Pide que no sabes cuándo te van a dar

Lun, 09/04/2017 - 12:48
Hablemos de los "quickies", en español 'los rapiditos, ráspalo, chas chas, pin pun pan'.

Estuve leyendo un artículo en una revista que hablaba, en inglés, de algo llamado los Quickies, que no son más que lo que llamamos nosotros los rapiditos, ráspalo, chas chas, pin pun pan, etc. Tiene muchos nombres, pero son los encuentros sexuales con esposos(as), novios(as), arrimes, asuntos, o machuques, que suceden precisamente, rapidito. Los expertos hablan en el artículo de lo importante que pueden ser en el mundo de hoy y sugieren cómo, cuándo y dónde hacerlos.

Me resultó muy interesante toda la vaina, pero luego me detuve a pensar cómo veo yo ese tema: pues, como cualquier otro macho de la especie, es decir, yo propongo y ella dispone. Me puse a analizar mi matrimonio y mis relaciones anteriores y siempre fue igual, yo y como yo todos mis congéneres, siempre queremos, cuando sea, como sea y donde sea.

Nunca olvidaré una estrategia que siempre usó un buen amigo de la infancia (cuyo nombre me guardo para que su esposa no lo mate) que luego apliqué en alguna oportunidad, era sencilla y muy efectiva y la llamábamos; amor por obstinación. Consistía en tomar alguna parte de la vestimenta de tu pareja o bien algún rincón de sus extremidades superiores y haciendo un movimiento delicado, pero firme y sobre todo repetitivo, acompañando éste con una letanía de la tercera persona del imperativo junto a los pronombres reflexivos correspondientes del verbo Dar, esto se traduce en cristiano en: Dámela, dámela, dámela, dámela…”.   

No era garantizado, pero luego de acoquinar a tu pareja con semejante terrorismo físico y psicológico, algo ibas a recibir, quizás un besito, tal vez un “más tarde”, o de repente, si eras realmente efectivo y habías dominado estas artes, te ganabas el premio mayor. ¡Boom! ¡Fiesta!

Pero el caso es que nosotros siempre queremos y no nos importa cómo, dónde o cuándo, es una simple relación de volumen, cantidad, la calidad no se cuestiona, de eso habrá que hablar en otra oportunidad porque los estándares entre hombres y mujeres cambian dramáticamente, pero pensando de nuevo en el artículo, todo el concepto de los Quickies pierde fuerza con el hecho de que es un mito total que todo el asunto dura más que eso, no nos engañemos: ¡Todos son Quickies!

Esto me lleva a concluir, de manera primitiva y sumamente empírica (Es decir, porque me da la gana), que mientras apoyo el tema que expone la publicación y que creo que una vida sexual sana es parte del secreto de la longevidad de las relaciones y de las propias personas, también debo decir que quizás la causa de tantos problemas de pareja es la falta de solicitudes.

¡Pide que no sabes cuándo te van a dar! 

  • Compartir: