Cómo manejar los trastornos digestivos leves en bebés

Mar, 12/29/2020 - 07:31
Se estima que durante los primeros meses de vida de los niños el 32% de las consultas al pediatra son por causa de la constipación o estreñimiento y que hasta un 40% de los bebés sufre de cólico.

Los trastornos digestivos menores como el cólico y la constipación o estreñimiento infantil son más comunes de lo que pensamos. De acuerdo con la evidencia científica, estos pueden afectar a dos de cada tres bebés menores de un año de edad. Por ejemplo, se estima que durante los primeros meses de vida de los niños el 32% de las consultas al pediatra son por causa de la constipación o estreñimiento y que hasta un 40% de los bebés sufre de cólico. 

 

Si bien los trastornos digestivos leves no son críticos para la salud del niño, logran afectar la calidad de vida del bebé y su familia. En palabras del especialista en gastroenterología pediátrica, el doctor Jorge Palacios, “A pesar de que los trastornos digestivos leves son muy frecuentes en niños en los primeros meses de vida, es recomendable visitar al médico para evitar que la condición empeore y principalmente para buscar cómo aliviar o reducir las molestias del niño y así mantener una adecuada calidad de vida para él y su familia”. 

 

Palacios es enfático en que cada bebé es diferente y no es posible tener una receta general para aliviar las molestias producidas por los trastornos digestivos leves en todos los niños, por lo que la evaluación individual de cada caso es necesaria. Sin embargo, desde su experiencia hay tres consejos básicos que los padres pueden seguir:

 

  1. Dar al niño leche materna de forma exclusiva al menos durante los primeros seis meses de vida. Se ha comprobado que el Lactabacillus reuteri, probiótico presente en la leche materna, puede ejercer un efecto antiinflamatorio, reducir la cantidad de bacterias productoras de gas y por ende reducir el tiempo de llanto por cólico. Este probiótico puede ayudar a aliviar el estreñimiento al mejorar los movimientos intestinales, y aumentar la frecuencia de las deposiciones de los niños.

  2. Amamantar al niño en un ambiente adecuado y en la postura correcta. Es esencial una postura cómoda tanto para el bebé como para su madre:  un acople apropiado de la boca del bebé al seno materno y evitar que el niño se esté moviendo por distracciones ayudan a mejorar la deglución y a tener una mejor digestión.
     
  3. Si el bebé es mayor de 6 meses, es importante verificar el tipo de alimentos sólidos que se ofrecen. Las fibras prebióticas como los FOS y GOS presentes en vegetales y legumbres facilitan la digestión.

 

Entender mejor cada trastorno: el estreñimiento y cólico infantil

 

En relación a la constipación o estreñimiento es importante aclarar que en los bebés no existe una cantidad “normal” de deposiciones diarias. Por ejemplo, durante los primeros meses de vida, algunos bebés pueden tener una evacuación después de cada toma de leche materna o alimentación y otros pueden no evacuar durante 5 o 7 días sin que eso se considere anormal.

 

Los factores que indican la presencia de estreñimiento son el tamaño y la consistencia de las heces.  Cuando el bebé está estreñido sus heces serán duras y muy grandes o pequeñas y las deposiciones se vuelven difíciles y dolorosas. En relación con lo anterior, Palacios explica que en algunos casos “el bebé puede llegar a perder el apetito y retener las heces para evitar el dolor que le ocasiona su expulsión, por lo que es indispensable visitar al pediatra para ayudarle a controlar esta molestia”.

 

Por su parte, el cólico infantil alcanza su pico máximo de incidencia entre la tercera y sexta semana de vida y por lo general se resuelve entre los primeros tres y seis meses de vida del bebé. Se desconoce la causa específica que provoca el cólico infantil. Sin embargo, se cree que hay factores que pueden influir, como: inmadurez del tracto gastrointestinal, alteraciones en la implantación de la microbiota intestinal normal, fallas en la técnica de alimentación, alergia a la proteína de leche de vaca o intolerancia a la lactosa, reacción a sensaciones como el miedo, la preocupación, la ansiedad o la frustración e incluso el tabaquismo materno.

 

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Ante la gran variedad de posibles causas y la confusión que esto genera, Palacios enfatiza en la conveniencia de no realizar cambios empíricos en la dieta o automedicar a los niños.  Recomienda no realizar ningún cambio en la en la alimentación del niño o la madre hasta que el bebé sea valorado por un experto.

 

Recomendaciones generales para reducir las molestias por trastornos digestivos leves:

Constipación o estreñimiento

Cólico infantil

  • Si el bebé ya tiene edad para comer alimentos sólidos, prueba con puré de guisantes o ciruelas pasas.
  • Masajea suavemente la pancita de tu bebé en el sentido de las agujas del reloj, con movimientos circulares, alejándote del ombligo.
  • Acuesta al bebé sobre la espalda y mueve suavemente las piernas como si montara en bicicleta.
  • Un baño caliente relajará a tu bebé de modo que se haga más fácil la evacuación.
  • Brinda un ambiente tranquilo a su bebé; en el momento de la crisis, puedes pasearlo en el coche, caminar con él en brazos, poner sonidos o música relajante o masajear suavemente su pancita y espalda.
  • Brinda calor a su bebé con una manta o con un baño de agua tibia.
  • Al final de cada alimentación, poner al niño en posición vertical y permitir que eructe.
  • Modificar la dieta de la madre según recomendaciones del profesional de salud.

Fuente: Mom & me Centroamérica.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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