- Farándula
A pesar de las dudas por el pasado de Meghan y sus conflictos familiares, había mucho positivismo alrededor del cuento de hada, con una profesional dispuesta a sacrificar su carrera por el amor, orgullosa de sus raíces y feminista. Pero la pareja perdió popularidad.
Hoy cumplen dos años de casados Meghan y Harry, los duques de Sussex, alejados de la realeza y disfrutando una vida con más privacidad en Los Ángeles, Estados Unidos. Repasamos algunos momentos clave que te ayudarán a entender por qué el cuento de hadas pasó a ser una novela llena de intrigas.
El 19 de mayo de 2018 la actriz estadounidense Meghan Markle le dio el "sí" al príncipe Harry, hijo menor de la fallecida Diana de Gales y sexto sucesor de la corona británica, para protagonizar una unión icónica, rodeada de dudas y escándalos, que marcaba un antes y un después en la historia de la familia real británica. Poco antes de la espectacular boda con 600 invitados, entre ellos algunas celebridades, Meghan se convirtió en objeto de interés debido a su pasado (es divorciada y fue actriz de Hollywood), algunos conflictos en su familia, su simpatía hacia el feminismo y su ascendencia afroamericana. No obstante, había mucho positivismo alrededor del cuento de hada, con una profesional dispuesta a sacrificar su carrera por el amor.
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Después de la boda todo lo que hacía Meghan se convertía en noticia: las renuncias de sus dos asistentes, la mudanza al lujoso palacio de Windsor junto a su esposo tras la celebración de los seis meses de su boda, sus desafíos al protocolo de la familia real e incluso su relación con el resto de los integrantes de la realeza británica. Y ni hablar de todo lo relacionado con su primer hijo, Archie.
Para su primer aniversario, ya la popularidad de la pareja había ido a pique. Su unión ha estado rodeada de polémica, separación de la realeza, mudanzas, demandas a diarios... Hoy, la pareja es en objeto de crítica de los medios británicos, pues miran a Meghan como una ambiciosa y a Harry como un hombre débil y manipulado.
La gota que derramó el vaso fue la separación de la pareja de la Casa Real, a principios de este año, además de su decisión de ser económicamente independientes de los fondos reales, y su posterior mudanza a Estados Unidos, en medio de la pandemia.
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Harry y Meghan dieron por terminada su etapa como realeza el pasado mes de marzo, tras a asistir a los Premios del Fondo Endeavour, al Festival del Música Mountbatten en el Royal Albat Hall y al acto del Día de la Commonwealth, donde coincidieron con los otros miembros de la familia como la reina Isabel II, los duques de Cambridge, el príncipe de Gales o la duquesa de Cournelles.
La pareja se despidió de su etapa monárquica con un mensaje en su cuenta de Instagram, que permanecerá inactiva junto con su página web. "Como todos podemos sentir, el mundo en este momento parece extraordinariamente frágil", indican.
La pareja cesó sus deberes reales oficialmente el 31 de marzo. Después de esa fecha no tedrían una oficina en el Palacio de Buckingham, sino que estarán representados por el equipo detrás de su próxima fundación de caridad. Los detalles de esta nueva organización se compartirán más adelante en el año.
Tras la separación, la familia real y los duques de Sussex acordaron una revisión inicial de 12 meses para garantizar que el acuerdo funcione para todas las partes: Con las nuevas estipulaciones acordadas el príncipe Harry podrá mantener algunos de sus títulos militares, pero no podrá hacer uso de ellos en los próximos 12 meses. Se tiene todo el acuerdo basado en ese tiempo porque, si el plan de los duques de Sussex no llega a ser factible, podrían retomar sus responsabilidades reales.