La belleza: hacia el cuidado natural de nuestro cuerpo

Lun, 08/06/2018 - 10:37

Siempre subjetiva, la belleza es uno de los misterios que más nos preocupa a lo largo de nuestra vida. La gran variedad de tonos, formas y estilos que puede presentar el ser humano hace que la belleza se manifiesta de muchísimas maneras. En ello, reside, de hecho, su riqueza. Con el paso del tiempo, la belleza se ha ido asociando al cuidado del cuerpo, por dentro y por fuera, y en este cuidado los productos naturales están ganando una fuerte presencia. Al final, la sociedad parece estar caminando hacia dos conceptos, belleza y naturaleza, como nociones que van de la mano.

Hablar de tratamientos de belleza no es algo nuevo. Sin embargo, sí lo es cuando hablamos de obtener una mayor belleza por medio de productos y tratamientos naturales. Dichos métodos han sido creados a partir de combinaciones de alimentos. En la mayoría de los casos, se componen de alimentos sanos, naturales y, con frecuencia, vegetarianos. Además, la variedad de este tipo de cuidados es enorme, de manera que podemos encontrar tratamientos naturales para casi cualquier parte del cuerpo.

Para conseguir un pelo sedoso y brillante

Tanto si nuestro cabello se ha ido estropeando, como si queremos prevenir su encrespamiento y su sequedad, podemos aplicar diferentes mezclas, a modo de mascarilla, elaboradas a partir de productos naturales. Uno de los ingredientes más habituales es el uso del huevo. Con tan solo una aplicación, notaremos como nuestro cabello se volverá más suave y voluminoso. El huevo puede combinarse, además, con productos como los yogures o la leche, así como el aceite de oliva. Este último, proporciona una suavidad especial y ayuda a prevenir y eliminar la sequedad. Otra receta tradicional muy habitual consiste en mezclar el aceite de oliva con manzanilla, proporcionando un cuidado duradero a nuestro cabello.

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Para que nuestro rostro no se vea afectado por el frío o el calor

Nuestro rostro, al verse expuesto a los agentes externos con mayor facilidad, es una de las zonas del cuerpo que más sufre. Para evitar que se vea debilitado, bien por el frío, bien por el sol, es importante trabajar su cuidado con tratamientos hidratantes. Productos como el pepino o el tomate, ayudan a refrescar nuestra piel tras su exposición a los rayos solares. Otros como el aguacate o incluso el aceite de oliva pueden ayudar, a las pieles no grasas, a mantenerse hidratadas a pesar del frío.

Para que nuestra piel se mantenga limpia y suave

Una de las mejores maneras de mantener limpia y suave nuestra piel es por medio de la exfoliación, un método que nos permite eliminar todo tipo de toxinas y suavizar su superficie. Para ello, no es necesario comprar productos excesivamente caros. Si queremos probar un método natural casero, bastará con mezclar una cucharadita de miel con otra de azúcar. Esta dosis puede ir ampliándose según el tamaño de la zona en la que queramos aplicarla. Para ello, simplemente tendremos que mezclar bien los dos ingredientes y realizar un pequeño masaje. Los granos de azúcar irán eliminando las impurezas y la miel nos ayudará a que nuestra piel no se vea irritada.

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