Omar Alfanno

Vie, 03/04/2016 - 13:11
“La única manera de que la salsa vuelva a pegar o renazca es que se haga una fusión entre la salsa y el reguetón”, dijo el artista.

Ha contado varias veces que sus inicios en la música fueron algo de cara y sello, que su mamá tiró una moneda para rifar entre usted y un hermano una guitarra y una radio, ¿qué hubiese pasado si en vez de la guitarra se hubiese ganado la radio?

Hubiera tenido la cadena de radio más grande de todo Panamá (risas); estoy bromeando. No sé, a lo mejor no hubiese pasado nada, a lo mejor hubiese sido lo que yo estudié, odontólogo, o pintor, me encanta la pintura. Pero la verdad creo que cuando mi madre tiró aquella moneda, ya estaba predestinado que yo fuera compositor, así son las cosas del Señor.

¿Recuerda la primera canción que compuso, qué edad tenía?

Se llamó "Quiéreme" y se la hice a una chica que me gustaba, fue una canción preciosa, a veces la canto por allí con amigos. Esta canción concursó y ganó en un festival en Santiago, en la universidad. Tiene un recuerdo grande, mucha gente en Santiago la escuchó, marcó mis inicios, fue en el año 1973.

¿Le ha pasado que a usted le ha encantado una canción que ha compuesto, pero entre el público no ha tenido la misma reacción?

Muchísimas veces, no todas las canciones mías han pegado, imagínate, tengo grabadas 500 canciones y famosas creo que son alrededor 70 u 80. Hay una mayoría que no pegaron, no porque no han gustado, sino que no fueron escogidas como punta de lanza de un disco, pero me sorprendo cuando en la calle me topo con gente que me dice “tú hiciste cierta canción y ¿por qué no salió?”, entonces yo les explico eso: las compañías de canciones eligen cuál será la punta de lanza de un disco. Siempre ha dejado saber el amor por su esposa, Carmen.

¿Cómo o cuál ha sido su clave de éxito en el matrimonio?

Creo que la base de toda relación debe ser el amor, aunque suene trillado, después vienen los hijos, que son los que amalgaman la relación porque te hacen un reto en común; también se necesita la tolerancia, a veces hay discusiones, el matrimonio que no tiene discusiones es porque algo está pasando. También llega un momento en que ya estás más maduro, piensas diferente y la llama del amor existe y entonces le das a tu pareja el espacio que merece y necesita.

¿Considera ingrato el trabajo de compositor, que muchas veces queda oculto por el éxito del intérprete?

Sí, yo he luchado fervientemente contra eso desde que empecé a componer, hay veces que en la radio por ejemplo dicen la canción de fulano de tal (nombre del cantante), nosotros somos como la persona que construye el edificio y cuando cortan la cinta de inauguración no está. Hace años hicimos una campaña en Estados Unidos porque no se nos ponía el nombre en la revista “Billboard”, y gracias a esas cartas que enviamos se logró mucho, ahora ha cambiado un poco.

¿Se arrepiente de haber dado sus canciones a algún cantante, ya sea porque no va con el artista u otra razón?

Sí, pero no te voy a decir nombres para no herir susceptibilidades, y eso fue porque yo no entregué personalmente la canción, sino que lo hizo mi publicadora de los Estados Unidos. Ahora esta compañía me llama, me hace una lista de intérpretes y yo escojo a los que les voy a componer, me fijo en si puedo o no con ese género, así nos ahorramos un momentito amargo.

¿Alguna vez se ha llevado la mano a la cabeza cuando escucha alguna de sus canciones en otra versión y no le ha gustado?

Casi no me ha pasado porque eso se respeta mucho, eso no se puede hacer, tienen que pedir el permiso al compositor, si no, están infringiendo en derecho autorial.

¿Qué tan importante es la canción “El gran varón” para Omar Alfanno?

¡Uff! quizá la más importante que he compuesto, fue la que me puso en el mapa. “El gran varón”, cuando yo la hice, fue una canción que marcó un antes y un después de muchas cosas.

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