más; por lo tanto, es importante usar el buen juicio en cada mensaje. Además, alienta a tu hijo adolescente a que hable contigo o con otro adulto de confianza si recibe mensajes de texto acosadores. Explícale que no le quitarás los privilegios electrónicos si te confía un problema.

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Supervisa los mensajes de tu hijo adolescente

Es necesario que conozcas de qué manera tu hijo está usando su teléfono, así como Internet y las plataformas de redes sociales, para interactuar con los demás. Ocasionalmente, siéntate con tu hijo adolescente y supervisa sus mensajes de texto, o hazle saber que periódicamente revisarás su teléfono para conocer su contenido. También podrías instalar un sistema de control parental en el teléfono de tu hijo adolescente para saber cuánto tiempo destina a enviar mensajes de texto o a navegar en Internet, y fijar límites.

Prohíbe los mensajes de texto al volante

Según algunas investigaciones, enviar mensajes de texto mientras conduces es 20 veces más peligroso que conducir sin enviar mensajes de texto. Los mensajes de texto pueden representar una amenaza aún mayor para los adolescentes que para los conductores maduros, dado que los accidentes automovilísticos ya son una de las principales causas de muerte en los conductores más jóvenes. Habla con tu hijo adolescente sobre los peligros de enviar mensajes de texto mientras conduce (como un accidente grave o mortal). Explícale que no está permitido enviar mensajes de texto al conducir en ninguna circunstancia y que, si lo hace, no le permitirás conducir ni utilizar el teléfono. Recuérdale que enviar mensajes de texto al volante es ilegal en la mayoría de los estados.

Para ayudar a tu hijo a resistir la tentación de enviar mensajes de texto mientras conduce, podrías pedirle que firme una promesa y se comprometa a conducir sin distraerse. Predica con el ejemplo, poniendo tu teléfono celular en la guantera cuando conduzcas, y pídele a tu hijo adolescente que haga lo mismo. También puedes usar aplicaciones que bloquean el envío de mensajes de texto al conducir.

Impone consecuencias

Si tu hijo adolescente no está dispuesto a seguir las reglas y expectativas que estableciste —o si crees que el uso del celular para enviar mensajes de texto interfiere en sus tareas escolares o en otras responsabilidades—, debes actuar. No permitas que tu hijo adolescente envíe mensajes de texto o imágenes por teléfono, o quítale el celular.

Recuérdale a tu hijo adolescente que tener un teléfono celular es un privilegio, no un derecho. Prevenir las consecuencias potencialmente graves supera cualquier reacción de ira que pudiera tener tu hijo adolescente.

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