El valor de descubrir lo que te importa, para ser feliz

Mar, 10/06/2020 - 11:45
Todo ser humano tiene la capacidad de parir su propia voz y solo aquellas personas que están listas para explorar, expandir y diseñar sus Actos de Poder, pueden transformar sus vidas.

Buen día MUJER,

 

Estoy convencida de que las mujeres somos felices cuando lo que hacemos tiene que ver con las cosas que tienen importancia para nosotras, con lo que valoramos. Suena sencillo,  sin embargo hay muchas cosas que nos toca hacer, y no necesariamente nos gustan o importan.

 

Hoy te quiero contar algunos detalles de mi pasado. Voy a iniciar con una breve autodescripcion.

 

Soy producto del aprendizaje continuo. Maestros y libros han aportado al cultivo de mi persona. Buscando mi lugar en el mundo, el origen y la naturaleza de los hechos que marcaron mi vida, terminé convirtiéndome en una exploradora del comportamiento humano, mi mayor aventura. En la actualidad aporto al desarrollo integral de individuos y organizaciones a través el Modelo de Aprendizaje Continuo CER (conectar, expresar y renovar).

 

Mi auténtica espontaneidad  y afinada intuición es producto de temores superados y el coraje cultivado. A través del aprendizaje continuo logré transitar y transformar los desasosiegos que me llevaron a plasmar mis recorridos en el libro “Del Silencio a la Voz”.

 

Hoy sé que todo ser humano tiene la capacidad de parir su propia voz y que, solo aquellas personas que están listas para explorar, expandir y diseñar sus Actos de Poder, pueden transformar sus vidas.

 

Y es eso justamente lo que me importa profundamente: que tú, ella y las de allá sientan, pidan, se expandan y no vivan una identidad limitada y pequeña sujeta a la historia familiar, comunidad y estudios. Esos tres importantes elementos son solo bases de lo que estamos destinadas a ser. Recuerda solo la base.  

 

Me importa profundamente que tú, ella y yo nos cultivemos y sepamos que siempre hay oportunidades si nos abrimos a pedirlas, atraerlas y reconocerlas. Te digo esto, no porque suena bonito, sino porque es justo lo que he vivido.

 

Me importa profundamente que tengas voz y la uses. Me importa que aportes a tu comunidad con los dones y talentos que se te han dado. Me importa que digas lo que piensas y sientas. Me importa que digas tu verdad, aunque sea diferente a la del resto.

 

Me importa que conectes, expreses y renueves tu ser constantemente. Me importa que cuando pienses en bienestar, primero pienses en ti. Siempre primero TÚ. Me importa que sepas que sí se puede tener claridad mental y que los sueños sí se hacen realidad.

 

Me importa que sepas y recuerdes que no hay necesidad ni de ser perfecta ni de ser autoexigente. Es casi lo mismo pero si acaso una no te resuena, tal vez la otra sí.

 

Me importa decirte que cuando tenía 13 años leí esta frase del libro “Ilusiones” de Richard Bach que me cambió la vida:

 

“Siempre gozarás de libertad para cambiar de idea y elegir otro futuro u otro pasado”

 

 

 

¿Puede haber algo más poderoso que esa frase para una niña que inicia su camino de adolescente con tremendos rollos, tristezas y demás? Tal cual te conté la semana pasada que la palabra inmensidad me salvó en estos 5 meses de confinamiento, ahora te confieso que esa frase me salvó de los años que venían.

 

Leer más: ¿Qué te sostiene en la crisis y por qué es vital descubrirlo?

 

Muchas de nosotras no fuimos conocidas ni famosas en la escuela, ni jugamos deportes, ni fuirmos reinas de belleza, ni eramos bailarinas, ni tocábamos instrumentos musicales. ¡Y aquí estamos!

 

Me viene a la mente una escena de cuando mi papá nos llevaba a la escuela en las mañanas. Un día en el camino mi papá tenía que parar a comprar los cordones de mis zapatos, pero se le olvidó. Y a mí también. Lo que no olvidé es el sentimiento tan extraño de inadecuación o falta social que sentí en ese momento cuando bajé del carro y no tenía los cordones de los zapatos.

 

No recuerdo si lloré (porque lloraba con gran facilidad, gracias a Dios). Hoy pienso en esa niña abandonada en sus propios pensamientos y angustias  por unos “p” cordones irrelevantes para cualquiera que estuviera alrededor, y lo que en ese momento representaba para ella era seguridad, pertenencia y ‘okeines’.

 

Y así seguimos andando, rescatándonos aunque vayamos con zapatos sin cordones de aquí para alla.

 

Te voy a regalar tres frases dignas de ser compartidas. Me han impulsado a seguir adelante a pesar de lo que sienta, piense o esté ocurriendo.

  1. “ESTO NO TIENE QUE SER ASÍ”
  2. PUEDO PEDIR AYUDA SIEMPRE QUE NECESITE
  3. ¿CÓMO QUIERO QUE SEA?

 

La primera es un “darme cuenta” de que algo no fluye, que ya he tratado suficiente, o que ya he aguantado suficiente. Es hora de aceptar que tiene que haber otra manera de vivir, ser y estar. Aquí te invito a que conectes con tus emociones.

 

La segunda es rescatar y recordar la humildad para pedir ayuda, ya que no estamos supuestas a saber resolver todo siempre. Eso es una gran mentira que te toca desafiar. Sí se puede pedir ayuda y sí te la van a dar. Recuerda que necesitamos de la mirada y presencia de la otra persona para existir. Existo cuando el otro está. Aquí te invito a la autoexpresión.

 

La tercera tiene que ver con la imaginacion, el enfoque y claridad de lo que sí quieres y cómo empezar a usar tu mente para sentir que eso existe, que viene en camino y que es posible. Esta última es como un pacto con el campo de información e inteligencia accesible a todas las personas, llamese Dios, campo cuántico, leyes universales o inmensidad. A la parte frontal de tu cerebro le encanta oir reflexiones y preguntas. Esta frase es una pregunta para ti y para tu lóbulo frontal. El cerebro quiere ayudarte a lograr y materializar lo que tú quieres que sea. Solo tienes que imaginar y sentir esa cosa, ese evento. Aquí te invito a que imagines y renueves.

 

Te acabo de describir de la manera más sencilla lo que es el Modelo CER y cómo surgió. Así, orgánicamente llegué a reconocer que esos fueron los pasos que me acompañaron en mis recorridos, lo cuales plasmé en el libro “Del Silencio a la Voz”. En esos momentos no tenía consciencia de que ese era el proceso que estaba viviendo: CONECTAR - EXPRESAR - RENOVAR.

 

Por hoy me despido. Este es uno de los temas que me apasionan y el tema que más me importa. Me alegro haber podido compartir lo que me importa contigo.

 

Te abrazo inmensamente, Cristina Raquel.

 

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