Marisa Midolo

La aventura en el mundo del “fashion styling” comenzó hace casi 10 años vistiendo a un sinnúmero de personajes locales e internacionales para portadas y sesiones fotográficas de una revista local. Hace algunos años, tomé dos cursos de “Personal Fashion Styling” en London College of Fashion, Inglaterra, al sentir la necesidad de tener más herramientas para ofrecer un verdadero servicio profesional.

La magia detrás de “styling” es enorme. Pero lograr interpretar la individualidad de una persona y convertirla en un cambio importante dentro de su forma de vestir, mirarse en el espejo y proyectarse con las personas alrededor es un éxito muy emocionante para mí.

Para que mi asesoría sea realmente productiva, lo más importante es realizar una verdadera conexión con el cliente, llevarlo con delicadeza a entender los errores que está haciendo y motivarlo a renovarse. La inspiración llega después de conversar y conocerse un poco, pero si el cliente no está abierto y dispuesto a compartir nuevas ideas, es tiempo perdido tanto para él como para mí.

La respuesta clásica sería la silueta, los rasgos, el estilo de vida, los colores apropiados, las proporciones, los cortes y las telas. Pero en verdad lo que debe tener presente a la hora de comprar y vestirse es conocerse a sí misma, aceptarse tal cual como es y liberar todos los miedos que le impiden ser ella misma.

 

Tener estilo es muchas cosas: es cómo caminas, cómo hablas, cómo te mueves, cómo te relacionas con los demás. El estilo viene de adentro, es tu esencia más profunda. Luego puedes mejorar tu imagen, refinarla y lograr resaltar ciertos aspectos de tu personalidad y así poder distinguirte en cada ocasión.

 

En Panamá hay mucho fermento en la moda, especialmente en estos días cercanos al Fashion Week. Hay mucha gente joven, talentosa y creativa. El público se está educando lentamente a consumir el producto local. La ropa original de un diseñador es única y fruto de mucho esfuerzo. La oferta en las tiendas es bastante amplia y actual; sin embargo, la mayoría de la gente tiene propensión a uniformarse y a lucir piezas icónicas de las grandes firmas que expresen el estatus social y el poder adquisitivo de cada uno.

Me interesan y me apasionan un millón de cosas el arte, la música, el teatro, la ópera, la historia, la psicología, el fútbol, hablar con la gente y conocer cosas nuevas, soy curiosa como una niña. Todavía tengo muchos sueños por realizar.