2 historias de vida conmovedoras de atletas femeninas que compiten en #Rio2016

Lun, 08/08/2016 - 12:59

Además de ser un momento histórico femenino, por la cantidad de atletas mujeres que participan en estos JJ.OO., Rio 2016 se ha caracterizado por resaltar no solo el esfuerzo y la entrega deportiva de cada atleta, sino sus historias de vida. 

Estas son 3 de las miles de atletas que compiten en Rio. 

1. Ibtihaj Muhammad

Ibtihaj es musulmana. Se dedica al esgrima, lo vio por primera vez cuando visitó el Columbia High School, en Nueva Jersey, donde presenció un entrenamiento de esgrima de sus estudiantes. “Cuando era joven, la esgrima era un deporte para blancos en Nueva Jersey. No había mucha gente parecida a mí. No tenía modelos en los que fijarme”, declaró. 

Ibtihaj se ha convertido en un símbolo de tolerancia, ya que es la primera atleta estadounidense que lleva un jihab. "He escuchado muchos comentarios agresivos por ser musulmana y por ser negra. Me han dolido, pero ahora no me importan", declaró Ibtihaj a la revista New Yorker. De hecho, cuando Trump en su campaña realizó duras declaraciones contra los musulmanos, la atleta fue una de las que le respondió publicamente por sus redes sociales. Después de eso fue mencionada en ocasiones por el presidente Barack Obama como un ejemplo de vida, y más tarde se convirtió en la maestra de esgrima de la primera dama, Michelle Obama. 

Tiene 30 años, vive en Nueva York y forma parte de la élite del mundo en este deporte: Ganó el oro en los pasados Panamericanos, en 2015, y un bronce en la última Copa Mundial, en Atenas, en la especialidad de sable.

2. Oksana Chusovitina

Es la atleta más longeva de la historia en la categoría de gimnasia. Actualmente tiene 41 años y Rio 2016 son sus séptimas olimpiadas, donde compite en la categoría de salto. Consiguió su primer logro olímpico en Barcelona 1992, cuando todavía representaba al Equipo Unificado de la ex Unión Soviética. Desde Atlanta 1996 hasta Atenas 2004 lo mejor representó a Uzbekistán. En Beijing representó a Alemania, donde ganó medalla de plata. 

Oksana representa un símbolo de fuerza física y mental. Con 41 años volvió a competir en Rio 2016. Tiene una hija de 16 años y un niño que sufre de leucemia y por él volvió a competir “para pagar su tratamiento”, según confesó. La atleta ha dejado en claro que la gimnasia no es solo un deporte de jovencitas, es un deporte de mujeres maduras y de madres también.

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