¡Oops! Acabamos de arruinar toda tu filosofía de vida, ¿cierto? Si es así tranquila, porque aprenderás nuevos trucos aquí, pero no podemos tapar el sol con un dedo.
Varios estudios, publicados en la revista de la Asociación para la Investigación del Consumidor de Estados Unidos, han demostrados que la comida saludable también puede hacer que la gente engorde. ¿Cómo? Fácil. Las personas asocian los ingredientes 'saludables' con el poco peso, pero esa relación los lleva a comer aun más... y el resto ya lo conoces.
En los estudios, los científicos investigaron las relaciones que las personas tenían con lo que pensaban que era saludable y saciable. El primer estudio pidio a 50 estudiantes de una universidad pública responder a la interrogantes de si creían que la comida saludable era tan saciante como la chatarra. La respuesta fue negativa.
El segundo estudio fue con estudiantes graduados. 40 estudiantes recibieron el mismo tipo de galleta, algunos se les dijo que la galleta era saludable, mientras que otros se les dijo que no era. Los que más comieron fueron aquellos que creían que estaban ingiriendo algo bueno para su organismo.
En el tercero y último estudio 72 participantes se les permitió pedir comida antes de ver un cortometraje. Como era de esperarse, los investigadores observaron que cuando la gente creía que estaba ordenando comida saludable, ordenaba más, después reportaron menores niveles de hambre, incluso si comían lo mismo, pero se les dijo que no era tan bueno para ellos.
Las personas que habían respondido que no creían que la comida saludable era igual de saciante que la chatarra o perjudicial obtuvieron los mismos resultados.
Los especialistas creen entonces que las etiquetas que normalmente vemos en algunos productos como saludables, bajo en colesterol, bajo en grasa, gluten free, etc, son en realidad etiquetas que nos juegan en contra a la hora de alimentarnos, simplemente terminamos siendo víctimas del marketing alimenticio. ¡Cuidado!
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