Amigos con derecho, no mueras en el intento

Según un estudio publicado en el Journal of Sex Research de Estados Unidos, cuando tienes relaciones sexuales con un amigo, es más fácil seguir la amistad como si nada hubiera pasado, que cuando lo haces con un ex novio o un extraño...

No cabe dudas, el término amigos con derechos es sumamente complicado. Y es que es difícil sostener una relación solo física sin que se involucren los sentimientos. Un amigo con derechos es aquella persona con la que sales de vez en cuando y puedes terminar con él en la cama sin ningún tipo de compromiso. En otras palabras, no precisamente tiene que llamarte al día siguiente, comprarte un regalo de cumpleaños o salir únicamente contigo.

Si lo anterior se parece a la relación en la que te encuentras en este momento, es mejor que prestes atención a las siguientes recomendaciones para que no termines con el corazón roto o lastimes a la otra persona.

• Trata el tema con tus amigas como si nada. Si hablas con tus amigas sobre tu “amigo con derecho”, hazlo de manera natural. Que ellas sepan que no se trata de una relación seria te ayudará a que tú tampoco te lo tomes demasiado personal.
• Encuentros espontáneos. Lo mejor es no ponerse de acuerdo para verse, ya que así ninguno de los dos tiene ningún tipo de expectativa.
• Mentalízate. Antes de aceptar una relación de este tipo, repítete una y otra vez que no se trata de una relación seria. Así que no esperes regalitos, llamadas o alguna especie de contrato de exclusividad.
• Mientras menos sepas, mejor. Evita andar de curiosa preguntando si sale con otras chicas o qué hace cuando no está contigo. Como dicen por ahí “ojos que no ven, corazón que no siente”.
• Estas preparada cuando...Te sientas bien contigo misma, disfrutes de tu soltería y tengas muchas actividades que consuman la mayor parte de tu tiempo. De esta manera es menos probable que te apegues al chico en cuestión.
• Involúcralo en tu vida lo menos que puedas. Si se trata de un “amigo con derecho”, lo peor que puedes hacer es presentárselo a tus padres o familiares, esto puede crear expectativas donde no las hay.
• No marquen “territorios” No se te ocurra dejar algo tuyo en su casa, ni permitas que él deje cosas en la tuya. Porque de poco en poco, cuando menos te des cuenta, ya se estarán mudando.