La New York Fashion Week experimenta cambios bajo el mando de Tom Ford

Mié, 09/04/2019 - 15:21
Nuevamente en la Gran Manzana se podrá respirar moda del 6 al 11 de febrero
Pasarela de Naeem Khan

Pasarela de Naeem Khan

Por: Nora Quintanilla/EFE

Nueva York vuelve a convertirse en la capital de la moda con una "Fashion Week" (NYFW) más corta que busca reinventarse bajo la batuta del diseñador estadounidense Tom Ford, en un evento que siempre atrae firmas emblemáticas como Óscar de la Renta, Carolina Herrera o Marc Jacobs. Ford relevó a Diane Von Furstenberg en la presidencia del Consejo de Diseñadores de Moda de Estados Unidos (CFDA, en inglés) después de 13 años y su primera decisión fue reducir la agenda oficial de la Semana de la Moda a seis noches y cinco días, aunque el cúmulo de eventos que convoca la cita sobrepasa esos límites.

En esta edición estarán presentes más de medio centenar de diseñadores, entre ellos algunos abanderados nacionales como Ralph Lauren, Michael Kors y Tommy Hilfiger, quien regresa a la Gran Manzana acompañado de la actriz Zendaya con un desfile especial en el histórico teatro Apollo de Harlem. Y es que la CFDA busca revigorizar la que fue un día la pasarela más influyente del circuito, que en los últimos tiempos ha tenido que prescindir de Alexander Wang, por discrepancias con el calendario, o de Calvin Klein. por problemas financieros, mientras otras firmas prefieren acudir a París o Milán, como BOSS.

Los cambios se apreciarán ya el 6 de septiembre, en la apertura oficial de la NYFW, que habitualmente corría a cargo de Tom Ford y esta vez protagonizará la marca urbana Telfar, seguida por el japonés Tomo Koizumi, cuya colorida estética "camp" se ha hecho con multitud de adeptos, y el extravagante Jeremy Scott. Ford muda su pasarela al humilde lunes, mientras que Ralph Lauren optó por ofrecer el sábado en la noche un "show" en un club privado que previsiblemente reunirá a las caras más bonitas del papel cuché. Lo que se mantiene fijo es el cierre, que desde hace años lleva el nombre de Marc Jacobs.

Se espera que las celebridades llenen las primeras filas, especialmente el sábado, cuando se presentan Brandon Maxwell, director de moda de Lady Gaga; Christian Siriano, que pasó de promesa televisiva a imprescindible de la alfombra roja; o Taoray Wang, la preferida de la hija pequeña del presidente Donald Trump, Tiffany. El domingo acaparará la atención Tommy Hilfiger, sin olvidar al reivindicativo Prabal Gurung, que celebra 10 años de trayectoria; a Jason Wu, que vuelve tras una pausa de dos ediciones; o a Laquan Smith, artífice del glamur de Beyoncé y de otras estrellas que se alejan de los cánones en cuanto a tallas.

En los últimos días de la Fashion Week hay expectación por Rihanna, que presentará por segunda vez su marca de lencería Savage X Fenty entre actuaciones musicales; o la aparición en solitario y bajo cita previa de Georgina Chapman -exmujer del productor Harvey Weinstein- para mostrar la próxima colección de Marchesa. Así, esta temporada la NYFW se perfila ciertamente ajetreada, con desfiles que se salen del formato clásico; más política, con un clima en el que influyen la carrera por las presidenciales en EE.UU. y el debate sobre la crisis climática; e igual de diversa, con modelos de diferentes edades, razas y tipos corporales.

Además, están programadas importantes casas de moda con sabor latino, como Carolina Herrera y Oscar de la Renta; Ricardo Seco y Raúl Peñaranda; o los españoles Custo Barcelona y Agatha Ruiz de la Prada, estos últimos invitados al décimo aniversario de la agrupación Fashion Designers of Latin America.

Pese a inaugurarse dentro de dos días, el poder de convocatoria de la Semana de la Moda ha generado una serie de eventos previos con los que los "fashionistas" calientan motores, entre ellos una presentación de firmas de China en la que este miércoles desfiló la popular marca Peacebird. La NYFW tendrá lugar hasta el 11 de septiembre en los Spring Studios del Soho, aunque la decisión es de cada compañía y expertos del sector apuntan a que podría trasladarse al complejo de lujo de Hudson Yards, envuelto en polémica ya que su propietario, el magnate Stephen Ross, es partidario de Trump. 

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