- Nutrición
Es posible que también te encuentres en un periodo de meseta debido a que ya llevas mucho tiempo en una alimentación más baja en calorías y haciendo mucho ejercicio.
Es común escuchar expresiones como: ¡Estoy comiendo sano, pero no bajo de peso! ¡Entreno dos veces al día y nada que bajo esas libras! ¡Tanto esfuerzo por el gusto, no bajo nada! ¿Te identificas? Hoy te diré algunas de las razones por las que quizás no has logrado perder peso.
Primeramente, es importante aclarar que el cuerpo, como máquina perfecta, no solo se rige por lo que comes, sino también por el equilibrio entre sus hormonas y otros componentes.
A continuación, te daré algunas ideas de por qué tu proceso de pérdida de peso se ha detenido.
- Estás comiendo más de lo que gastas: siempre se recomienda complementar el tratamiento de pérdida de peso con actividad física; pues, podemos elegir buenos alimentos, pero si sobrepasamos lo que el cuerpo está utilizando, puede afectar la pérdida de peso. ¡Ojo! No se trata de comer “poquito”, sino lo suficiente y ser más activos.
- Estás consumiendo muchos alimentos ultra procesados y “lite”: sí, esto genera una gran confusión, pues si como alimentos que son cero calorías o muy reducidos en grasa, ¿por qué no bajo de peso ni medidas? La razón es que estos productos son altamente procesados, contienen muchos químicos que reemplazan en ocasiones los ingredientes naturales solo por disminuir las calorías, pero a largo plazo, tienden a promover la inflamación y a entorpecer la pérdida de peso. Por otro lado, quizás estas comiendo “menos”, pero sigues eligiendo productos muy refinados y procesados que en porciones pequeñas aportan muchos químicos y otros componentes como azúcares y más.
- No estás durmiendo bien: dormir, además de ser un placer, es una necesidad física para regular todos los mecanismos fisiológicos, incluyendo los que promueven el metabolismo de los alimentos y la pérdida de peso y oxidación de grasa corporal. Además, que es un momento importante para reparar el tejido muscular post entrenamiento. No dormir bien puede afectar tus hormonas y disminuir tu rendimiento.
- Consumes mucho alcohol: ya sé que en este punto puedo caer mal, pero debo advertirte que, si estás buscando mejorar tu composición corporal y regular tu peso, un exceso de alcohol puede sabotearlo todo. El alcohol es un nutriente que genera 7 calorías por gramo, pero muchas veces como lo bebemos no nos percatamos de que al final sí cuenta; en tal caso, lo ideal es reducir a una cantidad moderada tu consumo de alcohol mensual y evitar los excesos.
- Estás consumiendo azúcares escondidos: no es culpa nuestra, hay muchos productos que tienen azúcares que ni nos imaginamos. Muchos productos como yogurts, salsas y aderezos para ensaladas, galletas (incluso integrales y saladas), snacks, bebidas rehidratantes y más. Procura echar un vistazo a la etiqueta nutricional y elige los que menor contenido de azúcar te provean.
Por último, es posible que también te encuentres en un periodo de meseta debido a que ya llevas mucho tiempo en una alimentación más baja en calorías y haciendo mucho ejercicio. El cuerpo, como les dije al inicio, es una máquina perfecta y va a procurar salvaguardar su integridad, es decir, evitar enfermarse, por lo que someterlo a cambios muy estrictos y prolongados puede tener como resultado estos momentos en que nada cambia (físicamente hablando). Te recomiendo tomar un tiempo de relajación, moderar la intensidad de tus entrenamientos y procurar una alimentación saludable, pero no restrictiva.
Recordemos que el proceso de pérdida de peso no tiene que ser rápido, sino sostenible. Debemos asegurarnos que los cambios sean para siempre y, más que cambiar el peso, es cambiar tus hábitos para mejorar tu salud. El peso es solo una consecuencia de equilibrar todos esos hábitos.