El instinto femenino

Suena el teléfono y tras reconocer la voz de quien te llama, exclamas: “¡Te iba a llamar ahora mismo!”, o llevas todo el día con una sensación rara de tu hijo, y cuando llega de la escuela, resulta que tuvo un pequeño accidente y dices: “¡Menos mal! Pensaba que te ibas a romper un brazo o sería algo más grave”.Lo anterior es lo que muchas personas llaman: corazonada, intuición, sexto sentido o algo que tiene que ver con las feromonas. Infinidad de especialistas y expertos debaten sobre la existencia de un sexto sentido, de qué si algunas personas lo tienen en realidad o si es simple casualidad.

Para la psicóloga Alicia López, autora del libro “La Salud Emocional”, la intuición se relaciona con el área de las emociones, que no es más que las alteraciones del ánimo, intensas y pasajeras. Los sentimientos poseen un rol fundamental a la hora de tomar decisiones, aclaró la experta. Ya que estas no solo requieren racionalidad, sino que exigen la presencia de sensaciones viscerales. Y en las mujeres, estos sentimientos viscerales están más disponibles para la conciencia que en los hombres.

Según estudios neurocientíficos, algunas ventajas del cerebro femenino radican en que posee más elevadas la flexibilidad para adaptarse a situaciones nuevas y la sensibilidad e intuición.

La Real Academia Española asegura que la intuición es la “facultad de comprender las cosas instantáneamente, sin necesidad de razonamiento”, también, una “percepción íntima e instantánea de una idea o una verdad que aparece como evidente a quien la tiene”.

Hay quienes dicen que existe el sexto sentido en las mujeres, mientras otros manifiestan que es solo un mito. Lo cierto es que la mayoría de las mujeres se manejan por sus intuiciones, y casi nunca se equivocan. Esa especie de sexto sentido les avisa que una persona no es buena, que determinada historia no es como la cuentan, entre otras cuestiones de la vida cotidiana.

Según una investigación realizada por la Universidad de Harvard, las feromonas son las que se encargan de dar información de manera inconsciente e inevitable y si los humanos tuvieran tan desarrollado este órgano, podrían actuar olfativamente a este “sexto sentido” para escoger a la pareja perfecta, por dar un ejemplo. “Para mí, ese sexto sentido que tenemos es la habilidad de conocer la verdad de algo sin necesidad de una clara observación o una razón para demostrarla”, afirmó Eve A. Wood, profesor de Medicina y psiquiatra.