Medicina natural

Jue, 11/26/2015 - 18:58

Puede ser que en algún momento hayas escuchado comentar de algún familiar o amigo acerca de su visita al homeópata, acupunturista o naturista. Este tipo de acciones ha pasado a ser muy común en las últimas décadas, dado que existe cierta corriente o necesidad, por parte de la sociedad, de buscar nuevas alternativas en “la medicina no convencional” para mejorar sus padecimientos. Al hablar de “medicina alternativa” nos referimos al término que se usa para describir las prácticas utilizadas de forma independiente o en lugar de la medicina convencional. Adicionalmente, existen diferentes ramas de esta, como “la medicina complementaria”, que es la empleada como complemento a los tratamientos médicos convencionales y la “medicina integral”, que es la combinación de los tratamientos médicos convencionales y alternativos que tienen alguna prueba científica de eficacia.

El Centro Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa (NCCAM, por sus siglas en inglés), menciona que los medicamentos botánicos o de hierbas existen desde los primeros intentos del ser humano para mejorar su condición. Tal es el ejemplo del “hombre de hielo”, una momia humana prehistórica descubierta en los Alpes italianos en 1991, en donde se encontraron, como objetos personales, hierbas medicinales. Hacia la Edad Media se habían inventariado miles de remedios botánicos por sus efectos medicinales para el cuerpo. Así mismo, hoy en día los remedios de la abuela siguen persistiendo, por ejemplo la cebolla, que puede curar un resfriado común, mientras que el ajo ayuda a combatir hongos, bacterias y virus.

 

¿Qué es la homeopatía?

La medicina homeopática se basa en el principio de similitud, es decir, una misma sustancia responsable de determinados síntomas también puede aliviarlos o neutralizarlos, siempre y cuando se administre de forma correcta (lo semejante con lo semejante se cura). Por ejemplo, la cafeína produce insomnio o taquicardias, pero también puede inducir un ritmo cardiaco normal. Mediante esta se busca estimular la capacidad del cuerpo de curarse a sí mismo, mediante dosis muy pequeñas de sustancias altamente diluidas. Los medicamentos utilizados proceden tanto del reino vegetal como del animal y del mineral y se presentan en tabletas, gotas, rociadores orales, glóbulos y pequeñas esferas. Esta vertiente es controversial, ya que existe poca evidencia científica que la apoye como un tratamiento eficaz en condiciones específicas, resalta el Centro Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa; sin embargo, hay defensores en todo el mundo que aseguran haberse sentido mejor. En Reino Unido existen hospitales homeópatas como el Royal Homeopathic Hospital de Londres y el Glasgow Homoeopathic Hospital. En Panamá hay centros homeópatas y doctores que la practican, como el caso del Dr. Chial, que pertenece al Centro Médico Omega y la Clínica Pinzón.

 

Acupuntura china

Es una de las prácticas curativas más antiguas del mundo. Como parte de la medicina tradicional china, se basa en el concepto de que la enfermedad resulta de la interrupción en el flujo del qi y del desequilibrio en las fuerzas del yin y el yang. La acupuntura se realiza insertando delgadas agujas metálicas estériles en la piel, para tratar enfermedades locales e internas. Su objetivo es eliminar los bloqueos en el flujo del qi y restaurar y mantener la salud a través de la estimulación de puntos específicos del cuerpo; se considera parte de la medicina complementaria. Entre las dolencias tratadas se encuentran las migrañas, el estrés, los problemas digestivos, náuseas del embarazo, adicciones al tabaco y muchos más. Incluso, la Organización Mundial de la Salud (OMS) presenta un listado de enfermedades y desórdenes en los que se ha comprobado que la acupuntura ha sido eficaz. Por otro lado, durante la primera visita al consultorio, el médico puede pedirle el historial acerca de su estado de salud, estilo de vida y comportamiento. El especialista querrá obtener una imagen completa de las necesidades del tratamiento y los comportamientos que pueden contribuir a su condición.
En cuanto al dolor, muchas personas pueden experimentar diferentes sensaciones, algunas pueden presentar un dolor mínimo o nulo, mientras que otras se sienten energizadas o relajadas.

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