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Descubre todo lo que debes saber sobre la incontinencia urinaria y cómo poder llegar a controlar las incomodas fugas.

La incontinencia urinaria consiste en la pérdida involuntaria de la orina. La persona que lo padece siente unas ganas repentinas de orinar y es incapaz de retener la salida del líquido. No se trata de una enfermedad, más bien es una alteración en la fase del llenado en la vejiga y músculos —reduciendo la calidad de vida del que lo padece— presentando escapes por el simple hecho de estornudar, realizar un ejercicio físico o reír llegando a acomplejar grandemente a la persona que lo sufre. Por otro lado, pasa lo contrario en algunos pacientes afectados ya que no le dan importancia a los síntomas asumiendo que es pasajero y negándose a escuchar una opinión médica y especializada.
Los riesgos mayores para la incontinencia urinaria son la edad avanzada, la raza —varios estudios han demostrado que las mujeres blancas tienen una prevalencia de incontinencia urinaria tres veces mayor que la de otras razas— el parto natural, la obesidad, la menopausia e inclusive algunos fármacos medicados.
Nivel de gravedad
No todas las personas presentan la misma intensidad en los síntomas. Se pueden valorar en tres tipos para poder diferenciar el alcance del daño. Leve: son pequeñas pérdidas de orina, en algunas mujeres durante o después del embarazo y el parto; y en otras ocasiones por cosas cotidianas y tan sencillas como toser.
- Moderada: son más intensas y es casi imposible contener el deseo de orinar. La edad promedio de mujeres que la sufren son aquellas de 65 años y los hombres entre 50 a 74 años (en menor cantidad).
- Severa: pérdida de orina constante y fuerte, inclusive presentando pérdida a nivel intestinal. Se da sobre todo en adultos mayores con muy poca actividad física o ya inactiva y aquellos encamados que dependen de otras personas para sus cuidados en general.
Un mal femenino
Las mujeres tienen mayor riesgo a sufrirla que los hombres y en la mayoría de los casos se debe a los efectos del parto y la menopausia. Los hombres, muy por el contrario, tienen mayor tendencia a sufrir retención urinaria (incapacidad de orinar). Esto se debe a que muchos hombres desarrollan un aumento de tamaño de la glándula prostática a medida que envejecen.
Tratamientos y soluciones
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Reentrenamiento vesical. Solución que consiste en entrenar la vejiga para que pueda soportar mayor cantidad de líquido durante más tiempo reduciendo al mínimo las idas al baño.
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Uso de productos absorbentes.Productos especiales para retenerorina, parecidos a las compresasfemeninas. Tienen diferentestamaños y resistencia para soportarlíquido, todo va a depender de la cantidad de pérdida.
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Medicación especial. En el mercadoexisten muchos fármacosque ayudan a controlar la incontinencia.Se trata de un medio invasivopara corregir el padecimiento.Deben ser recetados por unmédico especializado y supervisadospor el mismo. Básicamentedisminuyen la contracción y aumentanla capacidad de llenado de la vejiga en la mujer.
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Cirugía. El tratamiento quirúrgicoes un medio invasivo que se reservapara aquellos pacientes en los que los tratamientos anteriores no han sido eficaces. Es rápida (dura aproximadamente 25 minutos) y se puede hacer bajo anestesia local o epidural. Su recuperación es en casa.