Errores en la limpieza facial

Mié, 08/26/2015 - 18:53
Lavarse la cara es una de las tareas menos complicadas de una rutina de belleza. Pero hacerlo incorrectamente causaría problemas.
No cabe duda de que hasta las cosas más simples tienen sus peculiaridades. Y es que, a pesar de que el error más grave al momento de cuidar la piel de la cara es no lavársela y acabar durmiendo con el maquillaje que se ha llevado por horas, existen otras fallas que se cometen a diario y que deberían eliminarse de la rutina.
 
Hoy día la cosmética se ha visto saturada de ingredientes sintéticos al igual que la mayoría de los jabones que se ofrecen en el mercado. Es por ello, que poco a poco se está teniendo más conciencia de los beneficios que poseen los jabones naturales frente a los industriales.
 
La principal diferencia entre unos y otros radica en el proceso de fabricación de los jabones naturales, ya que se utilizan únicamente componentes vegetales muy beneficiosos para la salud de la piel al poseer multitud de propiedades terapéuticas, que no contienen la mayor parte de los jabones comerciales.
 
Existen 6 errores comunes a la hora de hacer la limpieza facial, como son:
 
  • Agua demasiado caliente: aunque parece que así eliminas mejor el maquillaje, estás perjudicando el equilibrio natural de la piel. Por eso no se aconseja lavarse la cara en la ducha. Lo mejor para una limpieza efectiva es masajearse la cara con jabón durante más o menos un minuto.

 

  • Utilizar un limpiador demasiado agresivo: como el jabón de manos y el gel de ducha. Existen productos especialmente formulados para la piel de la cara debido a que esta es más sensible. También hay algunos que poseen componentes calmantes, que ayudarán a que se recupere antes o después de la limpieza.

 

  • Recurrir a las toallitas: solo utilizando toallitas no conseguirás eliminar el maquillaje correctamente. Funcionan a la perfección como un paso previo al jabón.

 

  • No exfoliar nunca, o exfoliar demasiado: como siempre, la clave está en el término medio. Un par de noches a la semana son suficientes para asegurar una renovación celular efectiva sin dañar la superficie de la piel.

 

  • Obsesionarte: lavarse la cara más de dos veces al día solo conseguirá que aceleres el proceso de envejecimiento. Eso sí, si haces ejercicio, antes y después también debes lavarte la cara, así evitarás posibles brotes de acné y poros obstruidos.

 

  • Frotar con la toalla: al hacerlo conseguirás lastimar la piel, lo ideal es dar pequeñas palmaditas con la toalla, así protegerás la cara.
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