Descubre el esplendor de la cultura Mochica de Perú, en Panamá

Lun, 03/11/2019 - 16:00
“Sipán: Misterio y Esplendor en el norte del Perú” se exhibirá del 1 al 31 de marzo en la Plaza del Delfín de Albrook Mall y contará con una exposición más pequeña en el Aeropuerto Internacional de Tocumen.

¿Te imaginas descubrir los tesoros de la antigua cultura Mochica? Durante el mes de marzo se podrá apreciar en Panamá parte de la riqueza arqueológica de esta civilización prehispánica del Perú, desarrollada entre los años 100 y 800 d. C., por medio de la exhibición “Sipán: Misterio y Esplendor en el norte del Perú”.

La exhibición es presentada por el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo, a través de PROMPERÚ y la Oficina Comercial del Perú en el Exterior (OCEX) de Panamá, con el apoyo del Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú y Copa Airlines. Es una réplica de la tumba del Señor de Sipán y la corte que lo acompañaba con su respectivo ajuar funerario.

Según los estudios existentes, el Señor de Sipán murió hace 1770 años y como soberano era considerado un semidiós. Los cálculos indican que vivió aproximadamente 30 años y que fue enterrado tras elaborados rituales y sacrificios. En su tumba se hallaron un total de 600 piezas de oro, plata y piedras preciosas y, junto con su féretro, se encontraron los ataúdes de siete guardianes y tres mujeres jóvenes, la osamenta de un niño y los esqueletos de dos llamas y un perro. Poco después del hallazgo de la tumba principal, el arqueólogo Dr. Walter Alva y su equipo encontraron dos tumbas más, llamadas la del Sacerdote y la del Viejo Señor de Sipán.
 
“Sipán: Misterio y Esplendor en el norte del Perú” se desarrollará en paralelo en dos escenarios diferentes, una más pequeña que destaca elementos clave del Señor de Sipán y la cultura mochica, así como la oferta turística del norte peruano, en el aeropuerto internacional de Tocumen; y la muestra completa situada en el centro comercial Albrook Mall, en la Plaza del Delfín.
 
La muestra en Albrook Mall, reproduce al Señor de Sipán junto con su corte real, todos ellos ataviados de la época y con las réplicas de sus ornamentos principales, donde destacan las orejeras de oro y turquesa, el collar de frutos de maní, estandartes y demás emblemas de rango de este gobernante moche. Todas estas piezas fueron confeccionadas en el propio museo por artesanos locales y restauradores de esa zona.
 
“El Señor de Sipán murió hace 1770 años y como soberano era considerado un semidiós. Calculamos que vivió aproximadamente 40 años y que fue enterrado tras elaborados rituales y sacrificios. En su tumba hallamos un total de 600 piezas de oro, plata y piedras preciosas y, junto con su féretro, los ataúdes de siete guardianes y tres mujeres jóvenes, la osamenta de un niño y los esqueletos de dos llamas y un perro”, relató el doctor Walter Alva Alva, el arqueólogo que lideró los trabajos que llevaron a descubrir las tumbas reales del Señor de Sipán y el Viejo Señor de Sipán, en 1987.
 
“Desde el hallazgo de la tumba del Señor de Sipán, en Huaca Rajada, los trabajos de excavación han continuado con nuevos descubrimientos que nos han permitido reconstruir una parte desconocida de la cultura moche. Hasta ahora hemos descubierto un total de 16 tumbas”, agregó Alva.

Un descubrimiento con valor universal

La repercusión mundial de este descubrimiento –comparado en su momento con el de la tumba del faraón Tutankamón, de Egipto– ha convertido a la región de Lambayeque en uno de los centros de turismo cultural más importantes del mundo y ha propiciado la construcción de un museo propio, el de las Tumbas Reales de Sipán, inspirado arquitectónicamente en las antiguas pirámides truncas de la civilización moche. Inaugurado en 2002, custodia en su interior más de dos mil piezas de oro.
 
Perú fue cuna de algunas de las culturas prehispánicas más importantes del continente americano y su asombroso y cuidado legado nos permite descubrir, hoy por hoy, el avanzado nivel de desarrollo que alcanzaron estas civilizaciones. En el norte del país, la cultura mochica (preinca), destaca especialmente. Hablar de la Ruta Moche es hablar de ciudades y pueblos llenos de historia y de una riqueza arqueológica inigualable. Recorrer este extenso territorio es sumergirse en una de las culturas más importantes que se asentaron en Perú entre los años 100 y 900 d.C.
 
Con la muestra “Sipán: Misterio y Esplendor en el norte del Perú”, el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo de Perú y PROMPERÚ quieren dar a conocer en Panamá los atractivos culturales y gastronómicos del norte de Perú y fomentar el nexo entre Ciudad de Panamá y Chiclayo, por medio de los vuelos directos que hace dos veces por semana la aerolínea Copa Airlines entre la capital lambayecana y Panamá y viceversa.

Chiclayo, la puerta hacia la Ruta Moche

Famosa por su exquisita gastronomía, Chiclayo se erige como el “hub” perfecto para visitar la región norte de Perú y conocer toda su oferta turística a través de tres rutas claramente diferenciadas y en un radio menor a los 200 kilómetros de distancia: La Ruta cultural, la Ruta de aventura y la Ruta natural. 
 
Para lograr una completa inmersión en la cultura Mochica, los visitantes pueden visitar sitios de interés cultural como los museos: Museo Arqueológico Nacional Brüning, el Museo Nacional Sicán, el Museo de Sitio de Túcume y Huaca Las Balsas, Huaca Rajada Sipán o los complejos arqueológicos ‘El Brujo’, ‘la Señora de Cao’ y la ‘Ciudadela de Chan Chan’, este última muy cercana a la ciudad colonial de Trujillo. Además de estos, los viajeros no pueden dejar de visitar el ya mencionado Museo Tumbas Reales de Sipán. 
 
Los aficionados al turismo de naturaleza podrán dirigirse hacia el Santuario Histórico Bosque Pómac, un bosque seco con más de 30 pirámides pertenecientes a la cultura Lambayeque, al Refugio de Vida Silvestre Laquipampa o la Reserva Ecológica Chaparrí donde se preservan especies en peligro de extinción como el oso de anteojos, la pava aliblanca y el cóndor andino.
 
El turismo de aventura en la zona norte de Perú reserva para los viajeros experiencias inigualables como los paseos en los caballitos de totora en los balnearios de Pimentel y Huanchaco en la ciudad de Trujillo, o playas que hacen la realidad los sueños de los surfistas más experimentados como Pacasmayo o Puerto Chicama, conocida por poseer la ola izquierda más larga del mundo.
 
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