La tierna odisea de tener un bebé durante la pandemia

Lun, 06/29/2020 - 12:22
Los excompetidores de ‘Calle 7’, Ana Paula y Adrián, comparten la difícil pero hermosa experiencia de recibir a su hijo Thiago en medio del COVID-19.
Fotografía: sesión de fotos virtual realizada por Bárbara Britvin, de 2B Productions

Fotografía: sesión de fotos virtual realizada por Bárbara Britvin, de 2B Productions

Es normal tener dudas en el embarazo, especialmente si se es una madre primeriza. Y si es en medio de una pandemia, la experiencia puede resultar angustiante.
 
Este es el caso de Ana Paula De León, quien esperaba junto a su pareja Adrián Pérez a su pequeño Thiago cuando el coronavirus llegó a Panamá. Aquel 9 de marzo la deportista estaba en su séptimo mes de gestación.
 
 “Primero me llené de muchísimo miedo, no quería ni salir de la casa. Solo de pensar cómo iba a ser el momento en que me tocara ir al hospital, la seguridad de mi bebé y que no nos fuéramos a contagiar estando allá me daba mucho estrés… Escuchaba muchas noticias de otros países de mujeres embarazadas que se contagiaban y no podían ver a sus bebés al nacer”, cuenta.
 
A pesar del temor, el COVID-19 no fue un impedimento para terminar de disfrutar su embarazo y Ana Paula asegura haber vivido cada momento mágico de la dulce espera.
 
 

El momento del parto

La tarde del 1 de mayo comenzaron los dolores de parto. Aunque la pareja de ex competidores de “Calle 7” creía tener todo bajo control, el miedo por ir al centro médico se apoderó de ellos. “La verdad es una situación muy fuerte, pasan muchísimas cosas por tu mente en ese momento debido a que sabes que ahí hay personas contagiadas”, dice Ana Paula, agregando que al llegar al hospital pudo sentir tranquilidad ante los cuidados y medidas sanitarias que observó, como el uso de mascarillas en pacientes y todo el personal médico y enfermería.
 
Adrián, quien ya tiene experiencia como padre de unas mellas de 4 años (Adriana y Sabrina), pudo percatarse de que los controles en los procedimientos eran mucho más rígidos en relación a una época normal. “Incluso, era muy poco probable que yo pudiese estar en la sala de parto, así de estrictos estaban con este tema; pero con un trabajo profesional del doctor y pruebas de nuevos equipos, pudo darse que yo estuviese”, detalla.
 
Al final, todo salió mejor de lo esperado. “Mi experiencia en el parto (natural) fue muy buena, ni siquiera sentí que había una pandemia en ese momento”, recalca Ana Paula. Thiago Arturo nació a las 6:31 de la mañana, del 2 de mayo.
 

Llegar a casa

Expertos en salud han señalado que para evitar la propagación del virus, las embarazadas deben practicar las mismas medidas de prevención que el resto de la población: cuarentena, usar mascarilla, distanciamiento social, lavar con frecuencia sus manos con agua y jabón, cubrir la tos y los estornudos con el codo flexionado o con un pañuelo desechable y evitar tocarse con las manos sucias ojos, nariz y boca.
 
 
Los nuevos papás lo saben y han tomado las medidas pertinentes, aunque eso signifique un sacrificio. “Con el tema del distanciamiento estoy súper triste porque no he podido ver a mis seres queridos y ellos no han podido conocer a Thiago, solo por videollamada; pero es algo necesario ahorita y sé que pronto estaremos todos juntos disfrutando”, dice Ana Paula.
 
Las hermanas de Thiago tampoco pudieron visitarlo al principio, a pesar de que estaban muy emocionadas con la llegada del bebé. “Cuando estalló el coronavirus aquí en Panamá no las vi por un buen tiempo, ya que lo mejor para ellas era no salir de su casa; pero ya con las medidas adoptadas por las autoridades de salud he podido compartir con ellas y que conozcan a su hermano”, asegura Adrián. Menciona que las mellas han tomado muy bien el nacimiento de su hermanito menor. “¡Increíble! Están todas atentas a él, ayudan en todo lo de él, quieren cargarlo, están enamoradas”.
 
A pesar de las circunstancias, la pareja se las ha ingeniado para adaptarse a la nueva normalidad y disfrutar la llegada de su pequeño. Incluso, han hecho fiestas virtuales para celebrar el acontecimiento. 
 
Para evitar el contagio, Ana Paula también se asegura de comer saludable, lavarse las manos frecuentemente y permanecer en casa. Adrián es quien sale, y al regresar debe quitarse todo en la puerta y bañarse de inmediato.
 
“Es obvio que ahora todo es diferente, debemos tener una higiene impecable, prácticamente estar solos y ni siquiera salir de la casa. Es difícil, pero es la situación, y hay que adaptarse. Cuando pase nos desquitaremos, porque nos encanta pasear, más que todo al interior del país”, asevera Adrián.
 

 Lecciones de vida

Las autoridades sanitarias recomiendan mantener el contacto piel con piel de la madre y el bebé, y ofrecer lactancia materna, incluso si ella tuviera COVID-19, debido a sus beneficios. 
Ana Paula asevera nunca haber dudado en dar pecho. “Siento que esa es la mejor manera para proteger a mi bebé”.
 
Sobre ser primeriza en una pandemia, la madre confiesa que lo más difícil es la parte mental. “Por el resto, siento que es la misma situación que cuando no habíaCOVID-19, ya que los primeros meses del bebé no se debe sacar, así que igual estaría en casa con él estos meses”. 
 
Aunque no es fácil vivir una pandemia, Ana Paula es consciente de que siempre hay lecciones que aprender. “Primero, que uno debe disfrutar cada momento junto a su familia y seres queridos, porque es muy duro estar lejos de ellos, especialmente en esta etapa tan linda que estoy viviendo. Segundo, hay que apreciar todos los momentos de la vida”.
 
Adrián coincide con Ana Paula y reflexiona que en un futuro le enseñará a Thiago de toda esta crisis “que debemos saber valorar las cosas simples de la vida como el abrazar, dar un beso, saludar, visitar, etc. Cuando podíamos, tal vez no lo hacíamos mucho, y ahora hace falta, más con tus seres queridos”. 
 
 

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