La vida después del parto: cómo adaptarte

Mié, 04/12/2017 - 10:57

Cuando llega el primer bebé y luego sus hermanitos, nuestros días cambian para siempre. En nuestra vida hay un antes y un después.

Son días de emoción y felicidad, pero algunos momentos también son de dolor y de ansiedad, no todo es color de rosas como muchas mamás lo pintan porque ¡son cosas de las que nadie quiere hablar! ¿Por qué? La verdad que no sé. Quizás para no quitarle la ilusión a las primerizas o quizás porque muchas quieren mostrarse como las mamás, pero siempre he pensado que si tenemos una idea más clara de las cosas, las podremos afrontar mejor. Por eso quiero contarte mi última experiencia posparto para que estés anuente y puedas implementar algunos “tips” si vives sentimientos parecidos y así puedas disfrutar más todo este proceso, porque en el fondo claro que es lo máximo.

Cuando nació mi primera hija, mi posparto fue estresante y me sentía ansiosa por tratar de ser buena mamá, que mi hija estuviera segura en todo momento y que comiera bien, etc. Además, cansada por dar pecho a demanda, por las trasnochadas, que si los gases y todo lo que involucra tener un bebé de días en casa.

El 7 de marzo del año pasado nació Andrea, mi tercera hija. Sus hermanas tenían 4 y 2. Me sentía superbendecida porque gracias a Dios todo salió bien con ella, con mi cesárea, y la bebé se portaba mejor que las grandes, así que su cuidado era un paseo y además yo estaba más relajada que las experiencias previas cuando a veces ni dormía viendo si las bebés respiraban, traumada si botaba un gas o preocupada si no se llenaba con la leche materna. Pero en ese momento me surgían otros retos:

1. Los comportamientos de las hermanas mayores  para llamar la atención, que era de esperarse. 



2.  La logística de las hermanas mayores en la escuela.

3. Nueva nana para mis hijas y que no conocía mi casa.

4. La desconexión de mi cerebro o el mommy brain (que en esta ocasión me pegó durísimo y me sentía bruta).

5. Las ganas de avanzar con mi negocio y no poder hacer mucho.

6. El quedarme un mes entero en casa por dar pecho.

7.  El no poder manejar luego de la cesárea y sentirme más encerrada.

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Si estás pasando o pronto estarás en la etapa del posparto de tu primer hijo o quizás de otros, te invito a seguir estas 10 recomendaciones:

- Repítete en los momentos difíciles: “Pronto pasará”, porque el proceso de cambio no es eterno

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- Sé positiva y piensa que todo va a estar bien con tu bebé, que Dios cuida de él y que tú eres la mejor mamá para él y no tienes que hacer las cosas de la misma forma que las demás madres,  o ser igual a ellas.

- Cree en tu intuición y si no estás segura de algo, no te abrumes pidiéndole consejo a mucha gente que puede confundirte.

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Crea rutinas para que sea más fácil para ti y para el bebé, pero no te estreses si en algún momento se rompe un horario / actividad específica.

- Ten paciencia y vive cada día sin afanarte por el mañana

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- Pide ayuda si sientes que la carga es muy pesada, recuerda que no eres super “woman”. Involucra a tu esposo en las tareas, y sentirás un peso menos encima.

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 Cuídate y tómate un tiempo para hacer algo que te guste, aunque estés en casa y lo hagas con tu bebé.

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Desahógate y sigue adelante. 

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Escápate a cenar con tu esposo, a tomar café con una amiga cuando sientas que lo necesites o hacer algo tú sola, este tiempo es oro y te servirá para recargar energías.

 - Hazlo todo con amor y olvídate de la perfección, te sentirás aliviada. 

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