Microbiota intestinal y su relación con el sueño

Si eres de las personas que constantemente presenta complicaciones para conciliar el sueño, debes conocer el secreto que esconden tus microbios intestinales. 

La microbiota intestinal constituye un conjunto de microorganismos que habitan en el intestino del cuerpo humano e intervienen en el eje cerebro-intestino-microbiota, un mecanismo de transmisión de señales donde se involucran comunicaciones de ambas vías por medio de neurotransmisores, como serotonina, dopamina, entre otros.

Algunas funciones de la microbiota intestinal son: producir vitamina K, producir energía, promover la absorción de ciertos nutrientes. Es una barrera protectora contra patógenos, pero además interviene en la producción de neurotransmisores necesarios para el equilibrio en ciertas funciones del cuerpo, tal como la serotonina lo es para el ciclo de sueño-vigilia.

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Un ensayo reciente por Ogawa,Yukino et al, realizado en ratones de laboratorio, evaluó el comportamiento del sueño en organismos con microbiota intestinal deteriorada. Los investigadores dieron una serie de antibióticos a un grupo de ratones durante algunas semanas, lo que llevó a que sus microbios intestinales fueran eliminados, por consiguiente, el efecto y funciones de la misma se vieron alterados. 

Los investigadores notaron una diferencia entre la microbiota de los ratones que habían tomado los antibióticos y observaron cómo esto aparentaba tener relación con la cantidad de serotonina. En otras palabras, tener una microbiota afectada por antibióticos influyó en la producción de serotonina y los mecanismos relacionados a producir dopamina, lo que alteró el ciclo de sueño.

¿Por qué se afecta la Microbiota Intestinal?

Además de los antibióticos en larga exposición, hay otras razones que influyen en el estado de la microbiota intestinal como la genética, el sistema inmune, la alimentación, entre otros aspectos.

Los alimentos juegan un papel determinante en que existan microorganismos adecuados en la microbiota intestinal. En este punto es conveniente consumir más alimentos naturales y evitar aquellos ultra-procesados.

Además, existen algunos alimentos que aportan probióticos, y estos ayudan a repoblar los intestinos de microorganismos positivos. Estos alimentos son: yogurt, kéfir, kombucha, chucrut, kimchi, tempeh y aquellos con pre bióticos como ajo, espárragos, plátano, alcachofas, puerro, entre otros. 

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