La pediatra que lleva una voz de esperanza a víctimas de violencia

Mar, 05/25/2021 - 17:43
Diana Florián lanzó su primer libro “Más allá del camino de ladrillos”, donde retrata realidades que impactan a la sociedad. Con su obra la escritora busca concienzar sobre la necesidad de hacer cambios urgentes en los patrones arcaicos de la sociedad, como el patriarcado.

La pandemia de Covid-19 nos cambió la vida a todos: con el distanciamiento social y las cuarentenas obligatorias fue necesario idear nuevas formas de trabajar e incluso de comunicarnos con nuestros seres queridos. Con más tiempo en casa -y tal vez libre- también surgieron pasatiempos y se desempolvaron talentos. Este fue el caso de Diana Florián, pediatra y especialista en terapia intensiva pediátrica, quien en pandemia decidió sacar a flote su faceta de escritora; actualmente está lanzando su libro “Más allá del camino de ladrillos” que trata sobre la prevención a la violencia de género para evitar más maltratos en la sociedad.

 

Diana, de 32 años, es la primera panameña de su familia, sus padres son de República Dominicana y migraron al Istmo donde nació la joven. Siempre ha sido una apasionada por la letras: desde niña devoraba libros y viajaba al mundo que los autores proponían en sus textos. Aunque no ha recibido formación profesional en escritura, decidió dar rienda suelta a su imaginación y plasmar su interés por las historias de los pacientes que la rodean  y por las injusticias en su primera obra. Resultó una promesa inesperada cuando terminó su novela en la que un narrador omnisciente y sus personajes lograron mostrar su cosmovisión de la sociedad y del ser humano. Su interés por escribir esta historia fue de denuncia y  protesta hacia la sociedad por situaciones que le resultan inaceptables. Ella desea interpelar al lector, tratar temas con claridad y sin tabúes, superar la ancestral costumbre de esconder o ser indiferentes ante hechos que nos tocan a todos y todas.

 

"La violencia de género no solo afecta a la sociedad panameña, es un flagelo latinoamericano, muy arraigado, natural para algunas familias. Es momento de que se hable de ella, de los tipos de maltrato, del abuso y de sus efectos en las víctimas", señala la autora. En todo el mundo, una de cada tres mujeres ha sufrido violencia física o sexual, principalmente por parte de un compañero sentimental, según reporta ONU Mujeres. 

 

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“Más allá del camino de ladrillos” habla de violencia de género, violencia psicológica, física y sexual. Trata de cómo la cultura patriarcal no permite a las mujeres crecer, desarrollarse y salir de esos círculos dañinos. “El libro trata de formar un camino, es un llamado a no quedarse con los brazos cruzados, sabiendo lo que nos interesa como sociedad”, destaca la autora. Hablamos con Diana sobre su inspiración, sus pasiones y su visión de este flagelo de la vida real que cada día cobra más víctimas.

 

 

- ¿De dónde nace el amor por la literatura y cómo desarrollaste este talento?


Desde muy niña adoré leer las distintas facetas y estilos de literatura que me impresionó mucho. Me impresionó mucho desde muy pequeña la capacidad que tenían tantos autores para crear historias mágicas y que mientras volaba leyendo me transportaba a ese lugar o a esa historia, incluso a veces uno se la cree, uno se mete en la historia como si uno fuera otro personaje. La verdad es que esa estabilidad de grandes maestros literata con un Víctor Hugo o un Gabriel García Márquez con un toque entre tantos otros escritores es algo de envidiar y admirar.

 

No sé si llamarlo talento, no sé si mi capacidad para escribir sea realmente increíble o admirable, eso lo veré con el tiempo, dependiendo de cuál sea la respuesta de mis lectores a este mi primer libro. En en su momento, cuando salga el segundo libro que tengo pensado (dependiendo de la respuesta), ahí diré si es talento o no; pues fui bastante autodidacta de leer mucho, toda la vida tomé cursos 'online' de habilidades de escritura para principiantes. Me senté y realmente el libro está escrito 100% por mí, nadie me ayudó en el proceso, nadie me dio nada, cuando entregué el material a la editora fue para los ajustes finales.

 

- En tu primer libro “Más allá del camino de ladrillos” tratas un tema complejo y real, el de la violencia de género. ¿Cómo fue el proceso de investigación y creación de la obra para poder llevar la realidad a la ficción?



Creo que como ciudadanos todos debemos involucrarnos en todo este tipo de temas y muchos más como mujeres; por supuesto, tengo una visión digamos mucho más clara que personas que tal vez no tengan que ver con esta situación de la violencia de género. Es mejor entendida desde ciertas perspectivas por una mente femenina o por una mente joven como los niños y adolescentes que han padecido este problema.




La investigación propia la hice desde mi computadora, solamente con citar los noticieros mundiales basta y sobra. Hay información: los casos de femicidios y de abuso son innumerables, solo en Panamá son muchos casos. El problema es que la sociedad, nuestros líderes buscan minimizar estas noticias o minimizar esta situación para aparentar que el problema no es tan grande como realmente lo esperas. Un tema que está donde uno voltee la mirada.




Es muy fácil encontrar información sobre un tema tan fuerte, lo único es que simplemente tratan de diseñar o dirigir a nuestra sociedad a que hagas caso omiso sobre el mismo. En este caso fue muy sencilla la investigación y muchos autores a nivel mundial se han enfocado en hablar o tratar sobre este tema, como líderes de las comunidades, mujeres empoderadas, como el grupo de las mujeres Todas con vos que realmente son muy estudiadas, muy profesionales y tratan de hablar sobre este tema y muchos más y, por supuesto, los noticieros que tienen información bastante amplia sobre este tipo de situación.



- ¿De qué trata la novela? ¿Cuál sería tu sinopsis para contextualizar al lector?

Sin caer el resumen (que al final va a estar dando información clave de la novela y no es la idea), no hay mejor modo de contextualizar que aclarar que esta no es una historia de amor, esta es una historia de conflictos sociales de límites arcaicos, que atan a nuestra sociedad. Se va desarrollando luego del encuentro de los protagonistas (que en teoría representan la historia de amor del libro) quienes se conocen y empiezan a interactuar. La novela va narrando los problemas individuales de cada uno de estos protagonistas y sus familias, y allí se va mencionando entonces todos estos tipos de problemas: abuso físico, abuso sexual, abuso psicológico, muerte de inocentes... temas sociales controversiales que se van tocando a lo largo de la novela de un modo bastante fuerte sin caer, por supuesto, en la falta de respeto, en lo burdo, en lo poco elegante.

 

Pero la idea es esa precisamente: el libro tiene la intención tocar todos estos temas de modo muy, muy, muy fuerte. En cierta parte del libro sucede algo que ya varios de los lectores me dicen que los desanimó primero, que es algo que afecta en ese momento cuando uno lo lee; pero, precisamente, para eso está hecho, porque en la vida no llegan héroes para salvar a los involucrados de la historia, sino que si hay acciones negativas, se va a pagar un precio. Entonces, realmente la el libro se desenvuelve en una historia donde los dos personajes principales se conocen y empieza a surgir sentimientos entre ellos, y esto desencadena que se vea el lado familiar de cada uno de ellos con los distintos problemas sociales y se va entretejiendo una trama de muchos conflictos, muchas situaciones bastante complejas. Se trata de explicar de un modo bastante explícito, bastante firme.

 

- Vemos que en la novela hay reflejos de lo que eres como persona; por ejemplo, parte de la historia se recrea en Las Bóvedas, un sitio que tiene que ver con tu infancia. El tema de la violencia ¿también tiene que ver con tus ideales? ¿Qué te inspiró a hacer esta obra?

 

Algunas escenas muy relevantes de la novela se dan Las Bóvedas, un lugar sumamente especial para mí, mi lugar favorito. Nací y crecí en esa área, ya alrededor de los 12 años nos mudamos de allí. Entonces, hay un olor de cuando yo jugaba allí, un olor rancio... cuando estoy allí siento ese olor y para mí se vuelve algo nostálgico.

 

El tema de la violencia tiene que ver con mis ideales, soy una mujer que ha salido adelante, hija de una madre soltera, a quien vi luchar. Ella me ayudó a ir cumpliendo mis ideales, desde muy pequeña luché fuertemente por ellos y logré todos los títulos que tengo a punta de estudiar duro, de mucho sacrificio, de muchos fuerzos. Me interesan, como mujer profesional, todos los temas que aplican a nuestra sociedad, y por eso me pareció muy importante alzar mi voz de algún modo en cuanto a este tipo de temas que considero ya no deben seguir en esa sombra de la sociedad patriarcal que oscurece nuestro futuro. La sociedad debe avanzar a pasos más agigantados, y no ser una sociedad que todavía quiere seguir sometiendo a la mujer en muchos aspectos y a los más débiles o a los que más fácilmente se puede herir porque son más susceptibles, como los niños, los adolescentes o las mujeres que no tienen quien les defienda, que no tienen los recursos para salir de ese ciclo.

 

También se debe abrir los ojos a los hombres, quienes deben ser educados y ayudados a salir de ese mismo sistema patriarcal; y exaltar a los que han salido de ese sistema, han crecido como seres humanos y ven a la mujer como su igual no como menos que él. Eso es bastante loable para ese grupo de hombres que realmente ya están en ese nivel superior de madurez.

 

- Desde tu profesión, ¿cómo crees que la violencia de género afecta a los niños?


Bueno, no es lo que yo creo, yo soy científica, pertenezco a una profesión científica, llevo tres carreras en el mundo de la medicina (primero Medicina general, luego Pediatría, después Terapia intensiva pediátrica) y como tal funciono por evidencia científica. Y está sumamente evidenciado, sumamente estudiado y demostrado, a través de gran cantidad de estudios a nivel mundial que han analizado al grupo de niños que han sido víctimas de abuso, y han podido demostrar claramente la gran cantidad de secuelas, psicológicas, sociales y emocionales que presentan. Y, por supuesto, afectan al adulto del ahor, al adulto del ayer, al adulto del mañana; porque creo que está bastante claro que el daño que se le haga al niño, si no es superado, si no se le ayuda a sanar, no se le retira de ese factor que le está afectando, se va a seguir reflejando para seguir empeorando, va a manifestarse hasta el último día de ese adulto en el futuro entonces.

Creo que ya es momento de abrir los ojos porque estas son situaciones que ya están sumamente estudiadas, evidenciadas.  Psicólogos, pediatras como yo, entre muchos otras especialistas de la Medicina, están bastante claros de negativo que es para este grupo verse expuesto de algún modo a estas personas que ocasionan este tipo de lesiones.

 

- ¿Crees que esta obra pueda ayudar a mujeres que son víctimas de violencia? ¿Por qué?

 

Sí, creo que esta obra puede a llegar a mujeres que son víctimas de violencia. La novela se escribió de un modo que dejé bastante claro la violencia que sufren las mujeres que se encuentran involucradas en la historia, al momento en donde se echa hacia atrás y se trata de expresar lo que sucedió en la infancia de ellas, los abusadores en sus vidas, para tratar de hacer que el lector pueda comprender de dónde viene este ciclo de violencia, cómo surge, por qué las mujeres que están envueltas en este ciclo tienen gran dificultad para salir de él y por qué los abusadores que están en muertos en estos siglos y tienen dificultades para salir de aquí.

Me interesa tocar temas sociales, alzar mi voz y mostrarle al mundo que estoy en desacuerdo. Quiero enviar un mensaje de esperanza a quienes estén pasando por estas situaciones. No es nada más tratar de darle un mensaje de ayuda a las abusadas mujeres y niños, también es tratar de llevarle un mensaje de ayuda al adulto abusador; hay factores en su vida que lo llevaron ahí, entonces también es darle un mensaje a esa persona, tratar de demostrarle que también hay salida de ese camino, que también puede reformarse, reestructurarse y romper el ciclo. El libro trata de ofrecer una ayuda a la víctima y al que victimiza, a ambos. Tratar de reflejar de dónde viene el ciclo, quién empezó el camino, quién lo siguió y cómo fue que terminaron los personajes.

Espero que a través del mundo que se estructura la historia, quienes lo lean y padezcan este tipo de violencias o ejerzan este tipo de violencias, puedan tener un proceso de introspección, autoanalizarse, pensar '¿por qué soy así?,  '¿de dónde vino esto?' '¿por qué permito que me hagan echar para atrás?' Entender las raíces y ahí entonces adquirir el poder para decir 'voy a detener esto, ya no voy a permitir que me victimicen o victimizar'.

 

- ¿En qué hemos fallado como familia, sociedad y Estado para aún seguir viviendo este flagelo que cobra la vida de muchas mujeres cada año?

 

Negación. Yo creo que es el primer punto: seguir fingiendo que esto no existe, seguir queriendo minimizar el problema, seguir queriendo aparentar que todo es falso. Cuando surgen las acusaciones, no darles importancia o no hacen lo que deben porque, por supuesto, los que están ocupados de hacerlo no consideran que hay mayor relevancia.

Esto viene desde las raíces de la familia. Hay una estructura patriarcal en la sociedad latina -en muchas otras sociedades también, en distintos modos- y no se reconoce que a la mujer se le sigue viendo en la misma locación en la familia: el niño de la casa juega, se divierte con los amigos, salen; pero a la hija de la casa se le enseña a barrer, trapear, cocinar, lavar, limpiar, ella es la que tiene que estar sumisa en la casa, tiene que pedir permiso para todo, no la dejan tener novio ,de toda decisión importante requiere el permiso de mamá, papá (principalmente de papá, porque la sociedad donde el hombre de la casa es el que tiene la voz y voto, ese es el que tiene la última palabra). Por supuesto, que esa mujer por más que estudie va a crecer siempre pensando que ella está al servicio del hombre, que ella tiene que cumplir las necesidades del hombre; y el hombre siempre va a crecer pensando que la mujer estaba para hacer las cosas de la casa, para servirle a él.

Desde la raíz familiar el problema surge, y eso sigue alimentando todas las estructuras de nuestra sociedad, incluyendo la latitud gubernamental. Entonces, tenemos que promover un cambio de raíz del núcleo familiar, se tiene que educar a ese niño y esa niña como iguales, con los mismos derechos y deberes. Muchos -por no querer renunciar al sistema patriarcal- acusan al movimiento feminista de que se busca poner a la mujer como la diosa del universo. Esa no es la intención, lo que busca el movimiento feminista es poner a la mujer en el mismo punto de respeto del hombre, iguales oportunidades salariales, igual respeto en el trabajo, no tener que padecer bajo el látigo de jefes o compañeros de trabajo que le hagan acoso, que las niñas en sus casas compartan las funciones con sus hermanos y no que se les enseñe a ellas una cosa y al niño otra.

 

Para ti, ¿qué debe ocurrir para erradicar el tema de la violencia doméstica de raíz?

 

Insisto: la concientización comienza en la familia como núcleo y debe ser continuada en la educación a nivel preescolar hasta la educación superior universitaria; el tema debe ser soportado por las leyes que pongan a la mujer y al hombre siempre al mismo nivel. No hay por qué seguir aceptando que una mujer en una posición gane menos que el hombre que está haciendo el mismo trabajo, no hay que aceptar los casos de abuso y tratar de meterlos debajo de la alfombra, no hay por qué seguir lesionando al niño que al final es quien va a ser el adulto que manejará al país.

 

Tu mensaje para la sociedad con este libro.

 

Yo creo que es la urgencia del cambio. Ya es necesario. Todavía no se termina de abrir los ojos en muchos temas y no se puede seguir permitiendo que las mujeres y niños estén bajo el yugo de sistema patriarcal... Y los hombres también, porque el hombre que fue educado en este sistema -aunque no se le excusa que por crianza vaya a seguir este mismo comportamiento, porque también debe tener la capacidad de desarrollar criterio propio-, desde niño se le enseña a comportarse así; es muy importante y determinante.

Mientras que la mujer por crecer en ese sistema, cuando llega adulta sigue siendo parte del mismo, no pone un freno y educada a sus propias hijas e hijos para seguir ese mismo ciclo.

Entonces, es necesario ya abrir los ojos implementar estructuras sociales y educativas que impulsen a la sociedad a salir de dicho problema, poner leyes más rígidas que regulen todo lo que involucra este tema, cambiar las estructuras y normas laborales para que haya real igualdad entre hombres y mujeres, sanciones severas graves para quienes ejerzan el abuso a las distintas edades o géneros y tratar de darle voz o tratar de abrir las puertas a quienes realmente entienden estos temas, saben qué cambios hay que hacer, qué restructuración hay que hacer.

Quisiera ser parte también de este movimiento que busca la revolución, que buscan realmente salir de este mismo camino... Las mujeres que nos involucramos en esto no queremos ser más que el hombre, buscamos liberar a la sociedad de los límites arcaicos que nos asfixian y nos ahogan y no dejan que nuestros niños y niñas salgan del ciclo del machismo. Ese s el mensaje o lo que yo quisiera que la sociedad pudiera lograr entender a través de este libro.

 

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