3 dudas comunes referente al azúcar y su función en el cuerpo humano

Lun, 07/23/2018 - 14:36
Acompáñanos a descubrir los mitos y las verdades que rodean el azúcar y los efectos que esta sustancia tiene sobre el cuerpo

El tema del consumo de azúcares ha generado diversas polémicas a través de la historia, y han surgido mitos y verdades que cada vez cuesta más esclarecer.

Suelen ser más las personas que recalcan un sinnúmero de efectos nocivos que esta sustancia provoca sobre la salud.  Basta con conocer las diferentes campañas gubernamentales contra la diabetes, y la de Michelle Obama “Let’s Move” es una de las más recordadas. Pero… ¿qué tanto de esto es cierto?

Una de las confusiones más comunes es creer que azúcar es lo mismo que glucosa. No lo son. La Real Academia Española define el azúcar como una “sustancia cristalina perteneciente al grupo químico de los hidratos de carbono, de sabor dulce y de color blanco en estado puro, soluble en el agua, que se obtiene de la caña dulce, de la remolacha y de otros vegetales”; mientras que la glucosa es un  monosacárido, es decir, un tipo de azúcar que no se puede descomponer en otro más simple; funciona como “la moneda de cambio energética de nuestro cuerpo”, según la nutricionista española Adriana Oroz Lacunza. El elemento que el cuerpo necesita para funcionar es la glucosa.

Cada alimento que ingerimos que sea rico en hidratos de carbono es descompuesto por nuestro organismo hasta llegar a las moléculas de glucosa. Estas son absorbidas y el cuerpo las utiliza como fuente de energía para nuestros músculos, tejidos y actividad cerebral.

Entonces, te estarás preguntando si necesitamos azúcar en nuestro día a día. La respuesta es no. “El azúcar como tal es un compuesto químico que no aporta ningún tipo de nutriente, únicamente aporta calorías vacías. La glucosa no solo la podemos obtener del azúcar, sino también de otro tipo de alimentos”, explica la nutricionista.

Lo ideal, entonces, es consumir alimentos que nos aporten glucosa, pero también nutrientes. Algunos ejemplos de estos alimentos son los cereales integrales, legumbres, tubérculos, frutas, verduras y hortalizas.

¿Qué ocurre si se consume azúcar?

Muchos productos procesados tienen azúcares agregadas y probablemente con ese consumo ya estemos cumpliendo la cuota del día.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la cantidad recomendada de consumo por día para una persona adulta es de 25 gramos (lo que se traduce en 5 cucharadas). Para que puedas tener un contexto, una botella de gaseosa de 20 onzas contiene 40 gramos. 

El organismo internacional también recomienda reducir la ingesta de azúcares agregados, tanto en adultos como en niños, a menos del 10% de la ingesta calórica total. Incluso, insiste que si se reduce a menos del 5% de la ingesta calórica total, puede resultar beneficioso para  nuestra salud.

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Sobrepasar los límites recomendados de azúcares puede ser perjudicial para la salud. Según la experta, “el exceso y continuo consumo de azúcar  (por encima de los límites recomendados) está relacionado con un incremento de riesgo a desarrollar afecciones como el sobrepeso y la obesidad, y enfermedades cardiovasculares como  diabetes, síndrome metabólico e incluso cáncer”.

¿Qué ocurre con los sustitutos del azúcar?

Al momento de querer sustituir el azúcar refinada por otros tipos, es común  escuchar nombres como azúcar morena, miel de abeja, sirope o néctar de agave, melaza y edulcorantes.

Según Oroz, “aunque  nos los vendan como más naturales y que aportan algo de vitaminas o minerales, su compuesto básico sigue siendo azúcar, por lo que igualmente está desaconsejado su consumo”.

Además,  existe mucha controversia respecto al posible efecto que conlleva el consumo de  los edulcorantes sobre nuestra salud o sobre la incidencia de ciertas enfermedades.

En conclusión, es necesario tratar de reducir el consumo de azúcares añadidos. “Muchas veces me encuentro personas que deciden no comer fruta o eliminar ciertas frutas y verduras por miedo  de que engordan debido a su alto contenido en azúcar. El azúcar de la fruta es el que menos debería preocupar”, resalta la nutricionista.

Cabe destacar que estas son recomendaciones para mejorar la calidad de vida y los hábitos alimenticios. Se trata de crear un balance: no es eliminar para siempre los dulces, sino evitar que el consumo de ese tipo de alimentos se convierta en un hábito. 

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