El eterno enemigo

Vie, 02/12/2016 - 21:39
Sigues la dieta al pie de la letra y aun así no logras bajar esas libritas de más, detente, puede que estés reteniendo líquidos.

Aumento inexplicable de peso, piernas y manos hinchadas, debilidad y calambres, son algunos de los síntomas que desata la retención de líquidos; un problema de salud que afecta a gran número de personas, especialmente a las mujeres. Y para tratarlo eficazmente es necesario descubrir qué causas lo motivan.

 

¿Por qué sucede?

Esta afección se produce cuando hay una imposibilidad de eliminar los fluidos corporales. Nuestro organismo, a través de un complejo sistema de hormonas, está constantemente ajustando los niveles de líquidos en el cuerpo. Por eso es que si se bebe más agua, no sucede nada, ya que los riñones o glándulas sudoríparas son las encargadas de eliminarla. El problema surge cuando el organismo es incapaz de eliminar todos esos líquidos extras. Algunas causales que la pueden provocar son: embarazos, obesidad, padecer insuficiencia renal, cardiaca o hepática, permanecer de pie o sentado muchas horas, llevar ropa apretada, calor y humedad excesiva o el abuso de sodio en las comidas.

En muchos casos, se llega a confundir incluso con sobrepeso, por eso las personas que lo sufren se someten a dietas de adelgazamiento erróneas, y agravan el problema.

 

¿Cómo saber si lo padezco?
  • Si presentas las siguientes señales o síntomas, tal vez sea un fuerte indicio de que estás reteniendo líquidos. Si tus tobillos, piernas, manos o abdomen se hinchan todo el tiempo. Y cuando los aprietas tu piel queda marcada durante unos segundos.

  • Sientes una sensación de pesadez en los tobillos o presentas dolores de cabeza.

  • Tienes una fluctuación exagerada en tu peso.

  • Cuando tienes el periodo menstrual, tu flujo aumenta considerablemente.

¿Cómo resolverlo?
  • Desde luego la retención de líquidos es un problema que afecta a mucha gente y que se puede solucionar al adoptar una serie de hábitos saludables que veremos reflejados en nuestro aspecto físico y que mejorarán nuestra salud. Una dieta rica en proteínas evita la retención de agua, ya que tras su ingestión, el hígado produce la albúmina, sustancia necesaria para que los fluidos no se acumulen.
  • ¡Muévete! Dedícale tiempo a tu cuerpo, ya sea caminando, nadando o lo que más te guste. Si tu actividad laboral te obliga a estar sentada durante mucho tiempo, levántate al menos una vez por hora y da un ligero paseo por la habitación.
  • Toma infusiones de perejil, enebro, hojas de olivo, cola de caballo, puerros, mazorca, espárragos frescos y pepino. Todos son diuréticos, y aumentan la producción de orina.
  • Mandamientos básicos: toma mucha agua y cuida tu dieta, procura comer alimentos ricos en potasio, como plátanos, aguacates, papas, frijoles, entre otros, y fibra.
  • A pesar de tomar medidas al respecto, en muchas ocasiones los problemas de retención de líquidos se deben a una serie de desajustes que debes tratar con un especialista y para ello es recomendable que acudas a un médico.

Preguntas frecuentes

  • Hombres y mujeres, ¿quiénes son más propensos? La mujer, por un efecto hormonal, los estrógenos tienen gran incidencia en este trastorno.
  • ¿Cómo se relaciona con la edad? La capacidad de retener líquidos aumenta con la edad.
  • ¿Afecta en la menopausia? Sí, ya que hay una carencia de estrógenos. Además, existen factores no hormonales, como poca actividad física.
  • ¿Pueden las mujeres delgadas tenerla? Cuanto mayor es el peso corporal, más son las probabilidades de retener líquidos; esa predisposición disminuye si la persona es delgada, excepto que haya causas directas como toma de anticonceptivos, insuficiencias renales o afecciones cardiacas.
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