Embarazos en niñas de 14 años se duplicaron durante 2019

Vie, 09/25/2020 - 12:44
Cada 26 de septiembre se conmemora el Día de la Prevención del Embarazo en la Adolescencia. En el marco de la fecha la UNFPA realiza conversatorios virtuales para crear conciencia.
La maternidad es un motivo de celebración y realización para muchas mujeres. Sin embargo, hay un momento para ser madre. La adolescencia no es el momento adecuado. La maternidad en la adolescencia, en la mayoria de los casos trae consecuencias negativas e irreversibles; todo el proyecto de vida de la adolescente cambia, su dependencia económica se incrementa y sus perspectivas educativas y laborales se evaporan.
 
 
Se estima que 16 millones de niñas, entre los 15 y 19 años, dan a luz anualmente, y un 95% de esos nacimientos se producen en países en desarrollo. La región de América Latina y el Caribe ocupa el segundo lugar en cuanto a maternidad adolescente con 62 nacimientos por cada 1,000 niñas adolescentes entre 15 y 19 años y quienes por lo general viven en situación de pobreza y con un limitado acceso a servicios sociales básicos.
 
 
Mientras en Panamá la estadística de los embarazos en adolescentes de 15 a 19 años muestran un leve y progresivo descenso; el perverso fenómeno de niñas y adolescentes de 10 a 14 años aumenta, según el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) Panamá. Todo indica a que, en 2019, los embarazos en niñas de 14 años o con menor edad sumaron algo más de mil embarazos, el doble que en 2018.
 
 
 

No debe sorprendernos que la situación se haya agudizado por la interrupción de los servicios de salud sexual y reproductiva causada por la pandemia del COVID-19. En muchos países los centros de salud cerraron y la disponibilidad de recursos financieros para la ejecución de  programas de salud sexual y reproductiva para adolescentes y jóvenes, quedó restringida.

 

Un alto costo y un futuro incierto

Para muchos la situación es preocupante, no solo por las consecuencias inmediatas que esto trae para las niñas y adolescentes, sino por la pérdida de sus oportunidades de desarrollo, así como  por los altos costos económicos que tiene el embarazo temprano para el Estado y la sociedad.

 

El costo de cada embarazo adolescente en América Latina y el Caribe alcanzó, en 2018 en promedio, el equivalente a 1.210 dólares anuales. Este número considera lo que las mujeres dejan de ganar porque trabajan menos, porque trabajan en empleos peor remunerados y porque, al ganar menos también pagan menos impuestos. Multiplicado por el millón y medio de embarazos adolescentes anuales esto equivale a pérdidas de oportunidades para las madres jóvenes y para los estados superiores a 1.800 millones de dólares anuales.

 

UNFPA reconoce los esfuerzos que han hecho los países en la formulación de planes nacionales de salud reproductiva y desarrollo en América Latina y el Caribe; sin embargo, advierte, es muy importante  monitorearlos y evaluarlos, en base a la evidencia disponible. "Esto nos permitirá revaluar las intervenciones que no funcionan, incluidas las campañas, y reforzar aquellas que han arrojado resultados positivos para llegar, de un modo eficaz, a los adolescentes que viven en condiciones de vulnerabilidad, especialmente aquellos pertenecientes a comunidades más pobres,  indígenas, afrodescendientes y migrantes", señaló en su declaración Harold Robinson, Director de la UNFPA para América Latina y el Caribe.

 

Para Robinson, "es probable que a partir de esas revaluaciones podamos asegurar que los recursos sean invertidos en acciones concretas cuya eficacia sea comprobada, y se formulen programas sostenibles en el tiempo y a gran escala". Adicionalmente dijo es importante darle prioridad a las zonas geográficas y segmentos socioeconómicos de mayor prevalencia, así como a los países que se encuentran en situaciones frágiles y de crisis humanitarias. Todo ello permitirá crear un ambiente propicio para la salud y los derechos sexuales y reproductivos de las adolescentes.

 

"Si estos compromisos se aplican con rigurosidad, sin lugar a dudas se contribuirá a la reducción del embarazo adolescente y se brindará un importante apoyo para que las niñas y adolescentes ingresen a la vida adulta como ciudadanas empoderadas, conocedoras de sus derechos y con mejores oportunidades para desarrollar todo su potencial", aseveró.

 

Crear conciencia

Hoy se observa a nivel regional “la Semana de la Prevención del Embarazo Adolescente”, la cual tiene como objetivo evitar las consecuencias del embarazo no planificado en este grupo etario. En este esfuerzo, el Fondo de Poblacion de las Naciones Unidas hace un llamado urgente para que los gobiernos de la región apliquen estrategias y medidas inmediatas enfocadas en la reducción del embarazo adolescente. 

 

"Tenemos frente a nosotros el desafío  de atender  una de las más severas  crisis que hemos vivido, pero también la gran oportunidad de encontrar nuevos caminos de desarrollo humano y económico. El llamado es a no quedarnos inmóviles y no dejar a nadie atrás. Todos —autoridades, asociados regionales, sociedad civil, sector privado, social, educativo y sanitario, comunidades y padres— debemos sumarnos de manera urgente hacia la aceleración del progreso para la reducción del embarazo adolescente. Nuestras niñas y adolescentes necesitan que las apoyemos y les ofrezcamos oportunidades reales. Ella, como todos, merece gozar del ejercicio pleno de sus derechos y libertades fundamentales".

 

La educación sexual toma un papel fundamental en la prevención. En el informe “Vivencias y relatos  sobre  el embarazo  en adolescentes: Una aproximación a los factores culturales, sociales y emocionales a partir de un estudio en seis países de la región”, realizado por el Plan International y Unicef, se revela que entre los motivos por los que muchas adolescentes quedan embarazadas a tan corta edad está la falta de información, la falta de oportunidades, las expectativas sociales y la violencia sexual.

 

Otro informe, el de “Aceleración del progreso hacia la reducción del embarazo en la adolescencia en América Latina y el Caribe”, presentado en febrero del 2018 por la OMS y la OPS, señala que en algunos países las niñas adolescentes sin educación o con solo educación primaria, tienen cuatro veces más posibilidad de quedar embarazadas que adolescentes con educación secundaria o terciaria. De la misma manera, la probabilidad de empezar a concebir hijos es entre tres y cuatro veces mayor en las adolescentes de hogares más pobres en comparación con las que viven en estratos socioeconómicos más altos en el mismo país. Las niñas indígenas, en particular en áreas rurales, también tienen una mayor probabilidad de tener un embarazo a temprana edad.

 

Expertos han señalado la necesidad de ipartir Educación Sexual en las aulas, a pesar de que sigue siendo tabú, como un tema de autocuidado.

 

Cada 26 de septiembre se conmemora el Día de la Prevención del Embarazo en la Adolescencia, como un llamado a que las y los jóvenes tengan acceso a la información y orientación necesaria para construir proyectos de vida saludables y productivos. En el marco de la celebración y del Día Internacional de la Niña y la Adolescente (11 de octubre), se ha preparado el Ciclo de conversatorios virtuales: Prevención del Embarazo Adolescente, ¡hablemos todos! tiene el propósito de visibilizar esta situación. 

 

Hoy, más temprano se llevó a cabo el conversatorio El Estado frente al fenómeno de la niña-madre, con la participación de Esmeralda Arosemena de Troitiño, Comisionada de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos; Maruquel Castroverde, Secretaria de Derechos Humanos del Ministerio Público; Carlos Smith, de Masculinidad por Equidad; Melany Guajardo, de Fundación Unidos por la Niñez.

 

Los próximos conversatorios serán:

VIH, ITS y embarazos a temprana edad, ¿por qué las adolescentes no se protegen?

Fecha: Jueves 1 de octubre

Hora: 10:00 a 11:00 a.m.

 

Hablar de los problemas de la adolescencia sin ellos. Fórmula equivocada.

Fecha: Viernes 9 de octubre

Hora: 2:00 a 3:00 p.m.   

Incríbete aquí.

 

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