
Foto: tecreview.itesm.mx
1. ¿Qué son?
Los organismos manipulados genéticamente (OMG) también llamados “transgénicos” son organismos nuevos creados en laboratorio. Son seres vivos (plantas, animales o microorganismos) que han sido modificados mediante la introducción de genes de otras especies de seres vivos para proporcionarles características que nunca obtendrían o manifestarían de forma natural. La producción industrial introdujo el uso indiscriminado de plaguicidas en los campos y cultivos para evitar que los alimentos se dañaran gracias a los insectos. Sin embargo, esto no fue suficiente para la comercialización y se vio la necesidad de crear además, un medio para obtenerlos en menos tiempo y con un aspecto perfecto.
2. Efectos en la salud
Hay muchos estudios acerca de este tema. Sería interminable si siquieramos enumerarlos todos. Pero algunos son: según un estudio publicado en la revista Food and Chemical Toxicology, aplicado a ratas, el consumo frecuente durante dos años de alimentos transgénicos pueden dar lugar a daño hepático, además de un mayor riesgo de tumoraciones. Según especialistas de la Universidad de Chicago, los residuos de agroquímicos en los alimentos están claramente relacionados a pesticidas otros productos, los cuales han sido relacionados con enfermedades crónicas, como el cáncer.
3. Cómo identificarlos
Es difícil reconocerlos porque, en muchas ocasiones, no existe un etiquetado correcto que advierta si en sus ingredientes y/o procesos de fabricación contienen o se utilizaron organismos genéticamente manipulados. Por otro lado, algunos productos sí lo indican, pero con nombres que no conocemos, haciendo difícil la tarea. Lo más práctico es aprender a analizar muy bien los ingredientes. Los consumidores tenemos derecho a saber lo que compramos y si se hace complicado identificarlo debemos informarnos al máximo para no caer en engaños publicitarios.
Algunos de sus ingredientes tendrán la palabra “modificado”, sin embargo debemos prestar especial atención a aquellos productos que contengan almidón y harinas de maíz o soya, como los cubitos o caldos para sopa; repostería en general como galletas y bizcochos; leche y fórmulas para bebés; productos en polvo y cereales; margarinas; salchichas u otros embutidos; ketchup y aceites.
En las frutas, es otro cuento. Seguramente has notado que cada fruta suele traer una etiqueta ovalada que muestra un número llamado PLU (Price Look-Up). Este número identifica la variedad del producto y, entre otras cosas, indica si son orgánicos o modificados genéticamente.
Si son cuatro dígitos, empezados con el número cuatro, quiere decir que la fruta ha sido criada convencionalmente, con pesticidas y fertilizantes químicos.
Si son de cinco dígitos, empezados por un ocho, quiere decir que es genéticamente modificada, además de ser criada convencionalmente.
Si son de cinco dígitos, empezados por el nueve, indica que fue criada de forma orgánica según estándares internacionales.
- Etiquetas:
- Alimentación
- Bienestar
- Nutrición
- Salud