Consejos prácticos para cuidar tu grasa corporal

Suena extraño, pero no podemos olvidar que la grasa es un componente energético y necesario en el cuerpo humano, útil para muchas funciones metabólicas.

 

Las células grasas de nuestro cuerpo cumplen principalmente la función de proveer energía, aunque también son utilizadas para la secreción de hormonas como las que controlan el apetito; por otro lado, promueven la regulación térmica del cuerpo produciendo calor y también da soporte y protección a los órganos del cuerpo.

 

Aunque debemos evitar el exceso de grasa corporal, lo que se traduce como obesidad en sus diferentes niveles, lo cierto es que esta también tiene funciones y áreas positivas. Un estudio reciente nos señala dos posibles formas en que estamos interrumpiendo su metabolismo ideal… ¡Sigue leyendo!

 

Un estudio realizado por Ribas-Latre, Aleix, et al, publicado en la revista Nature, señala que hay una alta posibilidad de que cambiar el patrón alimenticio constantemente, así como comer dietas altas en grasa y alterar nuestro horario de comidas (fuera de nuestras horas activas), puede alterar el metabolismo de las grasas a partir de sus células progenitoras, es decir, las principales, y las cuales tienen un ritmo de reproducción cada 24 horas, en condiciones normales de una alimentación balanceada y en horarios de comida adecuado.

 

Esta investigación evaluó el efecto de hacer cambios en una dieta regular a una alimentación alta en grasa y comer en horario donde debe ser el periodo de sueño, o sea, comer en la noche; pero esto fue experimentado en ratones, lo que encontraron fue que el ritmo de reproducción antes mencionado se destruyó.

 

 

Pero, ¿por qué esto es importante?

Pues al desestabilizar este mecanismo, y proyectándolo a años de esta disrupción, los científicos señalaron que, en palabras sencillas, se podría agotar la génesis o producción de las células grasas saludables y que podría ser algo difícil de revertir, lo cual puede promover defectos en el almacenaje de las grasas ingeridas, provocando un exceso de lípidos alrededor de los órganos, hígado y músculos.

 

Esta teoría es relevante ya que si esto sucede de ese modo, el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, diabetes y otros será más elevado, independientemente del peso corporal como tal.

 

¿Qué nos aconsejan?

Los expertos nos recomiendan llevar una alimentación adecuada siempre respetando el ritmo circadiano (nuestro reloj biológico),  donde se lleven a cabo los periodos de sueño y vigilia adecuadamente, tener una alimentación que incluya grasas saludables en una proporción modesta (aproximadamente el 30% de la ingesta total diaria). La sugerencia es optar por alimentos como aguacate, huevos, pescados grasos, semillas de linaza y chía, también nueces y semillas, aceites vegetales vírgenes, entre otras opciones.

 

Es contundente que se requieren muchas más investigaciones para determinar cambios adecuados y consejería oportuna con el único objetivo de conservar la salud y promover un peso y estado nutricional saludable. 

 

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