¿Segura que estás usando los antibióticos correctamente?

Mié, 05/30/2018 - 17:30
Los antibióticos pueden salvar vidas, pero su mal uso ha aumentado la cantidad de microrganismos resistentes a los medicamentos. Entérate cómo puede afectarte y qué hacer para prevenir la resistencia a los antibióticos.

[Escrito por personal de Mayo Clinic]

Los antibióticos son medicamentos importantes. Sería difícil exagerar el beneficio que la penicilina y otros antibióticos han desempeñado en el tratamiento de infecciones bacterianas, la prevención de la propagación de enfermedades y la minimización de complicaciones graves de las enfermedades.

No obstante, algunos medicamentos que solían ser tratamientos estándar para las infecciones bacterianas ahora son menos efectivos o directamente no funcionan. Cuando un antibiótico ya no tiene efecto en determinada cepa de bacterias, se dice que esas bacterias son resistentes a los antibióticos. La resistencia a los antibióticos es uno de los principales problemas de salud en el mundo.

El uso excesivo y mal uso de los antibióticos son factores fundamentales que contribuyen a la resistencia a los antibióticos. El público general, los médicos y los hospitales tienen una función que realizar para garantizar que los medicamentos se usen de manera adecuada y minimizar la resistencia a los antibióticos.

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¿Qué causa resistencia a los antibióticos?

Una bacteria es resistente a un medicamento cuando ha mutado de manera tal que queda protegida contra el efecto del medicamento o lo neutraliza.

Cualquier bacteria que sobreviva a un tratamiento con antibióticos puede luego multiplicarse y transmitir sus propiedades de resistencia. Además, algunas bacterias pueden transmitir sus propiedades de resistencia al medicamento a otras bacterias, como si compartieran las respuestas de un examen para ayudarse a sobrevivir.

Es normal y de esperar que las bacterias adquieran resistencia a un medicamento. No obstante, la manera en que se utilizan los medicamentos afecta la rapidez y el grado en que se produce la resistencia al medicamento.

Uso excesivo de antibióticos

El uso excesivo de antibióticos (especialmente, tomar antibióticos aunque no sean el tratamiento adecuado) promueve la resistencia a los antibióticos. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, entre el 33 y el 50 por ciento de la administración de antibióticos a los seres humanos es innecesaria o inadecuada.

Los antibióticos tratan las infecciones bacterianas, no las infecciones virales. Por ejemplo, un antibiótico es el tratamiento adecuado para la amigdalitis estreptocócica, causada por la bacteria Streptococcus pyogenes; pero no es el tratamiento correcto para la mayor parte de los dolores de garganta, que son consecuencia de un virus.

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Algunas infecciones virales frecuentes que no requieren tratamiento con antibióticos son: 

  • Resfrío

  • Gripe (influenza)

  • Bronquitis

  • La mayoría de los casos de tos

  • La mayoría de los dolores de garganta

  • Algunas infecciones de oído

  • Algunas infecciones de los senos paranasales

  • Gastroenteritis vírica (gripe estomacal)

Tomar un antibiótico para una infección viral:

  • No curará la infección

  • No impedirá que otros se contagien

  • Puede provocar efectos secundario innecesarios o nocivos

  • Promueve la resistencia a los antibióticos

Si tomas un antibiótico cuando en realidad tienes una infección viral, el antibiótico atacará las bacterias presentes en tu cuerpo, ya sea las bacterias beneficiosas o las que no están causando la enfermedad. Este tratamiento mal dirigido puede promover propiedades resistentes a los antibióticos en las bacterias inofensivas, las cuales a su vez pueden compartirlas con otras bacterias, o crear la oportunidad para que las bacterias potencialmente nocivas reemplacen a las inofensivas.

Tomar antibióticos de forma responsable

Es tentador dejar de tomar el antibiótico en cuanto te sientes bien, pero es necesario que completes el tratamiento para eliminar a las bacterias que produjeron la enfermedad. Si no tomas los antibióticos según la prescripción, tal vez luego tengas que reanudar el tratamiento y eso puede promover que las propiedades de resistencia a los antibióticos se extiendan entre las bacterias nocivas. 

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Consecuencias de la resistencia a los antibióticos

Durante muchos años, la introducción de nuevos antibióticos superaba el desarrollo de la resistencia a los antibióticos; pero en los últimos años, la velocidad de la resistencia a los medicamentos ha contribuido a una cantidad cada vez mayor de problemas médicos. 

Anualmente, en Estados Unidos ocurren alrededor de 2 millones de infecciones por bacterias resistentes a los antibióticos, lo cual lleva a 23 000 muertes.

Otras consecuencias de las infecciones por resistencia a los medicamentos son: 

  • Enfermedades más graves
  • Recuperación más larga
  • Hospitalizaciones más frecuentes o más largas
  • Mayor cantidad de consultas médicas
  • Tratamientos más caros

Supervisión de los antibióticos

El uso adecuado de los antibióticos, comúnmente llamado supervisión de los antibióticos, puede ayudar a lo siguiente:

  • Conservar la eficacia de los antibióticos actuales
  • Prolongar la vida de los antibióticos actuales
  • Proteger al público de las infecciones resistentes a los antibióticos
  • Evitar los efectos secundarios del uso inadecuado de antibióticos

Muchos hospitales y asociaciones médicas han implementado nuevas pautas de diagnóstico y tratamiento para garantizar que los tratamientos sean eficaces contra las infecciones bacterianas y reducir el uso inadecuado de los antibióticos.

El público también interviene en la supervisión de los antibióticos. Tú puedes ayudar a reducir la posibilidad de que aparezca una resistencia a los antibióticos si tomas las siguientes medidas:

  • No presiones al médico para que te recete antibióticos. Pídele que te aconseje cómo tratar los síntomas.
  • Practica buenos hábitos de higiene para evitar las infecciones bacterianas que necesitan tratamiento con antibióticos.
  • Asegúrate de recibir y que tus hijos reciban las vacunas recomendadas. Algunas vacunas recomendadas protegen contra las infecciones bacterianas, como la difteria y la tosferina (coqueluche).
  • Reduce tu riesgo de contraer una infección bacteriana por intoxicación alimentaria. No bebas leche cruda, lávate las manos y cocina los alimentos hasta que lleguen a la temperatura interna correcta.
  • Adminístrate los antibióticos solamente según te los recetó el médico. Toma la dosis diaria correspondiente y completa todo el tratamiento.
  • Nunca tomes el antibiótico que te haya sobrado de una enfermedad para otra posterior, porque puede no ser el antibiótico correcto y tampoco recibirás el tratamiento completo.
  • Nunca tomes los antibióticos recetados para otra persona.

 

 

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