6 razones por las que debes amar y tener autocompasión con tu cuerpo

Jue, 07/09/2020 - 12:00
Cuando empezamos a ver a nuestro cuerpo desde el agradecimiento y desde lo mucho que hace por nosotros, podemos empezar a cambiarlo por salud y no por vernos como una modelo de revista.

Quizá te sientas identificada con las siguientes frases porque alguna vez las has escuchado o te las has dicho a ti misma: “odio mi cuerpo”, “odio cómo me veo”, “no importa lo que haga, nunca podré verme bien”.

 

A veces las decimos sin pensarlo mucho, y empezar a cambiar estas frases puede ser un proceso largo. Tenemos que darnos razones para amar nuestro cuerpo para poder empezar a ser gentiles con él.

 

Te dejaré algunas razones para que puedas ser más autocompasiva con tu cuerpo y empieces este proceso:

  1. Primero que todo, tu cuerpo te hace única. No importa qué tan alejado esté de los estándares de belleza, tu cuerpo es único y diferente, y justo eso es lo que te hace especial.
  2. Tu cuerpo tiene poder para sanarse. Sabemos las maravillas que el cuerpo puede hacer por sí solo gracias a la ciencia, y solo saber cómo lucha por nosotros y para que nos podamos recuperar, es una razón muy grande.


     
  3. Tu cuerpo está conectado con tu mente. El cuerpo nos manda señales muy claras de lo que estamos sintiendo; el cuerpo es la forma en que la mente se comunica y nos transmite si tenemos que hacer algo y cómo reaccionar hacia diferentes situaciones.
  4. Es una obra de arte. Hay millones de funciones que hace nuestro cuerpo sin que nosotras nos demos cuenta. Realmente si nos hacemos consciente de todo lo que se lleva a cabo para que podamos dar pasos, para que podamos respirar y para que captemos tantos estímulos a la vez, podemos darnos cuenta de que nuestro cuerpo es una obra de arte.
  5. Nos mantiene vivos. El cuerpo nos permite seguir aquí con las personas que más queremos, vivir el día a día y sentir el mundo exterior.
  6. Es resiliente. Nuestro cuerpo se recupera para que podamos seguir haciendo las funciones que necesitamos, y si no se recupera del todo busca la manera de compensar esas funciones con otras que pueden ser similares.

 

Cuando empezamos a ver a nuestro cuerpo desde el agradecimiento y desde lo mucho que hace por nosotros, sin que nos demos cuenta en el día a día, podemos empezar a cambiarlo por salud y no por vernos como una modelo de revista. Por eso, es tan importante querer ese cambio desde un “amo mi cuerpo y por eso quiero mejorar y estar más saludable para que funcione de una mejor manera” y no desde un “quiero cambiar mi cuerpo porque lo odio”.

 

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