Benjamín Eisenman: una promesa de la magia

Lun, 07/02/2018 - 16:59
Panameño de nacimiento, Benjamín confiesa que se identifica con el judaísmo, la magia y la filmación. Tres aspectos que ha sabido involucrar en su día a día.

No es muy común escuchar sobre magos panameños; realmente es una industria que no ha alcanzado el desarrollo en el istmo. Pero Benjamín Einsenman ha comenzado a formar su carrera de ilusionista y representar a Panamá en el exterior. Nació en la Ciudad de Panamá en 1996, y vivió 19 años en la capital hasta que se trasladó a Estado Unidos para realizar su licenciatura en “Film Studies”, debido a su afinidad por los vídeos y la pasión de mostrar imágenes e historias a través de la pantalla.

Su amor por la magia comenzó a los 16 años, gracias a un amigo, y en la actualidad ha sabido combinar sus dos grandes pasiones para sus proyectos de la universidad.

En 2013 un amigo le mostró un truco de magia, "difícil y complicado, pero sencillo de realizar para principiantes", según comenta, y esto fue el punto de partida para querer entrenarse en ese arte. Comenzó con cartas, y aunque actualmente no las usa en sus presentaciones, manifiesta que las barajas aún le traen seguridad y confianza.

Es cierto que la magia ha evolucionado a través del tiempo. Del conejo dentro del sombrero hasta la mujer partida en dos, el acto como tal se ha vuelto más personal y hasta se realiza en las calles. "En tarima todo se vuelve más teatral; cara a cara lo llena a uno más de emoción, porque se puede ver la reacción de las personas en tiempo real; y callejera es mucha más adrenalina porque permite realizar el acto con objetos –casi- del momento y atraer a cualquier transeúnte", cuenta Benjamín.

Más allá de la magia

A través de la magia, Benjamín, ha logrado crecer como persona. “La magia me da la oportunidad de hacer a la gente alegre, mientras rompo la barrera de lo social, y así el hielo. Cuando comencé me di cuenta que no solo traía felicidad, sino experiencias memorables, y para mí eso es lo más bello.” Relata que, a pesar de siempre haber sido extrovertido, le costaba mucho socializar y a través de esta experiencia ha logrado romper la burbuja en la que vivía.

Su show en Panamá se trata de crear conexiones, no solo con la magia, sino con los actos, la bondad, las familias y amigas. Siempre teniendo empatía, y ese es el mensaje que Benjamín asegura quiere llevar con sus presentaciones. “Una de las conexiones más grandes que hay es la experiencia del asombro. Cuando vamos creciendo, perdemos el sentimiento del asombro porque todo se vuelve normal; la magia te da esa oportunidad en vivo y directo.”

Al preguntarle en qué tres ciudades desea presentarse, Einsenman nombró a Salamanca por ser un lugar lleno de estudiantes y gente joven que aprecia la magia, pero además, para ser el factor de diversión después de tantas horas de estudio. Citó también a Los Ángeles y Miami, que a pesar de haberse ya presentado en la soleada ciudad de Florida, la energía que le transmitió le encantó.

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