Cómo debe ser la toalla que utilizas en tu rutina de cuidado facial

Vie, 10/26/2018 - 07:00
Un dermatólogo explica los detalles de cómo y con qué tipo de tela debes secar tu rostro

Es una realidad que en el mundo existe una obsesión con la limpieza de la cara. El furor de los productos coreanos o las rutinas de skin care están por todos lados; bloggers de moda exponen sus mejores prácticas, las celebridades revelan sus más íntimos secretos y uno, un simple mortal, trata de seguir el juego como puede y satisfacer las necesidades que tenga. 

La realidad es que si algo sabemos es que la piel es un órgano que debemos mantener limpio. Los contaminantes del día, los gérmenes que puede haber en el teléfono celular, restos de maquillaje, son algunas de las cosas de las cuales prevenimos a nuestro rostro de manera consciente. Sin embargo, en el día a día existen algunos errores que cometemos, o que no le ponemos el cuidado necesario suficiente.

Uno de ellos es la toalla con la que secamos nuestra cara; podríamos mencionar también las brochas con las cuales aplicamos nuestro maquillaje. ¿Deberíamos compartir estos artículos? ¿Es la toalla una plaga de gérmenes que nos provocarán un tema dermatológico? 

A continuación, despejamos algunas dudas acerca de este tema. 

1. Después de lavar tu rostro, es necesario dejar cierta humedad en la piel

“Mi consejo es no secarla del todo, sino dejarla con una ligera humedad. En ese estado, se logra la máxima penetración de los cosméticos que apliquemos a continuación, ya sea el sérum, la crema…”, explica Dr. José Mª Ricart, dermatólogo y director médico de Instituto Médico Ricart a El País. 

Además, los expertos señalan que la toalla no se debe refregar por el rostro. Sécalo dándote pequeños golpecitos con la toalla. “Daremos toques desde el mentón hacia las mejillas y la frente. Jamás debemos frotar o arrastrar la toalla por el rostro: esto daña las fibras elásticas de la piel y favorece la aparición de flacidez”.

2. Cómo debe ser la toalla

“En el caso de los rostros más grasos, mejor una de algodón 100 % o, directamente, tissues de algodón de usar y tirar, siempre y cuando no sean perfumados, para evitar posibles irritaciones. Las pieles normales precisan fibras más delgadas. Por último, para las pieles sensibles, atópicas, acnéicas o con rosácea sugiero un papel tissue de un solo uso o una toalla de paño fino y suave”, explicó también el Dr. Ricart.

3. ¿Muchos gérmenes o no?

“Las toallas de uso diario, por muy exquisitos que seamos con el aseo, acumulan suciedad: células de piel muerta, ácaros y otros agentes patógenos. Entre las características propias de este tipo de tejido – más grueso, con más dificultad para secar – y la humedad y calidez propias del cuarto de baño, se crea el hábitat perfecto para la proliferación de todo tipo de microbios. No voy a decir que haya que evitarlas, pero sí cambiarlas a menudo para evitar posibles infecciones”, señaló el Dr. Ricart.

 

 

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