Detrás del bisturí: la cirugía estética en América Latina

Lun, 10/12/2015 - 17:30

Corría el Segundo milenio antes de Cristo. Los pueblos habían desarrollado, netamente por necesidad, procedimientos reconstructivos para solucionar amputaciones consecuentes de los crueles castigos de las grandes civilizaciones.

Los egipcios practicaban transplantes de piel, en la India se conocía el colageno y los injertos y por supuesto, la reconstrucción de nariz, orejas labios era esencial. A los guerreros, adulteros y delincuentes se les solía castigar con la mutilación de la nariz. Así nacieron las tan populares rinoplastia (reconstrucción de nariz) y queiloplastia (reconstrucción de labios).  Más tardes los conocimientos de India se trasladaron hacia Persia y Arabia y más tarde hacia, Grecia e Italia. Y luego los árabes lo trajeron a Occidente.

En la Edad Media, la caída del imperio romano en el siglo V y la extensión de las tribus bárbaras provocaron una parada en el desarrollo de la cirugía reconstructiva. El Cristianismo tampoco permitió que esto continuara, en el siglo XIII el Papa Inocente III prohibió especificamente los procedimientos quirúrjicos.

En el Renacimiento renacieron las Ciencias y con ellas la cirugía. Y luego en el siglo XIX se populariza el término “cirugía plastica”, por supuesto, sin saber que en América Latina el bisturí se convertiría en el mejor amigo de la mujer latina.

Una cultura de moda

Latinoamérica se caracteriza por la cirguía estética. Es uno de esas características propias que nos distinguen del resto del mundo, un sello de indentidad. Desde las grandes y reconocidas playas de Brasil como Copacabana e Ipanema, en los regalos de quinceaños en Colombia, hasta en el DF mexicano, en Caracas y en la televisión paraguaya. Pareciera que, a diferencia de otros continentes, en América se palpa una relación simbiótica con el bisturí. 

Según el informe publicado por la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética (ISAPS), realizado a principios de año, de los 25 países que se exponen en el listado abundan los países latinoamericanos. Estados Unidos es el primer país americano con 1.6 millones de cirugías al año, le sigue Brasil con 1.5. México se encuentra de número cinco en el ranking y luego aparecen Colombia –el país latino más barato para operarse-, Argentina, Venezuela, Perú, Costa Rica y Bolivia. Este ultimo país se ha hecho famoso en las rinoplastias baratas en los últimos años.

"Es una cuestión cultural", dijo Betty Párraga de Zoghbi, portavoz del ISAPS en Venezuela a la BBC Mundo. "La mujer latinoamericana se preocupa mucho más por la estética, por la imagen corporal, que en Europa. De hecho, ves que en los concursos de belleza son las latinas las que dominan".

Betty “la fea”

Todos recordamos el glorioso final de la telenovela colombiana. Una transformación total nos dejó a todos con la boca abierta sin darnos cuenta que, irónicamente, eso es lo que en nuestras sociedades ocurre.

Hace algunos años atrás, la cirugía plástica era algo perteneciente a las grandes actrices de Hollywood o a las reconocidas modelos del mundo. Hoy el panorama cambió, la cirugía estética es practicada por gente común y corriente.

Marta ronda los 45 años, hace siete decidió operarse y aumentarse el busto. Lo hizo por ella, ya había sido madre, no planeaba tener más hijos, y entrar en el quirófano parecía una oportunidad de verse mejor, cómoda con su cuerpo. Pero en realidad, ¿qué la llevó a sentirse incómoda?

La realidad es que al quirófano entramos por lo que sentimos y pensamos. Por el concepto que se tiene hoy de lo que es bello y de lo que es feo, que por supuesto, no fue igual al de algunos años atrás y nos es para todos igual. Recordemos, por ejemplo, los cuadros de Botero. Vargas Llosa lo incluyó en el catálogo de la exposición que celebraba los 80 años del artista, realizada en México en el 2012: “Cuando un crítico le preguntó por qué pintaba ‘figuras gordas’, Botero repuso: ‘No lo son. A mí me parecen esbeltas”.

Sin embargo, no todos tenemos la tenacidad de Botero. Un estudio realizado en 2011 por la compañía de productos de aseo personal Dove, arrojó como resultado que sólo el 4% de las mujeres se consideran guapas y que la ansiedad sobre el aspecto físico empieza cada vez más jóvenes.

“Es complicado porque la belleza hoy día está definida con las características de una modelo y de los personajes de farándula o de las reinas de belleza. Los medios ayudan mucho a esta definición o con este estereotipo actual”, explica la Psicóloga Panameña Geraldine Emiliani. “Hay gente con miedo a envejecer, no aceptan la realidad de su edad y se someten a una o a muchas cirugías. No están conformes con su físico y no llegan a alcanzar la felicidad sino se sienten bellos y admirados por su belleza”, agregó.

Lo que más llama la atención del estudio es que fue realizado a mujeres entre 10 y 17 años de edad. Sólo el 11% de ellas se siente cómoda utilizando la palabra ‘guapa’ para describirse, mostrando que existe un aumento universal en la presión sobre la belleza y un descenso en la confianza de las chicas cuando se hacen más mayores.

Quizás por eso la historia de Silvia Córdoba es tan famosa en Colombia. En el escrito “Mi teta izquierda”, publicado en la revista Malpensante, Silvia cuenta su experiencia. “Cuando tenía diecisiete años y terminé mi bachillerato, en 1988, me dijo mi mamá: De grado te voy a regalar unos senos´”. En el verdadero Silicon Valley (como le dice ella), Medellín. el tamaño de las tetas lo era todo. Pero los siguientes 20 años de su vida, Silvia volvió al quirófano en varias oportunidades por una complicación en su seno izquierdo. Su cuerpo nunca aceptó los 125 gramos de silicona. Decidió quitárselas por completo, tenía dos quistes y hematoma. “En ese momento entendí que durante todo este tiempo mi teta izquierda hizo todo lo necesario para que sacara ese intruso de mí, que pasaron más de veinte años para convencerme de que su tamaño no era ninguna anormalidad y, sobre todo, que cuando una mujer se pone tetas de silicona es para agradarle a alguien más, pero cuando se las quita, es porque por fin aprende a gustarse ella misma”.

Siempre estarán los que defiendan y los que acusen al bisturí. Lo que no podemos negar es la realidad, tenemos una inmensa conexión con el quirofano.

¿Qué prefieren?

El informe presentado por ISAPS también reveló que se recurre a la cirugía estética sobre todo por tener grasa corporal o unos senos pequeños, mientras que el botox es el rey de los procedimientos estéticos no invasivos en el mundo.

España: Implante de mamas.
Estados Unidos: Inyecciones de Botox.
Argentina: Lifting facial.
Brasil: Liposucción.

Ecuador: Cirugía de nariz.

México: Inyecciones de Botox.

 

Cuidado con los engaños

Según Lina Triana, secretaria general ISAPS en todo el planeta hay sólo 32.000 cirujanos plásticos certificados, de los cuales 8.379 trabajan en Asia, 8.022 en América del Norte, 7.440 en Europa y 7.186 en América del Sur. Por esto el organismo recomienda realizar una investigación antes de operarse. Debe ser un requisite que los doctores estén certificados.

 

Dime qué quieres y te dire donde ir

En América Latina existen ciertas especialidades en cuanto a cirugía estética. En Brasil predominan los procedimientos estéticos, México es el líder en operaciones de ligadura de trompas, Costa rica en los implantes de glúteos y Argentina en la asistencia en fertilidad y baipás gástrico.

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