Mar, 08/27/2019 - 14:30
- Salud
En Panamá, la mayoría de los pacientes nuevos con estos tipos de cáncer se diagnostican en etapas avanzadas de la enfermedad, ya sea por falta de conocimiento de los síntomas o de acceso a métodos diagnósticos.

Más de 550.000 personas son diagnosticadas cada año a nivel mundial con cáncer de cabeza y cuello. Las tasas de incidencia en cada país están altamente influenciadas por el consumo de tabaco y alcohol.
“En nuestro país son grandes los avances logrados en la lucha contra el tabaco, ya que actualmente Panamá tiene una de las tasas más bajas de consumo de tabaco en la región. Sin embargo, el consumo de alcohol continúa aumentando, y ocupamos el segundo lugar en ingesta per cápita de la región (datos de WHO - 2016),” indicó el doctor Alejandro Crismatt, oncólogo del Centro Hemato Oncológico Panamá (CHOP).
En Panamá, la mayoría de los pacientes nuevos con cáncer de cabeza y cuello se diagnostican en etapas avanzadas de la enfermedad, ya sea por falta de conocimiento de los síntomas o de acceso a métodos diagnósticos, afirmó el médico oncólogo.
Un diagnóstico tardío puede disminuir las posibilidades de curación, aumentar la complejidad de los tratamientos y comprometer funciones como el habla y el comer, por lo que es importante la prevención y el diagnóstico oportuno.
¿En qué consiste?
Los cánceres de cabeza y cuello conforman un conjunto de tumores, que generalmente comienzan en las células escamosas que revisten las superficies húmedas y mucosas del interior de la cabeza y del cuello. Los cánceres de cabeza y cuello se categorizan, a su vez, de acuerdo a la zona de la cabeza o del cuello en la que empiezan. Pueden ubicarse en la nariz, la boca, labios, el paladar, la lengua, las mejillas o las encías, la garganta, los senos paranasales y glándulas salivales.
En el mundo, los cánceres de cabeza y cuello ocupan el 6to lugar en incidencia dentro de todos los tumores y el 6 % de todos los casos de cáncer.
Tabaco, alcohol y el Virus de Papiloma Humano, principales Factores de Riesgo
El consumo de tabaco, en todas sus formas, es la principal causa de cáncer de cabeza y cuello. Se ha demostrado de manera concluyente que el tabaco causa los cánceres de cavidad oral, laringe y faringe. La Agencia Internacional para la Investigación sobre el cáncer clasificó al tabaquismo directo, fumador pasivo y al tabaco sin humo como carcinógenos, o agentes con evidencia suficiente de producir tumores en humanos. Dependiendo del tiempo de exposición y la frecuencia de su consumo puede incrementar el riesgo de cáncer de cabeza y cuello de 2 a 5 veces respecto a la población que no lo consume.
El consumo de alcohol es un factor de riesgo bien establecido para la mayoría de los cánceres de cabeza y cuello, esofágicos y gástricos. La Agencia Internacional para la Investigación sobre el cáncer clasificó al alcohol como un carcinógeno para los tumores de cabeza y cuello ubicados en la cavidad oral, orofaringe, hipofaringe y laringe. Se estima que el uso combinado de tabaco y alcohol aumenta 35 veces el riesgo de padecer cáncer de cabeza y cuello, en comparación con cinco veces para el tabaco solo, y nueve veces para el alcohol.
El Virus de Papiloma Humano (VPH) es un virus transmitido a través del contacto sexual y cuenta con más de 200 tipos conocidos, muchos de los cuales causan lesiones benignas, como la verruga común. Sin embargo, los tipos el 16, 18 y 31 son conocidos por inducir cáncer, ya que provocan la formación de cánceres cérvico-uterinos, anogenitales y de cabeza y cuello, específicamente de orofaringe o de amígdalas. El VPH es la infección de transmisión sexual más común o frecuente, y es altamente contagioso, sobre todo entre la población joven.
Medidas de detección y prevención
Para el oncólogo Crismatt, la clave para detectar los cánceres de cabeza y cuello está en observar los síntomas de alarma. Si una persona nota lo siguientes síntomas, por más de 4 semanas seguidas, debe acudir a su médico de cabecera o a un otorrinolaringólogo: Úlcera en la boca, ganglios aumentados de tamaño en el cuello, dolor para tragar, cambios en la voz ó ronquera, obstrucción y/o sangrado nasal. Muchos de los síntomas se pueden confundir con enfermedades autolimitadas benignas, como: la rinitis y el resfriado común, por lo que, es importante ser evaluado por un médico si los síntomas persisten. Para el diagnóstico se requiere estudios de imagen y tomar una muestra del tumor, que dependerá de los síntomas.
Como medidas de prevención, lo más importante es evitar el consumo de tabaco y alcohol. En cuanto al contagio por el VPH, se recomienda usar la vacuna que evita que las personas contraigan nuevas infecciones. Se ha demostrado que la vacuna reduce la aparición de lesiones premalignas en cánceres relacionados y de verrugas genitales. Se estima que la vacuna tendrá un impacto favorable en reducir los cánceres de cabeza y cuello asociados al VPH aunque la información científica aún no está madura.
“Se debe aplicar la vacuna contra el VPH a partir de los 10 años, antes del inicio de la vida sexual, y recibir una buena educación sexual. La información disponible en internet puede confundir a la familia y al adolescente en la toma de decisiones sobre la salud, por lo que, es de suma importancia que las escuelas y el gobierno continúen ejecutando políticas preventivas”.