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Su historia y la agitación que le atañe por años no han sido obstáculo para que sea todo un destino a visitar
A tan solo una hora y media (aproximadamente) desde Panamá se encuentra la capital de Colombia, Bogotá. Y ahora, estamos de buenas porque se puede viajar por aerolíneas “low cost” como VivaColombia, también está Air Panamá, pero solo tienen la ruta hacia Medellín. En mi caso, la opción fue VivaColombia, el precio por el boleto fue de $150.00, y si reservas con una buena antelación puede bajar mucho más. Ten en cuenta que te cobran un impuesto de turista de $15.00.
Organiza tu viaje
Lo ideal es que primeramente hagas un presupuesto por día, Bogotá es una ciudad costosa, a pesar de que el dólar es una moneda más fuerte que el peso colombiano. Si tienes algún familiar o amigo donde te puedas hospedar, alivianas el gasto. Otra cosa que debes saber: existe el factor del clima, o sea, hace frío, es manejable, pero deberás ir preparada, además puede llover en cualquier momento, los bogotanos dicen que su clima es bipolar, de igual forma para nosotros que venimos de un clima con alta humedad es disfrutable cambiar la temperatura.
Planea tu itinerario
Bogotá es inmensa y hay de todo para hacer; eso sí, lleva zapatos cómodos y prepárate para caminar. La ciudad está diseñada para caminar, puedes tomar taxis, pero puede ser costoso moverse únicamente por ese medio y para conocer es mejor caminar.
Un consejo muy dado por los “rolos” para ubicarse es mirar los Cerros Orientales ya que estos bordean muchos de los sitios turísticos.
Te recomiendo darte una vuelta por el Park Way, una avenida diseñada como jardín ubicada en calle 45 en el barrio de la Soledad, a lo largo puedes ver cafés, restaurantes, gente con sus mascotas o simplemente disfrutando del ambiente.
Tu plan de viaje debe incluir un paseo por la Carrera Séptima, una de las principales vías del ámbito histórico, cultural, económico y social de la ciudad; los domingos se cierra para el uso de ciclistas, (en Bogotá se usa mucho la ciclovía). De paso por la Séptima podrás visitar el Museo Nacional de Colombia, la entrada a las salas de exposición permanente es libre. En mi caso, había una expo entre Colombia y México y la donación era voluntaria.
Continuando con la ruta, nos dirigimos al mercado de pulgas, realizado los domingos, adentro encontrarás desde antigüedades, ropa, arte y curiosidades. Este mercado se ubica también en la Séptima, si sigues mucho más adelante encontrarás la pastelería La Florida, un café ícono muy recomendado donde se hace un delicioso chocolate, postres o ideal para un tinto; en esta cafetería se siente un poco de la historia del sitio, los intelectuales de los años 50 se reunían para la tertulia.
Retomamos la ruta histórica; es un deber visitar La Candelaria, pequeñas calles se entrelazan dando un sorbo de romanticismo y de la vida bohemia. Parte del atractivo son las fachada de casas, sus balcones y puertas, todos pintados en alegres colores y algunos con murales de artistas grafiteros. Si quieres comer o tomarte algo, este es el lugar indicado; prueba el ajiaco o la bandeja paisa, (guarda espacio en el estómago).
En el camino podrás encontrar La Plaza del Chorro de Quevedo, La Plaza de Bolívar, el Museo del Oro, Museo de Botero, El Centro Cultural Gabriel García Márquez —tiene una librería genial—, varios teatros y librerías de libros usados. La Candelaria está cerca del Cerro de Monserrate, puedes programar tu día y visitar este sitio, subir por teleférico o por el funicular, ¡una buena subida!
Saliendo de esa área nos dirigimos a Paloqueamo, uno de los mercados más grandes de la ciudad, aquí hay de todo, frutas, vegetales, verduras, flores, plantas medicinales, etc... incluso desayúnate una arepa, sopita con una salsita de ají criollo colombiano.
Se me queda corto para describir todo lo que se puede hacer, sin embargo, no puedo dejar de recomendarte ir de fiesta, bailar salsa o lo que se te antoje.
Para los viajeros: Qué sí te puedes llevar de un hotel
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