MET GALA 2016, la invasión del mal gusto

Vie, 05/06/2016 - 19:09
El tema de este año era: “Manus x Machina: Fashion in an Age of Technology.”, y las celebridades lo dieron todo.

 

Erase una vez una noche en donde las celebridades y modelos hacían su entrada triunfal al llegar a la alfombra roja, estas lucían ostentosos e irreverentes vestidos. Esta era la premisa de noche del Met Gala. El evento que organiza la dama mayor de la moda: Anna Wintour, conocida por su actuar frío y estratégicamente en la dirección de VOGUE, según The Devil Wear Prada.

 

En aquella noche de glamour hubo de todo: en la categoría de "menos tela es mejor": Madonna, sin lugar a duda gana el premio; su atuendo: un mantel de encaje ceñido al cuerpo con cintas al estilo ninja y fusionado con una diadema y peinado sacado de Games of Thrones, dejó a más de tres con el signo de interrogación.  La "reina del pop" se ha defendido diciendo que su vestimenta -diseñada por Riccardo Tisci- era su posición política a la sociedad sexista que no permite ver a una mujer de cierta edad vestida, según dice ella, de manera sensual.

 

 

Después de la aparición de la "reina del pop" tenemos en escena al ejercito de ojalata, marchando en primer lugar: Kim y Kanye West. La pareja fashionista, llevó de arriba a abajo cristales; sus trajes, casí sacados de una batalla medieval fueron de Balmain.
Nos encantó el detalle de Kanye West, irreverente como él solo, lentes de contacto azules...  Sus hermanas, la doncella Kyle siguió los pasos de su hermana Kim y optó por un traje de mallas a prueba de espada. Mientras que la otra doncella Kendall, tuvo mejor gusto y salvo su reputación.

 

 

 

EL Met Gala también trajo del espacio a su representante: Lady Gaga. Después de limpiar su nombre en lo que respecta a moda y lucir trajes elegantes, regreso a lo que le es habitual: zapatos espaciales y el look estrambótico. Lo cierto es que extrañamos a la Gaga glamurosa que hace días demostraba una faceta de artista madura que no necesita ostentar para llamar la atención.  Pero bien, ya veremos el próximo disfraz.

 

 

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