La moda sostenible: un movimiento por el planeta

Mié, 12/18/2019 - 06:00
La industria de la moda es la segunda más contaminante del planeta, solamente superada por la petrolera

El planeta ya está sintiendo las consecuencias del cambio climático, producto de la alta contaminación. Poco a poco las personas y empresas están adoptando prácticas más ecológicas para contribuir de manera positiva con la conservación de la Tierra.  Entre los cambios se encuentra una mayor consciencia al momento de adquirir productos, desde alimenticios hasta de uso diario como la ropa. Las personas han dado un giro hacia un consumo responsable y con esto ha surgido el término “moda sostenible”.

Diversos estudios han demostrado que la industria de la moda es la segunda más contaminante del planeta, solamente superada por la petrolera. “El 25% de los químicos producidos en el mundo se usan en la producción de tejidos y la industria es considerada la segunda mayor contaminante de agua dulce después de la agricultura”, señala el estudio “Moda sostenible, presente y ¿futuro?”, de María Ferrerira Docampo de la Universidad Pontificia Comillas de Madrid.

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‘Fast Fashion’

El constante cambio de temporadas en la moda ha creado un consumo masivo y descontrolado donde se producen prendas constantemente para satisfacer la necesidad de “estar trendy” de las personas. Aquí no entran en juego solo las marcas de lujo que gastan grandes sumas de dinero en pasarelas y campañas publicitarias, sino que también participan las cadenas de ropa más accesible para el público donde la producción es mucho más masiva y el costo final de las prendas muy económico.

Este concepto de moda usable en una sola temporada es conocido como ‘fast fashion’ donde las prendas son vistas como  desechables casi instantáneamente. Esta mentalidad de consumo excesivo ha contribuido a que  se duplicara la producción en el periodo de 2000-2014, lo que ha dado como resultado que grandes cantidades de ropa se desechen cada año cuando aún muchas pueden seguir usándose. 

“Cada año más ropa termina en basureros, más químicos en los mares y más difícil es su reciclaje”, mencionó Alicia Carrasco Rozas a Fashion United. Además, citó un estudio del Banco Mundial en 2014 que señala que el 20% de la contaminación de ríos y mares se debe al tratamiento de los químicos de los textiles, altamente dañinos para el ser humano y la naturaleza.

 El impacto de la moda en el ambiente

Según datos proporcionados en la Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo, la industria de la moda utiliza cada año 93,000 millones de metros cúbicos de agua, una cantidad que comparan como suficiente para satisfacer las necesidades de agua de cinco millones de personas. El organismo también menciona que anulamente se lanza al mar medio millón de toneladas de microfibra, medida que equivale a 3 millones de barriles de petróleo. Además, la ONU revela que la industria de la moda produce más emisiones de carbono que todos los vuelos y envíos marítimos internacionales juntos. 

Expertos a nivel mundial, incluidos algunos de la ONU, consideran que “la tendencia irresponsable del ‘fast fashion’ es causante de una amplia gama de efectos negativos en el ámbito social, económico y ambiental”, destacando así la importancia de garantizar que la ropa se fabrique de la manera más sostenible y ética posible.

La economía circular como solución viable

Una de las propuestas que espera  disminuir el impacto de la moda en el medio ambiente es la economía circular, un modelo que busca que el diseño y producción de las piezas tengan la finalidad de que estas puedan ser utilizadas nuevamente. 

Según Eco Circular, el objetivo de este tipo de economía es “alargar la vida útil de los residuos, convirtiéndolos en recursos para implementar una economía justa, social, colaborativa y sostenible, que huya del actual sistema lineal de usar y tirar”. Además, mencionan que el modelo lineal de economía causa pérdidas de 500 millones de dólares entre desechos de producción, recursos ambientales y ropa desechable.

Entonces, el modelo de economía circular debería ayudar a disminuir el uso de los recursos, reducir la producción de residuos y  limitar el consumo de energía.

La moda y belleza sostenible, un movimiento en crecimiento

Diversas marcas, tanto de lujo como cadenas de ropa conocidas como “fast fashion”, se han dado cuenta del daño que la industria hace al medio ambiente y han decidido optar por políticas de producción y distribución más ecológicas. Uno de los casos más recientes es la firma del “Pacto de Moda” en Francia, donde 32 compañías han  mostrado su interés en reducir su impacto en el medio ambiente. Entre las empresas que firmaron están H&M, Adidas, el grupo Kering (posee marcas como Gucci y Saint Laurent) y el grupo Inditex (con casas como Zara y Bershka). Otros de los firmantes son Burberry, Carrefour, Chanel, La Redoute, Hermès, Prada, Stella McCartney, GAP y Giorgio Armani. 

Uno de los principales compromisos de las marcas con la firma del pacto es utilizar energías 100 % renovables al año 2030 y abogar por eliminar el plástico de uso único en el mismo periodo.

La industria cosmética de lujo también está intentando dejar su huella ecológica en el planeta, evidencia de ello fue el reciente lanzamiento de la nueva fragancia de Lancôme, Idôle, creada bajo el programa “Solidarity sourcing” de L’Oréal. Por medio de la cadena de suministro de la rosa de esparta (materia prima de la nueva fragancia), se  generó un impacto social, económico y ambiental positivo en las comunidades involucradas. Además, por primera vez la firma francesa creó un envase recargable para el perfume con el fin de  minimizar el impacto ambiental. Justamente, L’Oréal ha demostrado un interés y esfuerzo por alcanzar la sostenibilidad y en múltiples ocasiones ha sido reconocida como “la empresa más sustentable del mundo”. 

La marca de zapatos americana Sperry también se ha unido al movimiento de moda sostenible y recientemente lanzó Sperry Bionic, una nueva colección de zapatos a base del plástico que extraen del mar.  Adicional, las cajas de este producto están hechas de papel 100% reciclado y se usó tinta vegetal y pegamento a base de agua. 

La realidad en Panamá

Poco a poco son más las iniciativas que diversos diseñadores han ido tomando para unirse al movimiento ecológico de moda. Uno de ellos es la madrileña radicada en Panamá Pilar Sáinz, quien en la última edición del Fashion Week Panamá presentó una colección de moda sostenible. “Creo que ya hay que tomar acción y ser responsables. Pilar Sáinz Madrid está en un programa de sosteniblidad y hay que confesar que es bien difícil ser sostenible hoy. Nuestra marca va por allí,  pequeñas acciones entre todos es lo que va a cambiar”, confesó Pilar a Mujer en una entrevista posterior a la presentación de su nueva colección “Velazquéz 27”. 

Además del uso de pieles recicladas y ecológicas, Pilar optó por realizar los característicos tocados de la firma con rafia vegetal y tiñó el plumetti de sus prendas con tintes orgánicos.

Por otro lado, en noviembre inauguró Gaia Concept, una boutique sostenible que busca hacer crecer el mercado de moda sostenible asequible en el país. En la tienda se puede encontrar ropa de diferentes estilos, así como accesorios, zapatos y bolsos. Dentro de poco tiempo, también se podrá adquirir productos para hombres, bebés y casa.

Maris Keiner, fundadora de Gaia Concept, opina que se necesita más educación. “Es un tema continuo que nunca termina. Yo sigo educándome porque cada día salen noticias y descubrimientos nuevos. No hay que ir a botar todo el clóset, eso generaría más desechos, sino que la próxima vez que se vaya a comprar algo debe hacerse de manera consciente”. Maris está segura de que el cambio se logra poco a poco, pero que sí es posible. 

 

 

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