Un poco de agua fría al terminar la ducha

Vie, 01/15/2016 - 11:34
No se trata de estar un minuto debajo de un chorro de agua helada. Pero acabar la ducha con un poco de agua fría puede ayudar en diversos sentidos.

Aunque en principio se puede necesitar un período de adaptación, ya que resulta nada apetecible una ducha con agua fría, son numerosos los expertos en salud los que la recomiendan especialmente como un estimulador del sistema inmunitario.

El doctor Domingo Pérez León del Instituto Biológico de la Salud en España explicó, en entrevista para la ABC, que en general los cambios térmicos son especialmente indicados para estimular el sistema inmunológico. Esto significa que el agua fría, al igual que el calor o el hambre, contribuyen de forma efectiva a "poner en alerta este sistema", por lo que a la pregunta de si recomendaría las duchas con agua fría su respuesta fue sí totalmente.

Hay quienes aseguran que les ha ayudado a reafirmar la piel, es ideal contra la celulitis, comentan otros. Pero, ¿realmente ayuda en algo esta práctica?

Te mencionamos cuatro verdades sobre finalizar la ducha con agua fría, según el doctor Pérez León.

  • ¿Sirve para la piel? La salud o la apariencia de la piel no cambian por terminar la ducha con agua fría. Y ahí muere uno de los mitos más extendidos, ese que afirma que la práctica sirve para reafirmar los tejidos; descartado sin investigaciones concluyentes. Desde el punto de vista dermatológico, el agua fría no ayuda realmente. No hay evidencia de que tenga efecto alguno. Los presuntos resultados positivos de esta costumbre son más bien mitos. Sin embargo, sí hay estudios que demuestran que tiene efectos positivos desde otras perspectivas, por ejemplo, la cardiovascular.
  • Sí favorece la circulación El agua helada provoca una reacción particular en el organismo, específicamente genera cambios vasculares, es decir, actúa en la circulación sanguínea. El frío produce vasoconstricción, adelgazando la pared de los vasos. Esto aumenta levemente la presión arterial, los flujos venoso y linfático; también ayuda en el drenaje.
  • No combate la celulitis Al aumentar el flujo venoso y linfático, colaborando en el proceso de drenaje interno, el cambio al agua fría favorece la circulación y, como consecuencia, puede ser un plus en el tratamiento o prevención de patologías como varices y celulitis, según comenta la doctora Apt. Sin embargo, no se debe olvidar que la celulitis es un proceso subcutáneo y por eso el agua fría no sería útil para eliminarla.
  • Cabello más brillante Si el último enjuague del lavado de pelo se hace con agua fría, se cierra de forma óptima la fibra capilar. “Es decir, se sella profundamente y eso produce mayor brillo para el cabello", aseguran varios estilistas.
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