Bachelet y Malala recalcan el peso de la educación en empoderamiento femenino

Lun, 03/25/2019 - 14:55
Las activistas se dieron cita en Japón en la Asamblea Mundial de la Mujer

Por María Roldán

La alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, y la premio nobel de la Paz Malala Yousafzai defendieron en un foro en Tokio la importancia de la educación en el empoderamiento de las mujeres.

El desarrollo tecnológico "puede usarse para mejorar la situación de la mujer, para que todos puedan tener acceso a esa transformación tecnológica", dijo Malala durante su intervención en el primer panel de debate de la quinta edición de la Asamblea Mundial de la Mujer (WAW, por sus siglas en inglés).

La activista paquistaní señaló que es necesario invertir para lograr la transformación tecnológica y que garantizar el acceso a la misma no es una cuestión sólo de países subdesarrollados, "sino un problema global" que debe afrontarse desde la educación.

"La educación de la mujer es una de las inversiones más beneficiosas que podemos hacer", considera la joven de 21 años, que recordó que hay más de 130 millones de niños que no pueden acceder a ella y que dos tercios de los analfabetos mundiales son mujeres.

La expresidenta chilena se mostró de acuerdo con la importancia de la educación, que considera "esencial" no sólo en términos académicos sino de valores, que necesitan una transformación integral para acabar con los prejuicios y roles tradicionalmente asociados a las mujeres que obstaculizan su desarrollo.

La alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos considera que sigue habiendo "estereotipos que a veces hacen sentir a las mujeres que no hay incentivos para que se decanten por áreas" profesionales tradicionalmente dominadas por varones, como la tecnológica, donde la brecha salarial sigue siendo muy elevada.

Entre otros obstáculos y problemáticas que afectan a las mujeres están la violencia de género y el abuso sexual, "que impiden la participación de las mujeres en actividades sociales" y en determinados ámbitos laborales, señaló la exmandataria chilena.

Bachelet recalcó que "los problemas de las mujeres no son sólo una cuestión de los ministerios de la mujer, sino de todas" las instancias, e hizo un llamamiento para "identificar cuáles son las brechas existentes y desarrollar políticas para solucionarlas".

La también exministra de Defensa chilena indicó que desde el organismo multinacional están "trabajando no sólo en pensar en el papel de la tecnología para expandir las capacidades de la mujer, (...) sino también en su lado oscuro" y cómo gestionar "el mal uso de la misma contra los humanos y contra las mujeres en particular".

En el panel también participaron el presidente de la Universidad de Osaka, Shojiro Nishio, y la ministra de Exteriores de Bulgaria, Ekaterina Zaharieva, que recordó que pese a que el 52 % de los europeos son mujeres, sólo el 30 % emprenden, entre otros motivos, porque tienen mayores dificultades a la hora de obtener créditos.

"Si queremos construir una sociedad siempre es necesaria la participación de la mujer", dijo Bachelet minutos antes de comenzar el panel de debate, en uno de los discursos inaugurales de la WAW, en el que destacó la importancia de educar a las mujeres e incluirlas en la gobernaza para afrontar los retos mundiales.

"Si no podemos presentar soluciones que incluyan a la mitad de la población, que son mujeres, seguramente no podremos lograr una solución" para los retos globales existentes, sentenció.

La WAW se celebra anualmente en Japón desde 2014 para analizar la situación de la mujer e intentar mejorarla.

Entre otros asistentes de la quinta edición del foro estuvo la vicepresidenta de Argentina, Gabriela Michetti, que ofreció junto a Bachelet y Malala otro de los discursos inaugurales de la cita.

Michetti argumentó que hay que seguir trabajando para generar "los espacios y las políticas públicas necesarias para erradicar las situaciones de violencia existentes contra la mujer" y darle prioridad a este tema "a través de un diálogo constructivo".

"Dejemos de confrontar. No se logran mayores cambios si se avanza por el camino del conflicto permanentemente. Que no aparezca lo femenino y propio de la mujer en confrontación con lo masculino y propio del hombre", dijo la vicepresidenta argentina, que añadió que "querer y amar la diversidad nos permite cambiar la mirada y ser flexibles". 

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